Batman vuelve a San Diego

Ciento treinta mil fans, una cohorte de ejecutivos y un pu?ado de estrellas: este es el resumen demogr¨¢fico de la gran fauna que hasta el domingo pulula por los inmensos pasillos del Comic-Con de San Diego , cita indispensable para quienes manejan los hilos en la gran industria del ocio. Un a?o m¨¢s, el coraz¨®n de la cultura popular se da cita al sur de Los ?ngeles, donde el Comic-Con celebra su 41? edici¨®n convertido en todo menos en la convenci¨®n de c¨®mics que fue en su origen. Aunque de nombre lo sigue siendo y, a juzgar por el aspecto de los que transitan a miles por los pasillos del centro de convenciones, tambi¨¦n de coraz¨®n. Stormtroopers y legiones de Klingons cohabitan con wonderwomans de todas las tallas, supermanes de estar por casa y zombis, vampiros resplandecientes o Spartans algo fam¨¦licos y con granos pero con los pectorales pintados. Ese es el panorama: un circo de tres pistas entre la sala de proyecciones, el sal¨®n de exhibiciones y la zona de conferencias que desde la ma?ana del jueves toma al asalto San Diego y que la industria del espect¨¢culo sigue con atenci¨®n porque de ellos depende el futuro de muchos de los proyectos que inundar¨¢n las pantallas en los pr¨®ximos meses. Lo que hace 41 a?os comenz¨® como una reuni¨®n de amantes de la historieta en el s¨®tano de un hotel de la zona, rodeados de tebeos, dibujantes y apenas mujeres, hoy es una de las convenciones m¨¢s importantes de Hollywood. Los frikis mandan. Y ellos lo saben. A ellos est¨¢n dedicadas las c¨¢maras de hibernaci¨®n que han construido los estudios Fox, r¨¦plica de las que pertenecen a la nave Nostromo de la pel¨ªcula Alien y que quieren promocionar la antolog¨ªa de esta saga cl¨¢sica de la ciencia ficci¨®n que tiene prevista su salida al mercado en Blu-ray. O los f¨¦retros donde Lionsgate invita a los asistentes a grabar su claustrof¨®bica experiencia en v¨ªdeo y crear un cementerio virtual en la red, todo con tal de promocionar la pel¨ªcula Buried (Enterrado), del espa?ol Rodrigo Cort¨¦s.

La mayor novedad es el auge de series de televisi¨®n como 'True Blood'

Los perdedores son los verdaderos aficionados al c¨®mic y sus autores

Hasta las llaves de los hoteles de la zona -todos con el cartel de no hay habitaciones desde hace meses cuando se agotaron las entradas a la convenci¨®n- tienen impresos mensajes publicitarios de los superh¨¦roes de la DC, Marvel, la serie V o Supernatural. Por no hablar de la camioneta de comida ambulante que vende tacos de la pel¨ªcula Machete, la ¨²ltima obra de Robert Rodr¨ªguez, o la marcha de zombis preparada, por cuarto a?o consecutivo, para este s¨¢bado por las calles de la urbe.

El circo est¨¢ servido y hay millones en juego. Para la ciudad de San Diego, el Comic-Con significa una inyecci¨®n de 127,6 millones de euros en cuatro d¨ªas. De ah¨ª que cuando este a?o circularon los rumores de que la ciudad se hab¨ªa quedado peque?a para esta cita y otras ciudades vecinas como Los ?ngeles, Anaheim (sede de Disneylandia) y hasta Las Vegas mostraron su inter¨¦s por hacerse con ella, las autoridades locales de la ciudad fronteriza dejaron clara su intenci¨®n de construir un centro todav¨ªa m¨¢s grande que garantice la pervivencia de la cita hasta el 2015 y mucho m¨¢s all¨¢.

Pero quien juega m¨¢s fuerte es Hollywood. El sello de aprobaci¨®n de los asistentes al Comic-Con asegura el pr¨®ximo taquillazo cinematogr¨¢fico y "la furia de la Con", el mayor de los desastres. Los ejemplos son muchos. La reacci¨®n de los 6.000 asistentes que acoge el Hall H, tambi¨¦n llamado Hall de la Histeria, donde los estudios muestran las ¨²ltimas o primeras im¨¢genes de sus nuevos proyectos, es el mejor an¨¢lisis de mercado que tiene la industria para saber por d¨®nde van a tirar sus pr¨®ximos estrenos. Unas pocas im¨¢genes de preproducci¨®n mostradas hace dos a?os en este mismo espacio de Tron: Legacy dejaron claro el inter¨¦s que exist¨ªa en el proyecto y garantiz¨® la producci¨®n de la que ya se rumorea como la pel¨ªcula m¨¢s cara de la historia. Lo mismo ocurri¨® con la saga Crep¨²sculo, recibida por fans que pasaron la noche en vela haciendo cola a las puertas del centro de convenciones con tal de garantizarse un lugar para ver esas primeras im¨¢genes de lo que se convertir¨ªa en el fen¨®meno de masas que es en la actualidad.

Por el contrario, la t¨ªmida (por no decir g¨¦lida) respuesta en este mismo sal¨®n el pasado a?o a filmes como Jonah Hex o The Box fue un claro indicador del desastre que se les avecinaba. ?La raz¨®n? Como recuerda Brian Lowry desde las p¨¢ginas de Variety, los asistentes a la convenci¨®n, al menos los cerca de 130.000 fans no son lo que se dicen lectores de The New York Times. Sus fuentes de informaci¨®n son p¨¢ginas de internet como Ain't-it-cool-news, Whedonesque o ellos mismos. El boca-o¨ªdo cibern¨¦tico que genera la convenci¨®n de manera instant¨¢nea entre blogueros y en redes sociales como Facebook o Twitter se deja notar de manera indudable en la taquilla.

La mayor novedad de esta edici¨®n del Comic-Con es el auge televisivo en los pasillos del centro de convenciones. Series como True Blood ya son veteranas en este foro y su presencia es l¨®gica dado el n¨²mero de vampiros modernos que se dan tambi¨¦n cita en el Mascarade o baile de disfraces que se organiza cada a?o. Lo mismo se aplica a otras series tambi¨¦n presentes como V, Vampire Diaries o Smallville. La cadena AMC, que produce el cl¨¢sico televisivo en el que se ha convertido Mad Men, tambi¨¦n tira este a?o por la ciencia ficci¨®n presentando su nueva creaci¨®n, The Walking Dead, adaptaci¨®n de un c¨®mic del mismo t¨ªtulo para la televisi¨®n de la mano de Frank Darabont. M¨¢s sorprendente es la presencia del musical Glee, el ¨¦xito televisivo de la temporada con una trama de escolares frustrados.

Cowboys & Aliens, Scott Pilgrim vs. The World, Let me in o Red son algunas de las adaptaciones de c¨®mics a la gran pantalla presentes este a?o en San Diego. Zack Snyder, una presencia ya constante en este foro, ha reservado para el Comic-Con las primeras im¨¢genes de Sucker Punch. Como reconoce el director, se trata de "iniciar la conversaci¨®n con los fans y el Comic-Con es el lugar perfecto". Y los estudios Marvel, tras el ¨¦xito gozado en anteriores ediciones con Iron Man, mostrar¨¢n ma?ana toda su artiller¨ªa: Thor, Capit¨¢n Am¨¦rica y lo que se pueda mostrar de The Avengers.

En este despliegue de poder¨ªo los ¨²nicos perdedores son los verdaderos aficionados al c¨®mic y sus autores. Cada vez m¨¢s alienados por el desembarco de Hollywood en las costas de San Diego y en unas mesas que parecen de esas plegables de playa de los sesenta comparadas con el lujo de los stands de los grandes estudios que se pasan el d¨ªa regalando algo, sus quejas se suceden. No solo cuentan con menos espacio, olvidados en una esquina del gran sal¨®n de expositores, sino que los precios por metro cuadrado se han triplicado desde el pasado a?o, algo bastante ir¨®nico viniendo de una organizaci¨®n como el Comic-Con, considerada como "sin ¨¢nimo de lucro", y que no existir¨ªa de no ser por este grupo de locos, reunidos con sus tebeos hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas.