Juegos africanos
Por lo visto, al igual que sucede otros a?os, uno de los entretenimientos favoritos de nuestra polic¨ªa local es dispersar a los vendedores ambulantes africanos que venden bolsos falsos y otras baratijas cerca de las tiendas de lujo del paseo de Gr¨¤cia. No creo que se trate de detenerlos sino de asustarlos, con maniobras bastante rutinarias ante las que los espigados inmigrantes, la mayor¨ªa senegaleses, dan muestras de su habilidad en el repliegue, tanto de sus mercanc¨ªas como de sus propias personas. No dudo que con estas batidas la polic¨ªa cumple con su obligaci¨®n de reprimir actividades ilegales o il¨ªcitas; pero, la verdad, en todos estos a?os, me ha parecido que la hostilidad de los ciudadanos con respecto a estas actividades era m¨ªnima y, adem¨¢s, por qu¨¦ no confesarlo, en un mundo de apabullante estupidez en relaci¨®n a las marcas, tiene bastante gracia que por cuatro pavos uno, si quiere, pueda adquirir guccis, pradas, vuittons y lo que desee, aunque son fals¨ªsimos.
El otro d¨ªa observ¨¦ una de estas heroicas intervenciones de nuestra polic¨ªa local. A mi lado un agente de paisano informaba por tel¨¦fono a sus compa?eros de uniforme sobre la posici¨®n de los vendedores ambulantes. De ignorar el asunto, hubiera cre¨ªdo que asist¨ªa a los proleg¨®menos de una arriesgada redada en la que se capturar¨ªa a peligrosos terroristas. Luego, como era de esperar, hubo cuatro gritos y se produjeron las consabidas carreras. El agente de paisano inform¨® a no s¨¦ quien que la operaci¨®n ya hab¨ªa sido completada. Todo muy profesional.
L¨¢stima, pens¨¦, que tal profesionalidad no se aplique con igual rigor en el caso de las manadas de borrachos y de las turbas vociferantes que, noche tras noche, causan molestias infinitamente superiores a las que provocan los vendedores de bolsos y gafas falsos. A muchos ciudadanos nos gustar¨ªa tener una polic¨ªa en condiciones de acabar con la falsedad incomparable de una ciudad incapaz de cumplir sus propias normas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.