Sesi¨®n de tarde en Yen¨ªn
Conocida en el pasado como cantera de los suicidas palestinos, la ciudad cisjordana recupera su ¨²nico cine
Que un periodista vaya a Yen¨ªn y escriba una noticia positiva es una rareza. Si encima la noticia es cultural, resulta casi inaudito. Pero ayer Yen¨ªn, en otros tiempos ciudad-cantera de los suicidas palestinos, amaneci¨® engalanada. La ocasi¨®n no era para menos. El ¨²nico cine de una ciudad sin apenas lugares de esparcimiento abri¨® sus puertas. Cientos de curiosos se arremolinaban a primera hora de la tarde ante la reluciente alfombra roja, bajo un sol abrasador, a la espera de la llegada del primer ministro palestino, Salam Fayad, la activista Bianca Jagger y otras personalidades que apoyan el proyecto.
La mayor¨ªa de los habitantes est¨¢n encantados con la novedad, pero tambi¨¦n los hay que recelan de la iniciativa extranjera. En el mejor de los casos piensan que va a perjudicar a la cultura local y en el peor, que en la nueva pantalla se va a poder ver porno blando. El joven Raed Nur, que curiosea en los alrededores, es uno de ellos. "Este cine no encaja en nuestra sociedad. No es una buena idea. Acabar¨¢n ense?ando escenas de sexo y en contra de la resistencia palestina", sostiene este universitario que apoya al movimiento islamista Ham¨¢s. Unos metros m¨¢s all¨¢, otro joven, que como Nur no ha visto en toda su vida una pel¨ªcula en la gran pantalla, est¨¢ muy emocionado ante la sesi¨®n que le espera en una de las 400 butacas burdeos con patas de hierro. "Hoy ser¨¢ mi primera vez", dice.
El alem¨¢n Marcus Vetter se embarc¨® en el proyecto tras rodar un documental
Se estren¨® con la pel¨ªcula sobre el ni?o Ahmed Khatib, tiroteado por error
Este cine naci¨® a ra¨ªz de Coraz¨®n de Yen¨ªn, el documental con el que se inaugur¨® la sala y que cuenta la historia del ni?o de Yen¨ªn Ahmed Khatib. En el a?o 2005, Ahmed ten¨ªa 12 a?os y muri¨® por los disparos del Ej¨¦rcito israel¨ª, que confundi¨® su pistola de juguete con un arma real. Los padres de Ahmed donaron los ¨®rganos de su hijo, que terminaron salvando la vida de seis israel¨ªes.
La historia dio la vuelta al mundo y el director alem¨¢n Marcus Vetter rod¨® un documental, que logr¨® importantes premios. Estaba contento y pens¨® en proyectar la cinta en Yen¨ªn para que sus protagonistas pudieran verse. Pero hab¨ªa un problema. En aquella ciudad de 70.000 habitantes, el cine hab¨ªa cerrado hac¨ªa 23 a?os, durante la primera Intifada. No ten¨ªa donde proyectarla. Fue cuando empez¨® a rondarle la idea de reconstruir la sala y abrirla, ajeno al reguero de dificultades con las que ¨¦l y sus socios ?Ismail Khatib, padre de Ahmed, y Fakhri Hamad? se topar¨ªan.
Desalojar a las miles de palomas que se hab¨ªan hecho fuertes en el ruinoso edificio fue lo de menos. Conseguir financiaci¨®n fue lo m¨¢s complicado. El Gobierno alem¨¢n y el bajista Roger Waters (ex Pink Floyd) acabaron entrando a lo grande en el proyecto cuando ya parec¨ªa que todo se iba al garete. Despu¨¦s vino lo de la poblaci¨®n local. Montaron talleres y se ganaron poco a poco su confianza. Les aseguraron que no se proyectar¨¢n pel¨ªculas er¨®ticas.
Cuenta Vetter que con el cine pretende enviar "un mensaje de esperanza" y "alternativas de ocio" a los chicos palestinos. "Pero tambi¨¦n he querido combatir los prejuicios que existen sobre Yen¨ªn. La gente me dec¨ªa que estaba loco, que esto era muy peligroso, pero me di cuenta de que no es verdad y de que la gente en Yen¨ªn est¨¢ muy aislada del resto del mundo".
Yen¨ªn fue en 2002 escenario de fieros combates entre israel¨ªes y palestinos en los que murieron decenas y otros tantos perdieron sus casas, arrambladas por los bulldozers del Ej¨¦rcito. Hace meses que una cierta paz se ha instalado en la localidad. Los milicianos, desmovilizados, ya no recorren las calles armados, y la polic¨ªa palestina mantiene a raya a la poblaci¨®n. Ayer, los agentes corr¨ªan de un lado para otro con chaleco antibalas y uniforme de camuflaje.
Riad Getban es el padre de la ni?a que recibi¨® el coraz¨®n del peque?o Khatib. Es druso y hoy ha venido desde el norte de Israel con su hija para asistir a la inauguraci¨®n. Su presencia es una prueba de la mejor¨ªa de la libertad de movimientos en algunas zonas de Cisjordania, como Yen¨ªn, con la desaparici¨®n de checkpoints y controles israel¨ªes. "Este cine es una idea estupenda. Y es m¨¢s importante todav¨ªa que sirva para dar a conocer la historia de Khatib", opina en el patio del cine. "Es importante que el mundo sepa que historias como la de Khatib pueden suceder, que palestinos, jud¨ªos o drusos, da igual, somos capaces de convivir".
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