Pensamiento cr¨ªtico en la 'caja tonta'
En un corcho de la oficina de los productores de Mad Men han colgado una felicitaci¨®n. No es la en¨¦sima carta an¨®nima, sino una manuscrita del propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Cualquier asesor de imagen -qui¨¦n sabe si ha sido ocurrencia de uno- apoyar¨ªa esta expresi¨®n de entusiasmo, porque hoy la pasi¨®n por cierta televisi¨®n es cool. Algunas series, calificadas por algunos como "la mejor narrativa americana actual", no son un fen¨®meno nuevo, hay que remontarse al 2002 con el estreno de The Wire. Aunque s¨ª lo es el comportamiento de la audiencia. Han descubierto que hay vida m¨¢s all¨¢ del visionado de un cap¨ªtulo de cualquiera de estas series. Ellas te ponen a prueba. Hace tiempo que el espectador no aguarda la entrega semanal y se indigesta con un atrac¨®n de episodios. Ahora, adem¨¢s, gracias a Facebook y Twitter, disfruta de un contacto directo con los actores, productores y guionistas; intercambia impresiones en los foros cibern¨¦ticos y tiene acceso a los detalles m¨¢s inauditos en unas webs oficiales cada vez m¨¢s completas. Un caldo de cultivo que ha propiciado una avalancha de libros sobre unas series que invitan a la reflexi¨®n.
"Apuestan por una nueva forma de narrar, no tan simplista y sensacionalista, muy cr¨ªtica con la sociedad", dice Iv¨¢n de los R¨ªos
"Twitter o Facebook son un mundo. Yo me twitteo con los actores o con los guionistas. Hay una revoluci¨®n desde hace un a?o en la que tienen cabida los libros y cualquier medio de comunicaci¨®n. Es muy divertido, pero tambi¨¦n un poco loco porque hay mucho y hay que ir descartando", cuenta entusiasmada Maril¨® Garc¨ªa, coordinadora de series Cineman¨ªa y bloguera (yonomeaburro.blogspot.com). "Por ejemplo, despu¨¦s de las nominaciones de los Emmys en Twitter hab¨ªa actores que se quejaban. El periodista est¨¢ dejando de ser el intermediario". Su blog, centrado en las series, recibe 4.000 visitas diarias con picos de 15.000.
La periodista propuso, sin fortuna, a un sello editorial escribir un libro sobre la moda en las series. "Las editoriales tienen miedo a lo nuevo", dice convencida. "Los productores ahora son tambi¨¦n los guionistas y eso es muy importante. Cuando t¨² haces un producto y pones la pasta, intentas que sea un fen¨®meno". El resultado es que se adelantan informaciones para caldear el ambiente y se editan, al igual que en las superproducciones juveniles, gu¨ªas oficiales de las series.
?Y por qu¨¦ no antes la reflexi¨®n en las series? Las reglas publicitarias generaban espectadores perezosos, vendidos a un entretenimiento tan puro como hueco. Hasta que lleg¨® el canal de pago HBO con su eslogan "esto no es televisi¨®n" y rompi¨® los c¨¢nones. No estaba obligado a rendir pleites¨ªa a los anunciantes, sino a presentar sus respetos a una audiencia dispuesta a costear un producto vanguardista. "No hay nada que te sirva de pa?o caliente respecto a una historia triste, una historia airada, una historia subversiva, una historia perturbadora", observa David Simon, productor de The Wire, una serie "sobre la porci¨®n de Estados Unidos que hemos desechado".
"La literatura de series no es solo un fen¨®meno fan que vive del fetichismo, sino que quien se enfrente a estas obras ver¨¢ que aqu¨ª se est¨¢n dilucidando formas distintas de la narrativa audiovisual contempor¨¢nea", sostiene Xavier P¨¦rez, profesor de narrativa audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra. "HBO fue una gran apuesta experimental. Hab¨ªamos pasado una ¨¦poca en la que parec¨ªa invariable que la serialidad televisiva se basaba en un esquema de un mundo estable que se desequilibra y que al final vuelve a la estabilidad original", agrega P¨¦rez. "Sus guionistas empezaron a declarar que se hab¨ªan inspirado en series como Berlin Alexanderplatz (basada en la novela de Alfred D?blin), de Rainer Werner Fassbinder, que presentaban un mundo en permanente descomposici¨®n", subraya P¨¦rez, coautor con Jordi Ball¨® de Yo ya he estado aqu¨ª. Ficciones de la repetici¨®n (Anagrama, 2005). Durante muchos a?os, P¨¦rez pens¨® que Twin Peaks, de David Lynch, y The Kingdom, de Lars von Trier, ser¨ªan siempre una excepci¨®n en esa concepci¨®n desintegradora.
?Hablamos de las series como si fueran Arte, con may¨²sculas? "Es muy complicado, porque el arte es lo que los hombres dicen que lo es y, sobre todo, las instituciones legitimadas para decirlo. Es un producto comercial, pero de calidad m¨¢xima intelectual, pol¨ªtica y est¨¦tica", opina Iv¨¢n de los R¨ªos, profesor de filosof¨ªa contempor¨¢nea en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. "Apuestan por una nueva forma de narrar, no tan simplista y sensacionalista. Una expresi¨®n muy cr¨ªtica sobre la sociedad que las engendra".
La caja tonta (o lista) y los fil¨®sofos de nueva hornada han creado un t¨¢ndem muy rentable en Estados Unidos, un pa¨ªs de gran tradici¨®n en ensayos de cultura popular. Las series son la excusa para explicar conceptos filos¨®ficos -un vade retro para el lector medio- y que, sin embargo, pica el anzuelo por su afinidad televisiva. "Este tipo de libros continuar¨¢. Titular con el nombre de la serie y luego a?adir "... y la filosof¨ªa", es una idea que naci¨® en 1999 con Seinfeld. Ahora hay m¨¢s de cincuenta libros. Son inteligentes, para fans inteligentes de una cultura popular inteligente. La televisi¨®n no es para peleles", sostiene William Irwin, profesor de Filosof¨ªa en el King's Collage de Pensilvania, autor de esa primera obra (Seinfeld and Phisosophy: a Book about Everything and Nothing) y coeditor de Los Simpson y la filosof¨ªa. La m¨¢xima de Homer: "Si lo intentas y fracasas la lecci¨®n es: nunca lo intentes".
"No se requiere tener un background filos¨®fico. Intentamos que el p¨²blico sea capaz de pensar de una forma m¨¢s cr¨ªtica, y que vea que muchas de las preguntas que se plantea en sus series se han debatido d¨¦cadas", explica Henry Jacoby, autor de La filosof¨ªa de House. Todos mienten. "Ser¨ªa estupendo si despu¨¦s de leernos alguien se interesa por la filosof¨ªa". "Hay muchas cuestiones filos¨®ficas planteadas en House. Como es obvio, algunas relacionadas con la ¨¦tica m¨¦dica. House usa la l¨®gica para resolver puzles. Pero no son las ¨²nicas", prosigue Jacoby. Al estadounidense le ha salido un competidor en Espa?a: el manual de autoayuda Dr. House. Gu¨ªa para la vida, de Toni de la Torre.
"La tradici¨®n de apelar a la cultura popular para explicar y discutir la filosof¨ªa nos hace volver a S¨®crates. ?l hablaba en t¨¦rminos de la mitolog¨ªa popular y analog¨ªas agr¨ªcolas", compara Irwin. "La mayor¨ªa de los fil¨®sofos comprenden que con estos libros tratamos de difundir la filosof¨ªa como ¨¦l. A veces me topo con algunos prejuicios, pero no permito que me fastidien".
"La divulgaci¨®n cient¨ªfica vende. Uno no compra un libro de Arist¨®teles porque nos resulta un pe?azo, pero si ves en la librer¨ªa Arist¨®teles en 20 minutos, te engancha", argumenta De los R¨ªos. "Aunque s¨ª hay filosof¨ªa en Los Simpson. Por ejemplo, las paradojas de la omnipotencia de Bart. Nadie me escucha si yo afirmo: 'En la teolog¨ªa medieval se dec¨ªa: si Dios existe y es omnipotente crear¨ªa una piedra que ser¨ªa incapaz de mover... '. Pero te llega si lo pones en boca de Bart: '?Podr¨ªa Jesucristo calentar en el microondas un burrito tanto que fuera incapaz de com¨¦rselo?". De los R¨ªos ha participado en dos libros de factura nacional: The Wire. 10 dosis de la mejor serie de televisi¨®n y Los Soprano forever. Antimanual de una serie de culto, ambos en Errata Naturae.
"Estos libros tienen una mezcla de rigor intelectual y humor, a veces con mala leche. Se ha intentado, y creo que conseguido, que los ensayos tuviesen la altura intelectual de los guiones", explica De los R¨ªos. El editor de Errata Naturae, Rub¨¦n Hern¨¢ndez, no tiene intenci¨®n de publicar muchos m¨¢s: "No queremos especializarnos en series. Tiene que surgir un libro muy en nuestra l¨ªnea editorial". The Wire arranca con un pr¨®logo de David Sim¨®n. El productor y periodista de sucesos no se anda con chiquitas: "La pauta que sigo para intentar ser veros¨ªmil es muy sencilla (la vengo siguiendo desde que empec¨¦ a escribir ficci¨®n): que se joda el lector medio". Prosigue con una conversi¨®n entre Simon y el Nick Horby (Alta fidelidad), que pasaron una tarde en Londres hablando del proceso de escritura, de Baltimore, de la m¨²sica y del deporte. Le dan el relevo siete ensayos de Rodrigo Fres¨¢n, Iv¨¢n de los R¨ªos y Margaret Talbot, entre otros. Y el volumen se cierra con El confidente, un in¨¦dito de Georges Pelecanos, uno de sus guionistas.
Mientras tanto, Los Soprano forever propone diferentes ¨¢ngulos de la vida de esta familia mafiosa de Nueva Jersey: su relaci¨®n con Dios, el sexo, el mal o la obesidad. Ideas que se desgranan de la mano de De los R¨ªos, Fres¨¢n, Fernando Delafuente. Ignacio de Castro Rey y Fernando Castro Fl¨®rez. "Los Soprano es un buen producto que est¨¢ sobredimensionado porque sufrimos aburrimiento dom¨¦stico", plantea este ¨²ltimo, quien se niega a un "arresto domiciliario" para ver series.
Los Soprano. Temporada dos. Un tipo feliz. Tony (el protagonista): "Tengo el mundo cogido por las pelotas y no dejo de sentirme como si fuera un puto pringado". "?Qu¨¦ opinar¨ªan Plat¨®n, Arist¨®teles, los estoicos o los epic¨²reos de la felicidad de este gordo criminal?", se preguntan en Los Soprano y la filosof¨ªa (Richard Greene y Peter Vernezze). "No creo que la gente necesite saber m¨¢s de Los Soprano, pero hay un mont¨®n de cuestiones que explorar. Nuestros ensayos versan sobre qu¨¦ nos puede decir Los Soprano acerca de la filosof¨ªa y de nosotros mismos. La gente est¨¢ interesada en la cultura popular porque no vivieron el pasado. Es algo que hay que estudiar ahora", explica Richard V. Greene, de la Weber State University, coeditor de la obra.
"Est¨¢ haciendo televisi¨®n una generaci¨®n que ya naci¨® con ella, y eso influye y beneficia", se felicita Rodrigo Fres¨¢n, quien participa tambi¨¦n en Los Soprano forever. "No escribir¨ªa guiones, son un planeta diferente. Bueno s¨ª, si me lo pidiese alguien de quien soy fan, pero seguro que luego me arrepentir¨ªa", asegura este forofo de Bob Esponja.
Los enigmas de Perdidos (Lost), la paranoia en la isla del Pac¨ªfico, con osos polares y un humo negro asesino, genera mucha literatura. "Es normal porque la serie plantea lo siguiente al espectador: 'Tienes que saber m¨¢s si quieres entrar en mi mundo'. Es una m¨¢quina de producir otras interpretaciones y un complemento son los libros. No podemos ver Perdidos como vemos una pel¨ªcula o un sit com", razona Simone Regazzoni, autor de Perdidos. La filosof¨ªa. "Tenemos que participar en la creaci¨®n de ese mundo. Y para hacerlo necesitamos leer y escribir, conocer a otras personas que viven en ese mundo. Mi libro es una forma de participar en el juego narrativo de este mundo. Tiene, como en un videojuego, distintos niveles de dificultad".
"Perdidos no es filosof¨ªa popular, pero un fil¨®sofo puede hacer filosof¨ªa popular con la serie. Hay todav¨ªa demasiados prejuicios. El fil¨®sofo cl¨¢sico intelectual (que no sabe qu¨¦ est¨¢ ocurriendo en la cultura popular) se resiste a la televisi¨®n. Se entiende que no pueda cambiar su paradigma intelectual, pero la nueva generaci¨®n de fil¨®sofos (bad guys para los acad¨¦micos) est¨¢ preparada para trabajar con las series, los c¨®mics o la pornograf¨ªa", prosigue Regazzoni. El profesor de la Universidad Cat¨®lica de Mil¨¢n es coautor tambi¨¦n de un ensayo sobre House y otro de Harry Potter que Duomo publicar¨¢ este septiembre.
Se esperaba para estas fechas la edici¨®n inglesa, pero la Enciclopedia Lost, tan ansiada por los fans, ver¨¢ la luz en oto?o. Ha trascendido que intentar¨¢ explicar todos los enigmas y misterios en sus 400 p¨¢ginas, con m¨¢s de 1.500 fotos. El final tan abierto de la emisi¨®n defraud¨® a muchos que conf¨ªan en cerrar muchas inc¨®gnitas con su lectura, como han prometido los productores. Grijalbo sacar¨¢ a la venta la versi¨®n en espa?ol. Llu¨ªs Alba y Miguel P¨¦rez, del blog Zumbarte, sab¨ªan que su baza frente a la Enciclopedia Lost era el tiempo. As¨ª que el mismo d¨ªa de la despedida, tras seis temporadas, entregaron su volumen Perdidos. La gu¨ªa definitiva a Dolmen, editor desde 2006 de otros cuatro libros sobre la serie. "Tiene 400 p¨¢ginas, con an¨¢lisis de cada cap¨ªtulo. No hacemos elucubraciones personales, ni nos hacemos eco de las teor¨ªas de otros", cuenta Alba.
Don Draper, el publicista neoyorquino protagonista de Mad Men, tiene siempre en su escritorio media docena de camisas almidonadas. Todo lo que ve o toca es elegante y, pese a lo que podr¨ªa parecer, nada es insustancial en la serie favorita de Barack Obama. Se retrata las costumbres sociales y pol¨ªticas de cambio de los a?os sesenta en Estados Unidos (la identidad y la autenticidad del feminismo, la libertad o la felicidad) con tal profundidad que Irwin es tambi¨¦n editor de otro libro Mad Men and Philosophy: nothing is as it seems (Paperback, 2010). Los ni?atos malhablados y corrosivos de South Park han sido tambi¨¦n merecedores de tres libros que, como el primero, no han llegado a Espa?a. Y de otros irreverentes, la familia animada m¨¢s conocida del mundo, se acaba de editar El Evangelio seg¨²n los Simpson. El libro, escrito por Mark A. Pinsky, un periodista jud¨ªo que sirvi¨® al Ej¨¦rcito israel¨ª, muestra como Bart y compa?¨ªa se mofan de la religi¨®n organizada pero, al mismo tiempo, abrazan la fe para hacer frente a su frustraci¨®n social.
El tiempo demostrar¨¢ si la literatura de series ha llegado para quedarse. Por lo pronto, pocos niegan que las series son una compa?¨ªa un poco adictiva. De los R¨ªos lo resume: "No sabemos qu¨¦ hacer con nosotros mismos y necesitamos consumir productos que nos den la ilusi¨®n de que queda algo para ma?ana".
Yo ya he estado aqu¨ª. Ficciones de la repetici¨®n. Jordi Ball¨® y Xavier P¨¦rez. Anagrama. Barcelona, 2005. 198 p¨¢ginas. 19 euros. The Wire. 10 dosis de la mejor serie de televisi¨®n. VV. AA. Introducci¨®n de David Simon. Ilustraciones de David S¨¢nchez. Errata Naturae. Madrid, 2009. 238 p¨¢ginas. 16,90 euros. Perdidos. La filosof¨ªa. Simona Regazzoni. Traducci¨®n de Mar¨ªa ?ngeles Cabr¨¦. Duomo Ediciones. 133 p¨¢ginas. 19,90 euros. Perdidos. La gu¨ªa definitiva. Dolmen. Llu¨ªs Alba y Miguel P¨¦rez. Dolmen. Barcelona, 2010. 460 p¨¢ginas. 20 euros. El Evangelio seg¨²n los Simpson. Mark A. Pinsky. Selector. M¨¦xico, 2010. 330 p¨¢ginas. 19,50 euros. Los Soprano y la filosof¨ªa. Richard Greene y Peter Vernezze. Traducci¨®n de Mar¨ªa Ruiz de Apodaca. Barcelona, 2010. 266 p¨¢ginas. 19,50 euros. Los Soprano forever. Antimanual de una serie de culto. VV AA. Traducci¨®n de In¨¦s Ant¨®n. Errata Naturae. Madrid, 2009. 169 p¨¢ginas, 16,90 euros. Dr. House. Gu¨ªa para la vida. Toni de la Torre. Now Books. Barcelona, 2010. 7,50 euros. La filosof¨ªa de House. Todos mienten. William Irving y Henry Jacoby. Selector. M¨¦xico, 2009. 248 p¨¢ginas. 15 euros. Los Simpson y la filosof¨ªa. William Irwin, Mark T. Conard y Aeon J. Skoble. Traducci¨®n de Diana Hern¨¢ndez. Blakie Books. Barcelona, 2009. 415 p¨¢ginas. 22 euros.
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