Cataclismo global
Mosc¨² proh¨ªbe exportar trigo, mientras naufraga en la gesti¨®n de los incendios forestales
Rusia est¨¢ sufriendo este verano una de las peores estaciones de incendios de su historia. La mayor sequ¨ªa de los ¨²ltimos 50 a?os y las m¨¢s altas temperaturas registradas en los ¨²ltimos 130 a?os est¨¢n en el origen de m¨¢s de 800 incendios forestales, que han devastado numerosos pueblos y aldeas y producido m¨¢s de medio centenar de v¨ªctimas mortales. El humo contaminante que cubre una amplia regi¨®n rusa, en la que se incluye la propia capital, ha obligado a suspender vuelos, cerrar aeropuertos e incluso suspender la actividad de empresas. Algunas embajadas han empezado a retirar parte de su personal ante las pocas expectativas de que la cat¨¢strofe amaine.
Instalaciones militares, dep¨®sitos de materiales nucleares y bases de lanzamiento de misiles se hallan en el radio de riesgo de los incendios, algo que multiplica su potencial destructivo y pone a prueba, de momento con resultados adversos, la capacidad de las autoridades rusas para enfrentarse a situaciones tan extremas. La regi¨®n de Bryansk, fronteriza con Ucrania y contaminada por la cat¨¢strofe de Chern¨®bil, corre peligro si se reactivan por el calor los restos nucleares dispersos en la superficie.
Los efectos de este calor tan intenso se han hecho notar ya en el mercado mundial de los cereales. El primer ministro Vlad¨ªmir Putin, en previsi¨®n de la ca¨ªda de la producci¨®n causada por la sequ¨ªa y los incendios, ha prohibido la exportaci¨®n de cereales en 2010, desencadenando una subida de los precios que puede repercutir en el precio mundial de los alimentos.
No son ¨²nicamente factores naturales los que explican la intensidad de estos incendios. Con independencia de lo que pueda haber influido el calentamiento global, no parece ofrecer dudas de que la disminuci¨®n dr¨¢stica de los cuerpos de guardabosques y bomberos rurales, las pol¨ªticas forestales privatizadoras y las reformas administrativas aplicadas por Putin explican las dificultades para prever y luego apagar los incendios. El devastador efecto de los incendios se ha hecho notar en la propia administraci¨®n de un Estado incapaz de gestionar con eficacia y buena coordinaci¨®n una emergencia de esta envergadura. Han empezado algunas destituciones en las escalas inferiores, pero en el actual sistema nadie puede esperar que las consecuencias de la cat¨¢strofe se extiendan hacia m¨¢s arriba y lleguen a afectar a quienes son los m¨¢ximos y m¨¢s efectivos responsables de tan mala gesti¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.