"La m¨²sica es lo que me conmueve, lo que me hace templar y bailar"
Eva Yerbabuena (Eva Garrido, Francfort, 1970) ha marcado, desde sus inicios en el baile, un hito en el flamenco. Ayer dio otro paso m¨¢s con su actuaci¨®n en los jardines de Sabatini. Ha seguido el camino de otros bailaores que fueron renovadores de este arte como Mario Maya, con quien tuvo la oportunidad de aprender en sus inicios. Pero pronto estableci¨® un lenguaje propio, personal, influido por otras danzas pero profundamente flamenco. Mientras prepara un espect¨¢culo que estrenar¨¢ en la pr¨®xima Bienal de Flamenco de Sevilla, un montaje inspirado en la capacidad para moldear un recuerdo de la infancia, recorre incansable la geograf¨ªa espa?ola con su arte.
Yerbabuena es un espect¨¢culo de los que aparece en la definici¨®n de flamenco, ese del que se dice que se deja llevar por la impronta del momento, y que cuenta con los elementos b¨¢sicos de este arte: una guitarra, una voz y una bailaora. "Es un espect¨¢culo que no tiene pr¨¢cticamente gui¨®n", explica. "Los tres elementos del flamenco, el baile, el toque y el cante, est¨¢n muy presentes". No es la primera vez que lo hace, pero alternarlo con sus grandes coreograf¨ªas le hace disfrutar m¨¢s de su profesi¨®n.
"Quiero hablar de la mente, la imaginaci¨®n y el cuerpo"
La m¨²sica, por tanto, tendr¨¢ una presencia esencial, y no solo ser¨¢ el acompa?amiento a los pasos de esta creadora granadina nacida, casi por accidente, en Alemania. "El baile sin el cante y la guitarra no se puede hacer", explica, "la m¨²sica es lo que me conmueve, es lo que me hace empezar a templar y arrancarme a bailar". En el grupo que le acompa?a estar¨¢ Paco Jarana, su compa?ero en el flamenco y en la vida. "?l sabe qu¨¦ quiero y qu¨¦ necesito en cada momento", afirma.
Ser¨¢ su primera vez en los jardines de Sabatini pero no en Madrid, donde ha tenido oportunidad de representar, en diferentes teatros de la capital, en diferentes momentos de su vida, muchos de sus espect¨¢culos. El ¨²ltimo fue Lluvia, que bail¨® con gran ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico en el Teatro Espa?ol el a?o pasado. "Creo que lo que m¨¢s me gusta del flamenco es que no se nota d¨®nde est¨¢s. La gente recibe el flamenco con much¨ªsimas ganas est¨¦s donde est¨¦s", dice.
Premio Nacional de Danza en 2001, Yerbabuena cre¨® su compa?¨ªa en 1998, despu¨¦s de haber trabajado desde los 12 a?os con artistas de la talla de Mario Maya, Javier Latorre o Merche Esmeralda. Pertenece a una generaci¨®n que se ha dejado contaminar por otras danzas para enriquecer su baile, y de esa contaminaci¨®n nace quiz¨¢s una mayor profundidad flamenca. Viaj¨® hasta La Habana para estudiar coreograf¨ªa y ha tenido una relaci¨®n muy especial y cercana con Pina Bausch, bailarina y creadora alemana. "Trabajar con otros compa?eros te enriquece, hace sobre todo que no te limites, que tengas la visi¨®n mucho m¨¢s abierta. Aprendes qu¨¦ es lo m¨¢s importante".
Uno de los lugares que ha visitado este verano con su baile es el Festival de Teatro Cl¨¢sico de M¨¦rida. Fue la encargada del espect¨¢culo de inauguraci¨®n que, dado que la tem¨¢tica del festival era el agua, fue Lluvia. "Fue impresionante. El de M¨¦rida es un escenario con much¨ªsima fuerza y con una historia que te conmueve, lo sientes, te vienes arriba, es tan grande que crees que te puede por momentos", explica emocionada. "Hay momentos que te sientes como una diosa, es un sitio muy m¨¢gico".
Como m¨¢gica es para ella la Bienal de Flamenco de Sevilla, donde ha estrenado todos sus espect¨¢culos menos uno, Lluvia, que hizo por primera vez en el Festival de Jerez del a?o pasado. "Para m¨ª la Bienal es muy importante, es mi casa, nunca me han negado un sitio siendo de Granada. Yo llam¨¦ a la puerta y me la han dejado abierta desde mis inicios", dice. El espect¨¢culo que presentar¨¢ lleva por t¨ªtulo Cuando yo era... Parte de una experiencia personal, un recuerdo de la infancia que tiene que ver con la guerra civil, pero que cambia con el tiempo. "El espect¨¢culo cuenta c¨®mo estas an¨¦cdotas van cambiando a lo largo del tiempo, c¨®mo se le van a?adiendo cosas cuando se van contando despu¨¦s. Quiero hablar de la mente, la imaginaci¨®n y el tiempo", explica.
La an¨¦cdota de la que parte es el recuerdo de escuchar a su abuela, cuando era una ni?a, contar c¨®mo se llevaron a su padre, el bisabuelo de Eva, en plena guerra civil, y ya nunca m¨¢s volvi¨®. "No es cualquier an¨¦cdota, es un recuerdo fuerte, algo que le cambi¨® la vida. Recuerdo c¨®mo ella pod¨ªa contar algo tan fuerte y al mismo tiempo lo cotidiano de su vida, c¨®mo viajaba en cuesti¨®n de segundos de algo que realmente le marc¨® a la vida al d¨ªa a d¨ªa".
De momento, el gui¨®n est¨¢ hecho y trabaja mano a mano con Paco Jarana, responsable de la direcci¨®n musical, y con Juan Ruesga, arquitecto y escen¨®grafo, responsable de la direcci¨®n de escena. "Ahora estamos coreografiando y sacando m¨²sica y baile a todas horas, pensando c¨®mo contar cada escena".
La bailaora Eva Yerbabuena mostr¨® ayer en Madrid su peculiar espect¨¢culo, en el que se acompa?a de varios cantaores, en un escenario de los Jardines de Sabatini completamente abarrotado. La actuaci¨®n sorprende desde el primer minuto, cuando un hombre entre el p¨²blico se arranca a cantar. Despu¨¦s llega el torbellino de energ¨ªa de la bailaora, nacida en Francfort.
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