Veraneo en agua a 40 grados
Nuevas instalaciones consolidan en Ourense el turismo de balneario, una mezcla de vacaciones y terapia
El interior de Galicia tiene un veraneo con olor a azufre en el ambiente y 40 grados de temperatura en el agua del chapuz¨®n. Un veraneo entre verdes arboledas y el refrescante runr¨²n del r¨ªo que, en realidad, esconde un drag¨®n en sus entra?as. Un veraneo hecho de los jirones del estoicismo de quienes combaten la infernal temperatura atmosf¨¦rica sumergi¨¦ndose, al aire libre, en el hervor de un agua termal hiriente -sale a 55 grados cent¨ªgrados, aunque se rebaja hasta los 40- colmada, eso s¨ª, de mil propiedades curativas.
En Prexigueiro, en la parroquia de Francelos (a tres kil¨®metros de Ribadavia y en l¨ªmite con la provincia de Pontevedra), han inaugurado hace apenas unas semanas un balneario como un nido de p¨¢jaros en medio del bosque. Y ya no dan abasto.
"Es bueno para la piel, la artritis y los huesos", dice un empleado
Tras el chapuz¨®n, unos vinos por el Ribeiro colman un d¨ªa de interior
Una construcci¨®n de l¨ªneas sencillas con cafeter¨ªa abierta al monte planta al visitante en el rinc¨®n virgen del para¨ªso: ¨¢rboles, r¨ªo, charcas, cielo y p¨¢jaros elevan el esp¨ªritu. Una sensaci¨®n de bienestar s¨®lo mancillada por el hilo musical de una FM empe?ada en vaciar sobre la serena belleza natural los prosaicos ¨¦xitos musicales del momento.
El olor a huevo podrido, la garant¨ªa del sulfuro en las aguas, recibe a los ba?istas. Al menos una docena -la mayor¨ªa madrile?os, catalanes, vigueses y de la misma comarca de O Ribeiro- toman el furioso sol ourensano en sus tumbonas.
Tras el ba?o solar, el termal. Varias pozas bautizadas con nombres japoneses permiten al ba?ista una m¨ªnima elecci¨®n cent¨ªgrada: entre los 36 y los 40 grados de calor. Para tonificar, y para evitar tambi¨¦n el posible baj¨®n de tensi¨®n, el veraneante puede alternar el remoj¨®n ardiente sumergi¨¦ndose tras ¨¦l en una charca helada. Y, despu¨¦s, ponerse otra vez unos minutos despanzurrado al sol obtuso para retomar m¨¢s tarde el ciclo ag¨¹ista. Christian atiende sonriente y sol¨ªcito la entrada al balneario termal, que estar¨¢ abierto todo el a?o y que, adem¨¢s de las charcas exteriores, ofrece spa, jacuzzi y ba?eras en cubierto con opci¨®n de masaje y de vinoterapia a base de menc¨ªa y treixadura.
Prexigueiro, como el resto de los balnearios que circundan las comarcas de O Carballi?o y O Ribeiro -una ruta en espiral que contin¨²a por la ciudad y la provincia- cura el alma y las afecciones del cuerpo. Christian enumera las propiedades de su centro: "Estas aguas son buenas para la piel, para los huesos y para la artritis, entre otras cosas". "Pasan por ser las mejores de Galicia y de Espa?a", explica el encargado.
Pero esta ma?ana de agosto acosador, los ba?istas pagan cinco euros tanto por la entrada a las charcas exteriores como por media hora de ba?era de hidromasaje antiestr¨¦s bajo techo. "No me pongas el agua demasiado caliente, la quiero templada", indica al recepcionista un cliente de edad que s¨®lo busca el bienestar de la abstracci¨®n por el relax terap¨¦utico. El agua de la surgencia no se rebaja con agua fr¨ªa. Simplemente, se la remansa con la espera. Se le da tiempo para que escape el vapor que la caldea.
Para el termalismo ourensano, los meses de verano, como la Semana Santa, son temporada alta. Desde que abri¨® sus puertas el pasado 29 de julio, Prexigueiro recibe una media de 100 ba?istas diarios. Un centenar de veraneantes que buscan alojamiento en las pr¨®ximas Ribadavia o Carballi?o, cuando no en Vigo o en los domicilios de sus propios familiares ourensanos. El turismo de hotel no es el fuerte de la provincia de Ourense.
La surgencia del r¨ªo brota a 55 grados cent¨ªgrados. Los vecinos de la comarca que no quieren pagar por tomar las aguas, se lanzan al refrescante cauce en busca de las sulfurosas bocanadas que esconde. Pozos de calor infernal refrescados por el agua helada de un r¨ªo sombreado. En la terraza de la cafeter¨ªa, en la antesala del para¨ªso, entre el olor a azufre y el chunda-chunda del altavoz, una pareja se toma unos refrescos con sus peque?os antes de acceder a ese tratamiento de fr¨ªo extremo-calor abrasador que oferta el veraneo termal del interior.
"Es una maravilla; no es apto para embarazadas ni gente con problemas de coraz¨®n, pero es una sensaci¨®n fuera de serie", comenta uno de los empleados, natural de la zona, que ha disfrutado durante de a?os de las cualidades de esta surgencia. Los de dentro resisten en las ba?eras con olor a menc¨ªa, o en el jacuzzi, el tiempo de su bono mientras que los ba?istas de las pozas inician el nuevo ciclo, una especie de viacrucis que depura alma y cuerpo al mismo tiempo.
Por la tarde, unos vinos por el Ribeiro colman el veraneo pac¨ªfico interior, alejado de arenas, toallas y oleaje.
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