Jo, el capit¨¢n motero de los Escullos
S¨®lo se llega sabiendo y, en una primera visita, mejor ir con cicerone. Tomando el desv¨ªo hacia el camping de Los Escullos, en N¨ªjar (Almer¨ªa), tan s¨®lo hay que dejarse guiar por las tibias y carabela de las banderas negras que indican la proximidad del territorio Jo. Este franc¨¦s ha convertido el desierto de Los Escullos en uno de los lugares preferidos del sector motero internacional.
Lleg¨® hace 20 a?os, primero a San Jos¨¦ donde "no hab¨ªa ni calles, ni pasos de cebra", recuerda. Ahora, el bullicio es el que impide ver los pasos de cebra. Le pareci¨® haberse encontrado con el para¨ªso y montado en su Harley Davidson -la segunda, porque la primera se qued¨® en un duro accidente- se instal¨® junto a tres palmeras, donde naci¨® el Bar de Jo. Despu¨¦s de 17 a?os su m¨¢xima sigue siendo el respeto y la libertad. "Aqu¨ª la gente puede hacer lo que quiera, nadie le mira ni se mete", defiende, mientras se escucha una arm¨®nica procedente de una de las mesas situada al lado. Desde el acomodador de turismos que ilumina con su linterna un reservado de tierra sobre el que poder dar descanso a los veh¨ªculos, la distribuci¨®n al aire libre del local y los elementos decorativos que emplea (hasta una ba?era transportada desde la casa de un amigo suizo de Jo); todo es original e inusual y enamora a primera vista. Jo abre poco despu¨¦s de las nueve de la noche y cierra entre las dos y las tres de la madrugada. A esas horas no deja pasar a nadie m¨¢s y baja o quita la m¨²sica al tiempo que ofrece una ¨²ltima consumici¨®n. Sin prisas ni agobios. All¨ª el tiempo se detiene mientras se disfruta de una copa a ritmo de blues y rock de los buenos. Jo ofrece historias, un espacio natural rodeado de palmeras, anonimato, discreci¨®n, m¨²sica en directo y un elixir servido desde un barril que contiene un ingrediente secreto, como el famoso refresco de cola. El peregrino que viaja en moto desde otros mundos tiene a su disposici¨®n el peque?o taller de Jo, que ha hecho de la suya su alter ego. "Tu moto es como t¨² eres", teoriza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.