?Es para tanto este tel¨¦fono?

El nuevo iPhone 4 ha sido un producto at¨ªpico para Apple. Siempre en la cresta de la ola tecnol¨®gica, acostumbrada a hacer que el mercado zozobre con productos novedosos y de impecable dise?o, Apple ha alarmado, por primera vez, a sus propios consumidores por un fallo f¨ªsico en el dise?o del tel¨¦fono que hoy llega a Espa?a, un prodigio tecnol¨®gico con una antena problem¨¢tica. La comercializaci¨®n de este nuevo producto ha provocado dudas entre consumidores, blogueros y analistas: ?Cu¨¢n s¨®lida es la relaci¨®n de Apple con sus usuarios? ?Hay algo que pueda romper la fe ciega de estos por su marca de referencia? ?Languidecer¨¢ alg¨²n d¨ªa el culto a Mac?

El lanzamiento del tel¨¦fono fue, en principio, un ¨¦xito. Cre¨® la expectaci¨®n que se esperaba de ¨¦l. En una de sus ya cl¨¢sicas ruedas de prensa, el consejero delegado de Apple, Steve Jobs, present¨® las principales novedades del tel¨¦fono: dos c¨¢maras para hacer videollamadas, una pantalla de alta definici¨®n, una cubierta cristalina. Se agot¨® en el primer d¨ªa. En menos de un mes vendi¨® tres millones de unidades. Y, de repente, estall¨® el antenagate.

Jobs enfureci¨® a sus competidores al destacar los fallos de otros terminales

Apple intenta paliar su error de dise?o con fundas de pl¨¢stico gratis

El 12 de julio, la revista Consumer Reports, que tiene siete millones de suscriptores, le plant¨® cara a Jobs. Sus periodistas hab¨ªan recibido numerosas quejas de que, al sujetar el iPhone 4 con la mano, la cobertura descend¨ªa de forma dram¨¢tica. Hubo centenares de quejas similares. As¨ª que Consumer Reports public¨® una cr¨ªtica en principio elogiosa en la que dec¨ªa: "Su pantalla y su videoc¨¢mara son las mejores que hemos visto en un tel¨¦fono". Pero a?ad¨ªa: "Los ingenieros de Consumer Reports acaban de probar el iPhone 4 y han confirmado que existe, de hecho, un problema de recepci¨®n. Cuando tus dedos o manos tocan el punto en la parte inferior izquierda del tel¨¦fono -algo que puede suceder com¨²nmente, sobre todo con los zurdos- la se?al puede reducirse significativamente, hasta el punto de que se puede perder la conexi¨®n si se est¨¢ en un ¨¢rea de mala cobertura". Y la frase que enfureci¨® a Jobs: "Debido a ese problema, no podemos recomendar el iPhone 4".

Alterados, en Apple hicieron algo que no hab¨ªan hecho hasta la fecha: convocaron a los medios para una conferencia de prensa de respuesta, cuatro d¨ªas despu¨¦s de que se publicara aquel informe. Apple, que nunca responde, respondi¨®. Steve Jobs pidi¨® perd¨®n a rega?adientes. "No somos perfectos. Los tel¨¦fonos no son perfectos", admiti¨®. "Esto se ha exagerado", dijo. Mostr¨® estad¨ªsticas que pretend¨ªan ilustrar c¨®mo la mayor¨ªa de sus consumidores estaban satisfechos con el tel¨¦fono: solo hab¨ªa habido un 1,7% de devoluciones. Luego ense?¨® c¨®mo se ten¨ªa que sujetar el modelo para evitar problemas, explic¨® que no se retirar¨ªa el tel¨¦fono del mercado y que la empresa regalar¨ªa cubiertas de pl¨¢stico para atenuar el efecto de tap¨®n que ten¨ªa la piel humana sobre la cubierta met¨¢lica del celular. Finalmente, Jobs se reafirm¨® diciendo que el iPhone 4 era el "mejor producto que se ha fabricado en Apple".

Para muchos analistas, aquello era una muestra de qu¨¦ especial es la relaci¨®n que han entablado Apple y sus fieles consumidores. No era Apple quien ten¨ªa que reparar el tel¨¦fono. Era el usuario quien deb¨ªa sujetarlo de otro modo. Lleva sucediendo as¨ª desde hace a?os: Apple lleva la voz cantante en esa relaci¨®n. Comercializa productos que deja anticuados en cuesti¨®n de meses. En un a?o, por ejemplo, desfas¨® el iPhone 3G con el 4.

"De c¨®mo solucione Apple el problema de la antena revelar¨¢ mucho de c¨®mo entiende su relaci¨®n con los consumidores", explica Mike McGuire, vicepresidente de la consultora Gartner. "Para hacer un tel¨¦fono extremadamente delgado ha tenido que ganar en espacio. Eso le ha llevado a colocar la antena donde est¨¢, en el exterior, y ha generado estos problemas. Pero es el precio que paga por estar siempre por delante de la competencia. A Apple le hace especial el hecho de que siempre va por delante de los dem¨¢s, de que siempre presenta productos muy avanzados con dise?os novedosos. Eso a veces provoca problemas como el que la empresa sufre ahora. Y no es algo que se pueda dar por concluido, le va a seguir afectando a la empresa durante mucho tiempo".

Fiel a su estilo, Apple ha creado una aplicaci¨®n para el iPhone desde la que gestiona el programa de entrega de fundas de pl¨¢stico gratuitas. A trav¨¦s de ella, y antes de finales de septiembre, se puede solicitar una nueva cubierta o se puede tramitar un reintegro si es que ya se ha adquirido una. Su precio suele ser de unos 23 euros.

En Consumer Reports aseguran que es una soluci¨®n pasajera, como una tirita para curar una enfermedad seria. "El programa de fundas acaba en septiembre. Nos parece que es algo totalmente pasajero que no resuelve el problema del que hemos informado exhaustivamente", asegura Lauren Hackett, portavoz de la revista. "A nadie se le ocurrir¨ªa que una funda de pl¨¢stico es la soluci¨®n a un problema de ese calado. Lo que se necesitar¨ªa es un redise?o".

En su rueda de prensa, Jobs busc¨® adem¨¢s repartir las culpas. Mostr¨® im¨¢genes de c¨®mo, si se sujetaba otros tel¨¦fonos del mismo modo, ocurr¨ªa la misma bajada de cobertura. Espec¨ªficamente, acusaba a la BlackBerry Bold 9700, al HTC Droid Eris, al Motorola Droid X, al Nokia N97 mini y al Samsung Omnia II. Sus competidores se lo han tomado como el inicio de la guerra sucia en publicidad telef¨®nica.

Ante aquella rabieta, los consejeros delegados de RIM (fabricante de BlackBerry), Mike Lazaridis y Jim Balsillie, respondieron en un comunicado el mismo 16 de julio: "La intentona de Apple de arrastrarnos a la debacle en la que se ha metido es inaceptable". Hui-Meng Cheng, directivo de HTC, a?adi¨®: "Ese tipo de problemas no son comunes en los tel¨¦fonos".

En la guerra del antenagate ha entrado Motorola. En un nuevo anuncio de su tel¨¦fono Droid, publicado en los medios norteamericanos el pasado mi¨¦rcoles, aseguraba: "No necesita chaqueta", en referencia a las cubiertas que Apple regala a sus usuarios. Y a?ade: "Es lo que nos sucede a las empresas que hemos estado fabricando tel¨¦fonos durante 30 a?os". Se le ha unido Samsung. En el nuevo anuncio para el Galaxy, se lee, en ingl¨¦s: "Hellllo", con las eles formando la se?al de cobertura con plena recepci¨®n.

Casi sin darle un respiro a Jobs, el asunto ha llegado al mism¨ªsimo Senado federal. El senador dem¨®crata Charles Schummer exigi¨® en una carta oficial una soluci¨®n al problema de la recepci¨®n telef¨®nica del iPhone 4, de forma totalmente gratuita: "La carga que se genera sobre los consumidores por este fallo, unida a la confusi¨®n sobre el motivo que lo origina y c¨®mo se solucionar¨¢, deja abierta la posibilidad de que disminuyan notablemente los beneficios de tan innovador dispositivo".

Lo cierto es que, para algo tan sofisticado como un iPhone, las soluciones oficiales y alternativas a un problema semejante han sido bastante rudimentarias. Dos dise?adores de Brooklyn, Szymon Weglarski y Jon Dorfman, han comercializado unas pegatinas de colores, bautizadas como Antenn-aid, que supuestamente mejoran la recepci¨®n del tel¨¦fono entre las manos. El lema con el que venden estas tiras adhesivas: "Apple ha metido la pata. Te ayudamos a superarlo". Son simples adhesivos de colores que, supuestamente, mejoran la recepci¨®n al crear una barrera entre la piel y el metal externo donde se encuentra la problem¨¢tica antena del iPhone. Supuestamente. Es una broma, pero su soluci¨®n, que se vende por unos tres euros, no es muy distinta a la de Apple.