"Aminetu, como La Roja, vencer¨¢"

"Cuando llev¨¢bamos a Aminetu al avi¨®n, los periodistas se hab¨ªan organizado perfectamente: grabadoras al suelo, fot¨®grafos y c¨¢maras atr¨¢s. Todos sonre¨ªan con l¨¢grimas en los ojos que reflejaban su compromiso. Y yo pensaba ?esta, esta es la foto! ?Desde aqu¨ª!". La periodista Edi Escobar (Jerez, 1966) acapar¨® portadas de manera involuntaria el pasado diciembre mientras paseaba y ayudaba a la activista saharahui Aminetu Haidar. Fue su mano derecha durante 32 d¨ªas eternos de trasiego, m¨®viles echando humo y ruedas de prensa para divulgar la huelga de hambre de Haidar, que a media voz venci¨® en su duro pulso con los Gobiernos marroqu¨ª y espa?ol.

Escobar amplific¨® la batalla de Haidar para regresar a El Aai¨²n, la ciudad de donde fue expulsada, pero sobre todo contribuy¨® a la causa del independentismo saharaui, que en un mes recuper¨® la difusi¨®n medi¨¢tica que la actualidad a menudo le niega. Ese mes le hizo replantearse su trabajo en una agencia de comunicaci¨®n, y desde entonces se ha tomado un respiro para dedicar todo su tiempo al activismo prosaharaui. Ya era amiga de Haidar, pero la convivencia en el aeropuerto de Lanzarote afianz¨® lazos. "Aminetu es una mujer muy firme, con unos valores muy s¨®lidos y una voluntad inquebrantable frente al Gobierno marroqu¨ª, que durante la crisis siempre mantuvo una actitud impredecible y un poco absurda", recuerda.

"Es complejo luchar contra un pa¨ªs que paga campa?as en medios espa?oles"

Las primeras jornadas se olvid¨® de comer y trabajaba 24 horas al d¨ªa: atend¨ªa a Haidar, filtraba entrevistas, negociaba la mejora de condiciones de los despachitos del aeropuerto donde durmieron y coordinaba el peque?o ej¨¦rcito de voluntarios, pol¨ªticos, abogados y periodistas alrededor de la activista saharaui. Todo con mucha mano izquierda y dos m¨®viles, uno de los cuales se fundi¨® de tantas llamadas antes de volver a la Pen¨ªnsula.

Hoy Escobar sigue sin querer protagonismo, ya que siempre ha estado detr¨¢s de las c¨¢maras. Al hablar, transmite con franqueza su orgullo al haber participado en una lucha por la dignidad "que no tiene ning¨²n lado oscuro". Sobre esos d¨ªas, relata que el mayor reto como ayudante personal fue evitar los disparos de las c¨¢maras, que da?aban a la activista debido a su fotofobia. "Aminetu se pas¨® cuatro a?os en una celda marroqu¨ª con una venda en los ojos. Y durante la huelga, en esa situaci¨®n de debilidad, los flashes eran dolorosos". ?Tuvo la tentaci¨®n de pedirle que desistiera? "No hab¨ªa lugar para decirle 'come'. Era muy duro porque la ve¨ªa deteriorarse, y al final me daba miedo porque le dol¨ªa todo y se te volv¨ªa cada vez m¨¢s fr¨¢gil".

Durante la estancia en el aeropuerto canario, Escobar recuerda que la actitud de las autoridades fue en ocasiones hostil, como cuando intentaron cachear a los activistas antes de ducharse y pusieron trabas a la precaria estancia del grupo en el aer¨®dromo. Un mes con momentos excepcionales como la visita de Jos¨¦ Saramago, que recuerda con cari?o.

La periodista censura los titubeos del Gobierno espa?ol, que considera que no supo manejar las presiones de Marruecos y su responsabilidad sobre la ex colonia espa?ola. "Al principio se lo tomaban como una actitud caprichosa de Aminetu. Exteriores solo la presionaba para resolver la cuesti¨®n en vez de encarar los otros frentes. Cuando un Gobierno tiene claras sus cosas, es mucho m¨¢s fuerte. Y el Ejecutivo espa?ol dice que apoya, pero luego no hay impulsos para que la soluci¨®n emerja". Para Escobar, Espa?a deber¨ªa abanderar la resoluci¨®n del conflicto igual que Portugal hizo con Timor Oriental.

De las injusticias que considera comete Marruecos, le enerva sobre todo c¨®mo logr¨®, con el respaldo de Francia, que la misi¨®n de la ONU para el S¨¢hara Occidental no incluya la vigilancia del respeto a los derechos humanos. Y recuerda "lo complejo que es luchar medi¨¢ticamente contra un pa¨ªs que despliega campa?as en televisiones y peri¨®dicos espa?oles", pese al apoyo masivo que recibe de artistas, internautas, periodistas y contados pol¨ªticos. ?Y ahora? "Si se tiene voluntad todo se puede solucionar. Pienso que el pueblo saharaui, y Aminetu -a pesar de los golpes recibidos-, como La Roja, vencer¨¢n y se respetar¨¢ su voluntad".