Adi¨®s al verano, hola al calor
Dandy Warhols culminan la temporada estival con una vigorizante tormenta de decibelios
Fin de fiesta en el est¨ªo mel¨®mano madrile?o. Tras la org¨ªa de los Veranos de la Villa y dem¨¢s saraos nada desde?ables, el de Dandy Warhols era anoche el ¨²ltimo trago potable en el aluvi¨®n musical capitalino antes de la larga traves¨ªa del desierto agoste?o. Con los Warhols se nos entremezcl¨® el gustirrin¨ªn con la nostalgia, la buena onda moment¨¢nea con el v¨¦rtigo de asomarse al calendario y solo divisar muchos kil¨®metros c¨²bicos del vac¨ªo m¨¢s absoluto. Si usted, musiquero del foro, tiene oportunidad, sopese este breve consejo: huya.
Con el cuarteto de Portland est¨¢ garantizado el ingrediente psicod¨¦lico desde los 30 segundos, el tiempo (escaso) que tarda el guitarrista Peter Holmstrom en hundir el pie en el pedal wah-wah y provocar la primera gran tormenta de distorsiones. Courtney Taylor masca chicle mientras canta con voz de bar¨ªtono chulesco, como un Lou Reed echado a perder, y Zia McCabe toca los teclados con una sola mano, lo que le permite prenderse la izquierda del bolsillo del vaquero y bailar con un movimiento marcial de piernas, tal que si anduviera sobre la cinta est¨¢tica del gimnasio. Esto es lo que se llama pose.
Los Warhols prescinden del bajo el¨¦ctrico, doblan las guitarras y consiguen as¨ª un sonido m¨¢s espeso, emborronado y envolvente. Despu¨¦s de todo un mes de conciertos para viejunos, la chavaler¨ªa vio llegado el momento de lucir camisetas de tirantes, despendolarse y ponerse a chorrear adrenalina. Sobre todo cuando a los 55 minutos atron¨® Bohemian like you, el himno malote por el que, para bien o para mal, ser¨¢n siempre recordados.
La cancioncita convierte a estos chicos en candidatos eternos a las recopilaciones de one hit wonders, esos grupos que solo obtienen un gran ¨¦xito. Sin embargo, otros aldabonazos en su repertorio, caso de We used to be friends, a¨²nan la chispa y chuler¨ªa necesarias como para haber tenido m¨¢s fortuna. No hubo nada parecido a una balada hasta el quinto tema, The new country, incursi¨®n en el country alternativo que les acerca al universo de Uncle Tupelo, y se explayaron en su vertiente m¨¢s oscura con I love you, pieza obsesiva ("No puedo dormir por las noches y me siento como una mierda") que, evidentemente, les aleja de los c¨¢nones amorosos.
Fue una despedida divertida, ruidosa y a ratos camionera para el verano musical. Ahora solo nos queda el calor, el bochorno sin consuelo ni paliativos. Lo dicho: o huimos o lo sobrellevamos. Mal que bien.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.