Jap¨®n pone fin a la moratoria en la pena capital al ahorcar a dos presos

Jap¨®n ahorc¨® ayer a dos de los 109 presos que ten¨ªa en el corredor de la muerte y rompi¨® la moratoria oficiosa existente sobre la pena capital desde que el Partido Dem¨®crata de Jap¨®n (PDJ) lleg¨® al poder, en septiembre de 2009.

La ministra de Justicia, Keiko Chiba, asisti¨® al ajusticiamiento en el Centro de Detenci¨®n de Tokio, una de las siete c¨¢rceles japonesas donde puede aplicarse el m¨¢ximo castigo. Los presos ahorcados han sido Kazuo Shinozawa, de 59 a?os, condenado por la muerte de seis mujeres en el incendio de una joyer¨ªa en 2000, y Hidenori Ogata, de 33 a?os, sentenciado por matar a un hombre y una mujer en 2003.

En una conferencia de prensa posterior, la ministra, una abogada progresista que hasta que asumi¨® el cargo perteneci¨® a la Liga Parlamentaria contra la Pena de Muerte, declar¨® que con su presencia pretend¨ªa abrir un gran debate nacional sobre la pena capital. "Me ha hecho pensar de nuevo profundamente sobre lo que significa la pena de muerte y de nuevo siento con toda firmeza que es necesario una discusi¨®n fundamental sobre la pena capital", dijo Chiba tras asegurar que sinti¨® que estaba obligada, como ministra de Justicia, a asistir a la ejecuci¨®n. "Es mi deber revisar el proceso, al ser yo la persona que lo ordena", a?adi¨®. En la actualidad, el 80% de la sociedad japonesa apoya la pena de muerte para los convictos de asesinato.

Otros 107 reclusos contin¨²an en el 'corredor de la muerte'

Es la primera vez que un titular de Justicia de Jap¨®n asiste a un ahorcamiento, que es la forma de aplicar la pena capital en ese pa¨ªs. Chiba, que hasta ahora no hab¨ªa firmado ninguna sentencia de muerte, ha pedido siempre prudencia a la hora de aplicar el m¨¢ximo castigo.

Las ejecuciones se realizan sin familiares, ni testigos, con la ayuda de verdugos y con una notificaci¨®n previa al reo inferior a 24 horas. A las familias solo se les informa una vez cumplida la sentencia. Las organizaciones de derechos humanos, que confiaban en que el PDJ emitiera una moratoria oficial sobre la aplicaci¨®n de este castigo, recibieron con estupor la noticia. Ayer hizo un a?o de los ¨²ltimos tres ahorcamientos.