"Creo que se est¨¢n haciendo m¨¢s las cosas como yo quer¨ªa"
Tras 46 a?os dedicado al servicio p¨²blico, el ex vicepresidente del Gobierno Pedro Solbes, alicantino, que cumple 68 a?os a fin de mes, es ya un ser privado.
Tiene buena memoria, pero se resiste a hablar del pasado m¨¢s inmediato. Aun as¨ª, cuando ya ha avanzado la conversaci¨®n en el restaurante del hotel Santo Mauro de Madrid, adonde ha llegado risue?o y sin corbata, el que fuera arquitecto de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno dice:
- Creo que se est¨¢n haciendo m¨¢s las cosas como yo quer¨ªa que se hubiesen hecho.
Se refiere a la pol¨ªtica que ahora hace el Ejecutivo al que perteneci¨®. Ni en sus palabras ni en su semblante hay asomo de resquemor ante lo que ya es historia: su salida del Ministerio de Econom¨ªa el 7 de abril de 2009, afectado, seg¨²n todas las informaciones, por los desencuentros en el seno del Gobierno, y m¨¢s precisamente con la idea pol¨ªtica de la crisis que manten¨ªa su presidente, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Fue sustituido por Elena Salgado, que sigue en el cargo.
"Siempre piensas que podr¨ªas estar ah¨ª y no est¨¢s. Pero intento ayudar"
"He hablado alguna vez con mi sucesora; cuando opino lo que intento es ayudar"
"Reaparece la idea de las dos Espa?as; eso solo se cura con educaci¨®n y cultura"
"El pa¨ªs tiene que entender mejor por qu¨¦ Catalu?a piensa como piensa"
"Con Zapatero no hay un problema personal, hay conceptos distintos"
"Trabaj¨¦ muy bien con Felipe; con Jos¨¦ Luis hay diferencias generacionales"
"Insist¨ª en tener super¨¢vit, pero no lo suficiente, se ha podido ir m¨¢s lejos"
"Me preocupa que nos centremos tanto en este pa¨ªs y no a nivel mundial"
Dice eso de que las cosas se est¨¢n haciendo m¨¢s a su gusto, y guarda un silencio subrayado solo por su mirada esperando otra pregunta.
No acept¨® mantener esta conversaci¨®n para hablar de esas cosas; al contrario, quiere permanecer ahora exactamente como un personaje privado, dedicado, con su amigo Diego Hidalgo, a la Fundaci¨®n para las Relaciones Internacionales y el Di¨¢logo Exterior (Fride). A eso y a leer, a estudiar qu¨¦ pasa en el mundo. Anda muy interesado (como Blas de Otero, de quien son estos versos: "Quisiera ir a la China / para orientarme un poco") por lo que ocurre en ese imperio. Dice que ahora solo lee ensayo, pero cuando se le pide que haga un resumen b¨¢sico de lo que le ha hecho lector desgrana Pedro P¨¢ramo, de Juan Rulfo ("se podr¨ªa leer ese libro cada seis meses"); La monta?a m¨¢gica, de Thomas Mann; algunas obras de Nagub Mafouz; casi todo lo que recuerda de Maalouf...
Pablo Neruda dec¨ªa que quien r¨ªe entiende: Solbes debe entender much¨ªsimo, pues r¨ªe con abundancia. Al principio se lo hago notar, y a partir de entonces ya ni se fija en el magnet¨®fono que recoge sus palabras.
Pregunta. Siempre le hemos visto muy serio.
Respuesta. Yo creo que no soy serio. Es verdad que ser ministro de Econom¨ªa no es algo tan apacible, ?no? Sobre todo si adem¨¢s tienes que vivir en momentos dif¨ªciles. Entonces un ministro de Econom¨ªa ha de decir: "Las cosas van mal, pero hay la posibilidad de que vayan mejor". Y hay que hacerlo con convicci¨®n... S¨ª, es verdad que no me r¨ªo mucho, pero yo creo que tengo bastante sentido del humor. Me gusta la broma, pero m¨¢s bien no muy directa.
P. En aquella querella electoral con Manuel Pizarro pareci¨® que usted quer¨ªa que a su contrincante no le fuera mal...
R. Seguramente porque todo el mundo quer¨ªa pensar que una figura como Pizarro deb¨ªa ser el triunfador nato. Y todo el mundo planteaba el tema como una confrontaci¨®n entre Pizarro y yo. Somos amigos desde hace muchos a?os, de modo que ¨¦l sabe qui¨¦n soy yo y yo s¨¦ c¨®mo es ¨¦l. No soy anti-Pizarro, nunca lo fui. Con cualquier otro lo hubiera hecho de modo parecido. Hab¨ªa que buscar los elementos comunes m¨¢s que las diferencias. Si hubiera sido luego, como yo esperaba, el responsable de Econom¨ªa del Partido Popular, que hubiera sido muy bueno, me hubiera permitido poner muchas cosas en com¨²n... No le dieron el papel que pod¨ªan haberle dado. No le utilizaron.
P. Habla usted de las diferencias. Parece que este pa¨ªs las cultiva mucho, otra vez.
R. S¨ª, de alguna forma reaparece el concepto de las dos Espa?as. Yo siempre pienso que las confrontaciones son consecuencia de la educaci¨®n, de un tipo de cultura. Creo que este pa¨ªs tiene que avanzar todav¨ªa en t¨¦rminos de generosidad en una conversaci¨®n normal; el di¨¢logo siguen siendo necesario. Hay que ver c¨®mo los dem¨¢s piensan ciertas cosas. Y es verdad que somos un pa¨ªs donde muchas veces los dogmas adulterados son la raz¨®n. Y seguramente eso solo se cura con m¨¢s educaci¨®n y m¨¢s cultura.
P. Pues ahora mismo hay un foll¨®n hispano-catal¨¢n tremendo, con las banderas, los toros...
R. A m¨ª para empezar el concepto de hispano-catal¨¢n no me gusta. Yo entiendo muy mal Espa?a sin Catalu?a. Una parte muy sustancial de Espa?a es Catalu?a, y no entender eso es no entender Catalu?a. Hay que tender puentes. Espa?a tiene que entender mejor por qu¨¦ Catalu?a piensa como piensa, ser m¨¢s generosos con lo que opinan los dem¨¢s. Desgraciadamente tenemos una visi¨®n excesivamente localista de las cosas; estas cosas se curan viajando y leyendo libros sobre sociedades m¨¢s complicadas que esta, para ver que nuestros problemas no son tan graves.
P. ?Qu¨¦ tal duerme ahora?
R. No duermo bien... Es verdad que posiblemente tengo menos preocupaciones y menos tensiones, pero me despierto varias veces a lo largo de la noche. Puede ser una cosa que tenga que ver con la edad.
P. Zapatero dijo que aquella famosa noche de mayo, cuando este pa¨ªs traspasaba la peor crisis econ¨®mica reciente, no peg¨® ojo. Y su sucesora no se acost¨®...
R. Algunas noches de esas hemos vivido todos, ?no? Es normal. El d¨ªa m¨¢s largo de mi vida profesional fue durante la negociaci¨®n del Tratado de Adhesi¨®n [a la Uni¨®n Europea]. Habl¨¢bamos del vino, y terminamos a las nueve de la ma?ana del d¨ªa siguiente. Estas cosas pasan en Europa, hay que acostumbrarse.
P. ?Dorm¨ªa mejor como ministro?
R. Era distinto. Hab¨ªa momentos de gran tensi¨®n, incluso de gran expectaci¨®n. Ahora la expectaci¨®n no la tengo, y la tensi¨®n tampoco.
P. ?Alguna nostalgia?
R. Siempre piensas que podr¨ªas estar ah¨ª y no est¨¢s. Pero creo que, despu¨¦s del periodo que has pasado, que alguien te sustituya debes considerarlo m¨¢s como un alivio que como un elemento de nostalgia. A partir de ah¨ª lo que hay que intentar es ayudar al m¨¢ximo a la gente que te sustituya para que lo puedan hacer lo mejor posible. Eso intento hacer.
P. ?Le llaman?
R. No necesariamente. Alguna vez s¨ª he hablado con mi sucesora. Pero es verdad que hablo poco sobre pol¨ªtica en Espa?a, y cuando lo hago intento m¨¢s bien ayudar.
P. ?Se est¨¢n haciendo las cosas como usted cree que se deben hacer?
R. Yo creo que se est¨¢n haciendo m¨¢s las cosas que yo quer¨ªa que se hubiesen hecho.
P. Ahora el suyo es m¨¢s un tiempo de memoria. ?Qu¨¦ lamenta no haber hecho?
R. He hecho lo que he querido; poca gente en este pa¨ªs ha tenido la oportunidad de estar en tantos sitios y en momentos tan claves y fundamentales de nuestro Gobierno. Soy un funcionario p¨²blico en el mejor sentido de la palabra, y as¨ª me he sentido siempre, incluso cuando he sido ministro. He tenido que pensar en bastantes cosas desde 1985 ¨® 1986.
P. ?Una para enmarcar?
R. Bueno, estuve en el Tratado de Adhesi¨®n. Fui secretario de Estado de Asuntos Europeos en momentos cruciales, en los que Espa?a, es verdad que gracias al papel y a la personalidad de [el ex presidente del Gobierno] Felipe Gonz¨¢lez, tuvo mucho peso. Fui ministro de Agricultura en un momento importante en el ¨¢mbito europeo. Y fui ministro de Econom¨ªa cuando hubo que asentar las bases del euro. Llegu¨¦ aqu¨ª en un momento de bonanza, insistiendo en la necesidad de tener un super¨¢vit p¨²blico. Visto desde esta perspectiva, uno tiene la sensaci¨®n de que no insist¨ª suficientemente porque se ha podido ir m¨¢s lejos. Y al final he dejado el Gobierno en el momento en que se produc¨ªa la crisis, intentando se?alar qu¨¦ se hace bien y qu¨¦ se hace mal para intentar no cometer los mismos errores. No pretendo dar lecciones a nadie. Cuando me preguntan qu¨¦ hay que hacer, lo que respondo es lo que hemos hecho mal para que los otros no cometan los mismos errores si no quieren.
P. ?Qu¨¦ se ha hecho mal?
R. Acaso porque ven¨ªamos de un periodo en el que se sent¨ªa la necesidad de crecer, hemos tenido una serie de impulsos externos que nos hac¨ªan crecer m¨¢s r¨¢pido. Y hab¨ªa que crear los suficientes incentivos para no tener las burbujas que hemos tenido. Esto es muy dif¨ªcil, porque de alguna manera se cree que cuando hay recursos desde hace tiempo no hay que tener super¨¢vit para afrontar las situaciones dif¨ªciles. A m¨ª me daban envidia pa¨ªses como Finlandia, Dinamarca o Suecia, con super¨¢vit del 3% y el 4%. Y nadie se rasgaba las vestiduras porque no tuvi¨¦ramos un ligero super¨¢vit para afrontar la crisis.
P. ?Y por qu¨¦ la crisis fue tal terremoto?
R. La crisis de ahora no es una crisis, son dos. Adem¨¢s, inciden sobre una realidad muy compleja, que se ha ido gestando en los ¨²ltimos a?os y uno de cuyos puntos culminantes es la crisis de Lehman Brothers. Todo el sistema present¨® problemas. Y a partir de ese momento se produjo un corte de confianza, y eso nos afect¨® porque somos enormemente dependientes de la financiaci¨®n exterior. Cuando est¨¢bamos bien, la gente nos prestaba dinero; pero a partir de esa p¨¦rdida de confianza poco a poco la gente dej¨® de hacerlo. Hab¨ªa que devolver la situaci¨®n espa?ola a una posici¨®n de mayor normalidad.
P. ?Usted cree que ya nos salen las cuentas?
R. Las cuentas salen siempre. La econom¨ªa es muy tozuda. Si tienes que pedir dinero en el exterior, tienes que generar confianza. Yo creo que se han sentado las bases para que esa confianza exista. A corto plazo todav¨ªa asumiremos un d¨¦ficit importante, porque desde hace muchos a?os estamos pidiendo dinero en el exterior para llevar a cabo grandes obras en este pa¨ªs. Yo creo que en este momento estamos en el equilibrio necesario del dinero en este pa¨ªs.
P. Ya no est¨¢ pendiente de las estad¨ªsticas. ?C¨®mo se vive la vida fuera del ministerio?
R. Llevo un ritmo de trabajo muy parecido al que ten¨ªa anteriormente. Me levanto temprano. Y hay multitud de cosas en donde las estad¨ªsticas ciertamente est¨¢n ah¨ª. Yo no tengo la perspectiva de tiempo vac¨ªo, m¨¢s bien al contrario. Aparecen nuevos temas, asuntos del pasado, a los que antes no prestaba atenci¨®n. Por ejemplo, todo el asunto de la deuda exterior, Europa, el concepto de globalizaci¨®n, c¨®mo ha de reajustarse el mundo...
P. ?Y hacia d¨®nde vamos?
R. A un cambio de posiciones relativas de los pa¨ªses como consecuencia de la crisis. Esto lo que pone de relieve tambi¨¦n es un cambio de estructuras institucionales que responden al modelo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Y ahora empiezan las costuras a romperse. Hay elementos estables: Estados Unidos sigue siendo la potencia dominante, ya no tan dominante. Pero hay un principio de multipolaridad en el mundo. La segunda potencia es Asia, que es mucho m¨¢s que China: es India, es Jap¨®n, sigue siendo Jap¨®n. Y es importante saber qu¨¦ es Europa, la Europa sin Rusia. Eso de que Europa es un factor dominante en el mundo debemos quit¨¢rnoslo de la cabeza, y si adem¨¢s pretendemos cada uno jugar un papel por el inter¨¦s nacional creo que nos ir¨¢ mucho peor. Me preocupa que en muchas ocasiones nos centremos tanto en este pa¨ªs. Necesitamos jugar un papel m¨¢s a nivel mundial para seguir siendo parte importante de ese universo.
P. Usted ha trabajado con Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, Adolfo Su¨¢rez, Fernando Abril Martorel, Miguel Boyer, Felipe Gonz¨¢lez... ?C¨®mo le ha hecho esa gente?
R. Con Fern¨¢ndez Ord¨®?ez estuve seis a?os, cuando est¨¢bamos preparando todo el aparato europeo. Le guardo gran cari?o y respeto. Trabaj¨¦ muy bien con Felipe Gonz¨¢lez... Y luego he trabajado con el [actual] presidente del Gobierno... Y es verdad que muchas veces las diferencias generacionales hacen que no se enfoquen los temas apropiadamente.
P. ?Eso afect¨® a su relaci¨®n con Zapatero?
R. Tenemos dos conceptos distintos, y evidentemente siempre hubo ese problema de diferencia generacional en nuestra forma de ver las cosas. Mi relaci¨®n con Jos¨¦ Luis [Rodr¨ªguez Zapatero] es buena en t¨¦rminos racionales, no hay un problema en t¨¦rminos personales; s¨ª hay un problema de repente en conceptos m¨¢s t¨¦cnicos de la pol¨ªtica, y tenemos una aproximaci¨®n distinta de la pol¨ªtica.
P. ?Est¨¢ contento con el balance de su vida?
R. Cada uno vive la vida que va viviendo, no la vida que le hubiese gustado vivir, porque en cada opci¨®n que tomas dejas de lado otras. Yo no ando echando la vista atr¨¢s. Me he divertido haciendo cosas. S¨ª, estoy satisfecho.
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