Bayreuth se pone las pilas
El pol¨¦mico 'Lohengrin' de Hans Neuenfels y un 'Tannh?user' para ni?os abren la nueva etapa del festival wagneriano bajo el mando de las bisnietas del compositor
Se acabaron de una vez por todas las especulaciones. Las hijas del fallecido Wolfgang Wagner han sabido esperar, desde su nombramiento como m¨¢ximas responsables del Festival de Bayreuth, antes de presentar sus primeras credenciales art¨ªsticas. El verano pasado no hubo ninguna producci¨®n nueva. Anteayer, 25 de julio, d¨ªa de la inauguraci¨®n de la 99? edici¨®n del festival, mostraron sus primeras cartas.
De entrada hab¨ªan invitado a debutar en la verde colina a uno de los directores de escena m¨¢s transgresores de Alemania, Hans Neuenfels (Krefeld, 1941), para hacerse cargo nada menos que del intocable Lohengrin. En contraste, el jovenc¨ªsimo Andris Nelson (Riga, 1978) se hac¨ªa cargo de la direcci¨®n musical. Era una doble apuesta valiente, por mucho que se tuviese en la chistera al tenor de moda, Jonas Kaufmann, una especie de Pl¨¢cido Domingo a la alemana, para hacerse cargo del personaje que da t¨ªtulo a la obra.
La divisi¨®n de opiniones al final de 'Lohengrin' fue de las que hacen ¨¦poca
En el 'Tannh?user' infantil, Elisabeth va en bicicleta y Venus es punki
Las hermanastras -hijas del mismo padre y de diferentes madres- no se han conformado con este reto. Han planteado por primera vez una doble inauguraci¨®n del festival a trav¨¦s de un proyecto para ni?os, en una sala de ensayos habilitada para la ocasi¨®n, con un Tannh?user reducido a 70 minutos que hizo las delicias del p¨²blico infantil que abarrotaba el recinto. Hasta 10 funciones est¨¢n anunciadas hasta que tome el relevo en el mismo espacio un simposio internacional en colaboraci¨®n con la Universidad Libre de Berl¨ªn que responde al enunciado ?Cu¨¢ndo vendr¨¢ el pr¨®ximo cisne? Milagro entre estrategia y emergencia. Y adem¨¢s proyecciones al aire libre de alg¨²n t¨ªtulo... En fin, Bayreuth ha cambiado de estilo.
La representaci¨®n de Lohengrin fue de esas que podemos llamar de alta temperatura. Neuenfels ya hab¨ªa calentado motores horas antes, en una multitudinaria conferencia de prensa, con un despliegue de imaginativas ideas y corrosivo sentido del humor. La divisi¨®n de opiniones, que empez¨® ya en el primer acto y dur¨® m¨¢s de un cuarto de hora al final, fue de las que hacen ¨¦poca. Dominaron los abucheos sobre las aclamaciones, pero unas y otras fueron a pleno pulm¨®n.
Neuenfels es un hombre de teatro muy experimentado y cuenta con un equipo de primera l¨ªnea del que son parte fundamental el escen¨®grafo y figurinista Reinhard von der Thannen y el dramaturgo Henry Arnold. Las im¨¢genes pl¨¢sticas con las que cuenta la ¨®pera son muy impactantes y el sentido teatral, impecable. Vaya por delante este reconocimiento a la profesionalidad teatral. El primer paso de Neuenfels y los suyos consiste en transformar la leyenda en un cuento lleno de alegor¨ªas y salpicado con un sentido del humor muy incisivo. La evoluci¨®n de la especie humana est¨¢ presente en los juegos narrativos y as¨ª el coro puede ser, en momentos, de ratas, bien como una iron¨ªa burlona en el tratamiento de la boda, bien como un reflejo del miedo y la inseguridad al que responden muchos colectivos de nuestro tiempo. Nada en cualquier caso es gratuito. La componente anal¨ªtica deriva en una terapia.
Las utop¨ªas se muestran irrealizables pero hay al menos un mensaje de esperanza en la ¨®pera que el propio Wagner consideraba la m¨¢s triste de las suyas. Es un montaje que desde su apariencia a veces kitsch invita a pensar sobre la condici¨®n humana y sus enigmas. No es un cuento de hadas, desde luego, pero s¨ª es un cuento ideol¨®gico o, si se prefiere, filos¨®fico. Muy alem¨¢n, con una componente fant¨¢stica muy original y con un casi inveros¨ªmil sentido del humor.
El triunfador de la noche fue el tenor Jonas Kaufmann. Su actuaci¨®n fue de principio a fin soberbia, con un fraseo admirable y un fabuloso dominio de las medias voces. Extraordinario asimismo Georg Zeppenfeld como el Rey, correcta Annette Dasch como Elsa y un poco justa de expresi¨®n dram¨¢tica Evelyn Herlitzius como Ortrud. Magn¨ªfico el trabajo al frente de la orquesta de Andris Nelson, un director que est¨¢ lanzado. Las ense?anzas de Mariss Jansons y su trabajo al frente de la ?pera de Letonia y de la orquesta de Birmingham han dado sus frutos. Una vez m¨¢s estuvo sensacional el Coro de Bayreuth preparado por Eberhard Friedrich. En expresi¨®n, en matices y en l¨ªnea de canto.
Cap¨ªtulo aparte merece la ¨®pera para ni?os, una idea de Katharina Wagner puesta en marcha gracias a una adaptaci¨®n de Alexander Busche. Obviamente se adaptan las situaciones esc¨¦nicas a las inquietudes de los m¨¢s j¨®venes pero todo ello con un gran respeto a la m¨²sica original. Aunque se invita a los asistentes a la participaci¨®n en alguna escena, los ni?os no se desmelenan en ning¨²n momento y siguen con un inter¨¦s casi religioso su particular Tannh?user, con Elisabeth en bicicleta y Venus de punki con sus ara?as que meten miedo. La direcci¨®n musical es de Hartmut Keil al frente de una orquesta de Fr¨¢ncfort, y la esc¨¦nica de Reyna Bruns.
Entre unas y otras cosas Bayreuth ha dado este a?o un paso adelante de considerable importancia. Dos ¨²ltimos detalles. Uno: asisti¨® a Lohengrin Angela Merkel, que aplaudi¨® de pie al final con la misma intensidad y cara de satisfacci¨®n que la que se mostr¨® a medio mundo en Sud¨¢frica con motivo de la victoria futbol¨ªstica de Alemania frente a Argentina. Dos: en el momento de mayor rechazo del p¨²blico a Hans Neuenfels y su escen¨®grafo saltaron al escenario Katharina y Eva Wagner para solidarizarse con ellos en un abrazo. Con gestos de este calado esta pareja tiene cuerda para rato.
Una historia de intrigas y disputas familiares
- Richard Wagner concibi¨® el Festival de Bayreuth en el siglo XIX en Alemania como un lugar para representar sus composiciones, en especial la tetralog¨ªa El anillo del Nibelungo y Parsifal.
- Desde mediados del siglo XX hasta
los primeros a?os del XXI se hizo con las riendas Wolfgang Wagner, nieto
del compositor. El 21 de marzo de 2010 muri¨® a los 90 a?os el hombre que durante seis d¨¦cadas estuvo ligado
al Festival de Bayreuth y presenci¨®
una agria batalla por hacerse con
la direcci¨®n de este.
- Antes de su muerte Bayreuth vivi¨® una verdadera lucha wagneriana por la herencia de la direcci¨®n del festival, que siempre ha estado en manos de la familia Wagner. En la competici¨®n entre unos y otros por hacerse con las riendas del festival se mezclaban cuestiones art¨ªsticas con inquinas familiares en las que era dif¨ªcil separar unas de otras.
- Despu¨¦s de varias pol¨¦micas, el consejo de la Fundaci¨®n Richard Wagner lleg¨® a un pacto salom¨®nico
y las hermanas Katharina Wagner y Eva Wagner-Pasquier heredaron de su padre, Wolfgang, la direcci¨®n del festival. Conclu¨ªa con esta decisi¨®n
un follet¨ªn de intrigas y luchas familiares que se prolong¨® a lo largo de una d¨¦cada por hacerse con Bayreuth. Wolfgang leg¨® a sus hijas, fruto de
dos matrimonios distintos, su m¨¢s preciado tesoro.
- Como el poder para algunos no es suficiente y necesitan los aplausos del p¨²blico, Katharina Wagner lo intent¨® cuando, como directora teatral, represent¨® Los maestros cantores de Nuremberg. Logr¨® sonados abucheos.
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