Burgos cicatriza el trauma de ETA
La casa cuartel de la Guardia Civil contra la que la banda atent¨® hace un a?o reabrir¨¢ en 2011 - Los vecinos del entorno tienen miedo a un nuevo ataque
El tiempo vuela, pero tarda en borrar el pasado. Ayer se cumpli¨® un a?o desde la ¨²ltima matanza que intent¨® ETA al atentar contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos. La violenta carga explosiva utilizada se salt¨® el gui¨®n previsto y no se cobr¨® v¨ªctimas mortales, pero s¨ª un reguero de m¨¢s de 60 heridos y da?os materiales que todav¨ªa son patentes. La capital castellana se afana, a golpe de talonario y forzada indiferencia, en olvidar el episodio m¨¢s traum¨¢tico de su historia reciente. La poblaci¨®n, en cicatrizar una herida, la del terrorismo, que les ha sacudido ya en numerosas ocasiones. Por fortuna, sin provocar fallecidos.
De la casa cuartel con la que se ceb¨® la organizaci¨®n armada solo se mantiene la estructura de hormig¨®n. Un imponente esqueleto desnudo de 14 plantas, situado en la Avenida Cantabria, que se ha empezado a revestir con nuevas fachadas. El objetivo es que pueda estar operativo a finales de 2011. Solo en su forma se asemejar¨¢ el moderno edificio al que sufri¨® el ataque. El viejo ladrillo dejar¨¢ paso a llamativos paneles de acero bicolor, m¨¢s seguros, con los que a modo simb¨®lico se tratar¨¢ tambi¨¦n de pasar p¨¢gina para enterrar el temor provocado por la fallida matanza. Casi 15 millones de euros ha destinado el Ministerio del Interior a las obras.
Una docena de agentes sigue de baja por estr¨¦s postraum¨¢tico
Habr¨¢ que esperar hasta la reinauguraci¨®n para comprobar el impacto psicol¨®gico que el atentado ha tenido entre los guardias civiles. Parte de las 93 familias que resid¨ªan en la casa cuartel han optado por cambiar su destino, aunque tampoco es algo excepcional, ya que los propios agentes reconocen que Burgos es "una comandancia de paso". El resto, permanecen dispersos por la ciudad en viviendas alquiladas a inmobiliarias y promotoras. La mayor¨ªa ha asumido que sustos como el de aquel 29 de julio "van con la profesi¨®n", pero una docena de efectivos siguen de baja por estr¨¦s postraum¨¢tico, seg¨²n la Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles.
"Un a?o despu¨¦s, el balance es satisfactorio porque la tragedia no provoc¨® v¨ªctimas mortales y por el riguroso trabajo que han llevado a cabo desde entonces las fuerzas de seguridad en la lucha contra ETA", asegura la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio. Una lectura optimista con la que no puede obviar, sin embargo, que se han gestionado 1.575 expedientes relacionados con los da?os materiales provocados por el atentado. Desperfectos que han obligado al Ejecutivo a reservar otros 7,5 millones de euros para subvenciones.
El escenario del atentado recobra "poco a poco" su rutina, aunque deja entrever a¨²n muchas secuelas. Las obras de reforma de la casa cuartel han ocupado el tramo final de la calle Jerez, que ha visto reducidos sus dos sentidos de circulaci¨®n originales a uno solo. Rellenado con tierra, el cr¨¢ter que provoc¨® la explosi¨®n apenas se percibe en el descampado contiguo a la fachada trasera del edificio, pero los coches ya no aparcan en el solar por motivos de seguridad. El Ayuntamiento de Burgos tiene previsto urbanizarlo para acondicionar en ¨¦l la futura sede de la C¨¢mara de Comercio.
Las nuevas ventanas y persianas que lucen muchas de las viviendas ubicadas junto a la sede de la Guardia Civil son testigo de las consecuencias que tuvo la onda expansiva. Quiz¨¢ por ello, algunos cristales exhiben carteles con mensajes contra la reforma de la casa cuartel. El miedo a un nuevo atentado atemoriza a los residentes, que ayer celebraron incluso una concentraci¨®n frente a las obras para denunciar el riesgo que, a su juicio, supone en emplazamiento.
"Lo que ocurri¨® es algo que no vamos a olvidar nunca", asegura Maribel, a quien ahora sobresaltan "los cohetes y el ruido de cristales rotos que generan los contenedores para el reciclaje del vidrio". Magdalena asegura que solo puede dormir "a base de pastillas" y Ra¨²l se queja del "olvido" al que les han sometido las autoridades. Con el primer aniversario del atentado, los recuerdos de "la campa ardiendo y la casa cuartel agrietada" han vuelto a atenazar sus a¨²n vulnerables memorias.
![Obras de rehabilitaci¨®n de la casa cuartel de Burgos un a?o despu¨¦s del atentado de ETA.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EZNSF226TEBVRWKMTAQQJIHEKA.jpg?auth=72b6c95180d7e7f5233bfa08cd3f3051df9a5759510e5be6522b10dde82f9f01&width=414)
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