Los 'correbous' toman el Ebro
Amposta, en medio de la pol¨¦mica, programa en sus fiestas 40 actos taurinos
Apenas un mes despu¨¦s de que el Parlament aprobara la abolici¨®n de las corridas de toros a partir de 2012, los correbous campan a sus anchas por las comarcas del Ebro, que celebran este fin de semana el grueso de sus fiestas mayores. La Generalitat ha autorizado esta temporada 200 actos taurinos, en una treintena de poblaciones en su inmensa mayor¨ªa al sur de la provincia de Tarragona. Solo Amposta acoge unos 40 actos. Todos los partidos, salvo Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA), est¨¢n a favor de blindar estos encierros al alegar su fuerte arraigo entre la poblaci¨®n y al no suponer, en contraste con las corridas, la muerte del toro.
"Dimos un gran ejemplo como pa¨ªs con la abolici¨®n de los toros y hemos perdido una ocasi¨®n de seguir avanzando en la misma l¨ªnea al no prohibir los correbous", lamenta Dolors Camats, portavoz de ICV. Frente a la postura conocida de ecosocialistas y de las plataformas que defienden a los animales, se alza con firmeza la voz de alcaldes, diputados, senadores y asociaciones protaurinas y ganaderas de las comarcas del Ebro que ven amenazado su ancestral festejo. Los parlamentarios convergentes de la zona arrancaron incluso la semana pasada a su l¨ªder Artur Mas un compromiso p¨²blico en favor del blindaje.
Los protaurinos consideran que con el manual de buenas pr¨¢cticas, recogido en la futura ley de los correbous, se asegurar¨¢ que los toros sufran lo menos posible. No lo consideran precisamente as¨ª las entidades a favor de los animales, que creen que esas pr¨¢cticas son sencillamente una tortura. El grupo Asociaci¨®n Nacional para la Protecci¨®n y el Bienestar de los Animales (ANPBA) present¨® en julio un contencioso-administrativo contra los correbous al argumentar que la Ley de Protecci¨®n de los Animales proh¨ªbe que se inflija da?o a los animales al tiempo que les reconoce "sensibilidad f¨ªsica y ps¨ªquica", por lo que proh¨ªbe causarles "sufrimientos, ansiedad o miedo".
Tras la celebraci¨®n de las fiestas mayores en julio de varios municipios del Ebro, como Sant Carles de la R¨¤pita, ahora les toca el turno a Amposta y Deltebre. En el programa de celebraciones de la capital del Montsi¨¤ aparecen una cuarentena de actos taurinos. Son de tres tipos: los bous caplla?ats (ensogados), a los que se les ata una soga alrededor de los cuernos para arrastrarlos por la localidad. El cartel de las fiestas de Amposta recoge como primer gran acto taurino la llegada ma?ana del bou caplla?at por el Pont Penjant. Despu¨¦s figuran los toros embolats, a los que se les coloca una tea de fuego en los cuernos y, por ¨²ltimo, los encierros. Las fiestas duran nueve d¨ªas -desde ma?ana al d¨ªa 24-, y comprenden 17 toros de fuego y cuatro de cuerda y un concurso que medir¨¢ la destreza de los emboladors. Amposta est¨¢ en alerta y Josep Garriga, concejal de Gobernaci¨®n, dijo que la Agrupaci¨®n de Comisiones y Pe?as Taurinas del Ebro se movilizar¨¢ en favor de la fiesta: "Nos consta que quieren colgar muchas pancartas en la plaza para que la gente se d¨¦ cuenta de que amamos esta fiesta y de que queremos defenderla".
El Ayuntamiento estima que el bou caplla?at puede reunir a 4.000 personas. Deltebre tambi¨¦n se est¨¢ engalanando estos d¨ªas y el cartel de su fiesta mayor es elocuente: un toro con las astas con fuego. El citado municipio ha programado una decena de actos taurinos. Estos d¨ªas se celebran tambi¨¦n las fiestas de Alcanar y en julio, en L'Ampolla, coincidiendo con las fiestas del Carme, se suele situar una plaza con arena en el espig¨®n del puerto; en ella los j¨®venes sortean a la vaca arroj¨¢ndose al mar. El animal muchas veces acaba tambi¨¦n en el agua, de donde es recogido para volver a empezar. En Camarles, en julio, muri¨® una vaquilla durante las fiestas.
Los correbous no son exclusivos de la zona del Ebro. Tambi¨¦n se celebran en Roses, Olot, Cardona y Vilanova i la Geltr¨². La plataforma Prou!, impulsora de la abolici¨®n de los toros, ha querido mantenerse al margen de los encierros por razones tan pragm¨¢ticas como posibilistas. El grupo sosten¨ªa que la sociedad catalana hab¨ªa madurado lo suficiente la abolici¨®n de los toros a diferencia de los correbous.
Sin embargo, su supervivencia est¨¢ en entredicho por la paralizaci¨®n de la ley que deb¨ªa protegerlos: el PP la impugn¨® ante el Consejo de Garant¨ªas Estatutarias, que aval¨® su ajuste al Estatuto y a la Constituci¨®n. Pero la acci¨®n retras¨® la tramitaci¨®n de la ley, que no pudo ser votada en el ¨²ltimo pleno antes del verano. Acabada la legislatura, la ley queda en el aire, y los partidos deber¨¢n tramitarla de nuevo si quieren blindar los correbous. Sus partidarios est¨¢n intranquilos: temen que, tras las corridas, su afici¨®n sea la pr¨®xima en ser prohibida.
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