Argentina duplica la tasa de abortos de Latinoam¨¦rica
Human Rights Watch denuncia que la falta de medios lleva a la clandestinidad
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Cuatro de cada diez embarazos en Argentina terminan en abortos, seg¨²n un informe de la organizaci¨®n de derechos humanos Human Rights Watch presentado ayer. Las interrupciones voluntarias del embarazo se siguen produciendo a pesar de que en Argentina solo est¨¢n despenalizadas en caso de violaci¨®n para las mujeres discapacitadas mentales o si la salud de la madre corre grave riesgo. As¨ª, la mayor¨ªa de los abortos se realizan de manera ilegal y muchas veces en condiciones deplorables, una situaci¨®n que se repite en la mayor¨ªa de los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, donde las legislaciones tambi¨¦n son muy restrictivas pero donde las cifras no son tan duras como en Argentina.
En estos pa¨ªses, de media, alrededor del 20% de los embarazos termina en aborto (Espa?a est¨¢ en un 18%), seg¨²n la directora de activismo de la divisi¨®n de derechos de las mujeres de la ONG, Marianne M?llmann.
Cuatro de cada 10 embarazos son interrumpidos de manera voluntaria
La fuerte resistencia de las iglesias cat¨®lica y evang¨¦lica ha influido en que solo Cuba, Puerto Rico y Guyana cuenten con normas liberales sobre el aborto. En el resto de pa¨ªses la situaci¨®n es dram¨¢tica. Chile, El Salvador, Nicaragua y Honduras proh¨ªben cualquier tipo de aborto (incluso el que se practica para salvar a la madre). En el resto de pa¨ªses de la regi¨®n se admite la interrupci¨®n voluntaria del embarazo solo en casos excepcionales como el de violaci¨®n o grave peligro para la salud de la embarazada.
Pero ni siquiera en todos esos lugares se cumplen las leyes para esos casos. La prohibici¨®n, adem¨¢s, solo logra que las intervenciones -que se siguen realizando- se hagan en situaci¨®n de mayor inseguridad para la mujer. Se calcula que en Am¨¦rica Latina se producen alrededor de 4,5 millones de abortos clandestinos al a?o. El 21% acaba con la muerte de la mujer.
"Ninguna mujer se queda embarazada para abortar", declar¨® M?llmann, que incidi¨® en el caso argentino. La organizaci¨®n estadounidense de derechos humanos atribuye el alto n¨²mero de abortos en ese pa¨ªs a la falta de un programa de salud sexual y al acceso deficiente a los m¨¦todos anticonceptivos. Falla, afirman, la puesta en marcha del programa nacional para este asunto que adopt¨® en 2005 el Gobierno de N¨¦stor Kirchner y que inclu¨ªa programas de educaci¨®n y el acceso a f¨®rmulas contraceptivas.
Lagunas que la propia organizaci¨®n comprob¨® en una investigaci¨®n de campo. Human Rights Watch asegura en su informe que los centros de salud de los barrios de chabolas suelen carecer de anticonceptivos para repartir entre las mujeres pobres. En 2008, por ejemplo, no se distribuyeron anticonceptivos durante varios meses porque los f¨¢rmacos estaban paralizados por un tr¨¢mite administrativo en la aduana argentina.
Salvando los escollos log¨ªsticos, la ONG atribuye esa falta de pol¨ªticas espec¨ªficas a cuestiones hist¨®ricas de Argentina. Uno de los padres de la Constituci¨®n de 1853, Juan Bautista Alberdi, dec¨ªa que "poblar es gobernar". Una idea que pervive en muchos. Algunos pol¨ªticos y directores de hospitales de ese pa¨ªs, de 40 millones de habitantes y un territorio cinco veces mayor al de Espa?a, han repetido la frase a los investigadores de la ONG estadounidense. De hecho, Argentina fue, en 1985, uno de los ¨²ltimos pa¨ªses latinoamericanos en levantar la prohibici¨®n de los anticonceptivos.
Carencias que pueden explicar los entre 460.000 y 600.000 abortos que se producen al a?o en ese pa¨ªs. Una realidad invisibilizada por la penalizaci¨®n que algunos intentan sortear. El ex ministro de Salud Gin¨¦s Gonz¨¢lez Garc¨ªa, por ejemplo, puso en marcha una gu¨ªa para la atenci¨®n de abortos no punibles, que obliga a los m¨¦dicos a mantener una actitud m¨¢s profesional hacia las mujeres que han abortado. Algo similar a lo que se hace en Chile, donde la ex presidenta Michelle Bachelet impuls¨® una normativa para que los m¨¦dicos de los hospitales p¨²blicos no pudieran denunciar a las mujeres que hubieran abortado ni tampoco negarles su ayuda.
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Dif¨ªcil panorama
- Despenalizado. Cuba, Puerto Rico y Guyana permiten el aborto. En M¨¦xico solo el Distrito Federal tiene una ley de plazos que ha reducido la mortalidad por abortos clandestinos.
- Prohibici¨®n. Chile, El Salvador, Nicaragua y Honduras proh¨ªben el aborto en todos los casos. En Chile y Nicaragua, adem¨¢s, sus anteriores leyes que permit¨ªan el aborto terap¨¦utico fueron reformadas para vetarlo.
- Supuestos. Otros pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, como Argentina, Costa Rica, Per¨² y Ecuador lo autorizan para salvar la vida de la mujer o en casos de violaci¨®n.
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