Adi¨®s a la pandemia
Al declarar el fin de la gripe A, la OMS reconoce errores de comunicaci¨®n y de clasificaci¨®n
La gripe A, producida por el virus H1N1, ha dejado de ser noticia oficialmente desde que hace unos d¨ªas la Organizaci¨®n Mundial de la Salud declarara el fin de la pandemia mundial. La epidemia hab¨ªa cesado de actuar en Europa y en Espa?a en enero, pero la OMS ha querido esperar hasta la efectiva desaparici¨®n en todo el mundo para darla por terminada. Aunque las cifras reales no se conocer¨¢n hasta dentro de un a?o, los casos registrados son de 18.449 muertes en 214 pa¨ªses (271 en Espa?a), unas cifras por debajo de los efectos mortales de las gripes estacionarias que se declaran cada a?o.
La directora de la OMS, Margaret Chan, ha sacado sus lecciones de los 16 meses de alarma mundial. Y lo que es m¨¢s importante, la OMS ha demostrado con su gesti¨®n, seg¨²n palabras de su propia directora general, que no han funcionado con suficiente eficacia ni la comunicaci¨®n ni el sistema de clasificaci¨®n de la pandemia, en el que se tiene en cuenta la expansi¨®n de la enfermedad, pero no su gravedad.
No le ser¨¢ f¨¢cil a la OMS responder a las cr¨ªticas que asocian su alarmismo con los intereses de las empresas farmac¨¦uticas que han fabricado las vacunas y han obtenido sustanciosos contratos, m¨¢s a¨²n cuando, como acaba de saberse, hubo seis de los 16 asesores sobre la gripe que declararon conflictos de intereses al ser reclutados. Espa?a lleg¨® a encargar 37 millones de dosis, aunque al final rebaj¨® la petici¨®n a nueve millones, de los que solo us¨® tres. Pero hicieron bien la organizaci¨®n mundial y las Administraciones de la salud de los distintos pa¨ªses en plantearse el peor escenario, por la rapidez del contagio y los interrogantes iniciales sobre eventuales mutaciones del virus.
Terminada la pandemia, es el momento de analizar la estrategia seguida. Las cr¨ªticas que pueda suscitar la OMS no son de actuaci¨®n r¨¢pida y de rigor en su acci¨®n preventiva, sino justo las contrarias. En el futuro debe actuar con mayor transparencia y deslindar claramente sus decisiones de los intereses de las farmac¨¦uticas. Y es urgente una clasificaci¨®n m¨¢s afinada de las epidemias. Esta es la segunda alarma sanitaria mundial de estos ¨²ltimos 10 a?os, despu¨¦s de la gripe aviar que se declar¨® a principios de la d¨¦cada. Los errores cometidos y la interferencia de intereses econ¨®micos en las decisiones van tambi¨¦n a cuenta de la dif¨ªcil gesti¨®n de la seguridad sanitaria global, una asignatura nueva para los Gobiernos y para la OMS.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.