Sant Roque cede su cabecera
La cofrad¨ªa de Llodio elige por vez primera en cuatro siglos a una mujer para presidir su comida anual - La designada es una monja que trabaj¨® en C¨¢ritas
La Cofrad¨ªa de Sant Roque de Llodio ha roto este verano con una de sus tradiciones m¨¢s arraigadas: el veto a la mujer en la comida que celebra cada ¨²ltimo domingo de agosto. Al hito hist¨®rico -atr¨¢s han quedado cuatro siglos de exclusiva presencia masculina- de sentar por primera vez a una cofrade a la mesa, se une ahora la elecci¨®n por la hermandad de otra mujer, esta vez una religiosa, para que presida el almuerzo anual.
El Mayordomo de la Cofrad¨ªa, Jos¨¦ Luis Navarro, adelant¨® ayer la decisi¨®n y subray¨® a EL PA?S que "va a ser la primera vez que las mujeres participan, y en lugar de una [en referencia a Est¨ªbaliz Gorostiaga, la ¨²nica cofrade que, de momento, ha solicitado estar presente en la comida] lo van a hacer dos".
"Las mujeres estamos luchando por participar en la vida p¨²blica", afirma sor Marina
Si Gorostiaga podr¨¢ ocupar una silla en el almuerzo, entre otras cosas por las denuncias del Ararteko y de la Defensor¨ªa de Igualdad y la decisi¨®n del Obispado vitoriano, Marina Ad¨¢mez Mart¨ªnez, tendr¨¢ un hueco por una decisi¨®n exclusiva de la Cofrad¨ªa. Navarro explic¨® que el hecho de invitar a una mujer a presidir la comida supone "el reconocimiento p¨²blico m¨¢s importante" que hace la Cofrad¨ªa. "Y eso aunque hayamos tenido al lehendakari o a otras personas. Este a?o la persona que considero que ha demostrado mejores valores humanos para estar en un acto de este estilo es esta mujer", resalt¨®.
Sor Marina, como la conoce todo el mundo en Llodio, naci¨® en Le¨®n. Antes que dar su edad prefiere indicar que hace 38 a?os lleg¨® al municipio alav¨¦s para hacerse cargo de C¨¢ritas. En junio pasado abandon¨® el que hasta entonces hab¨ªa sido su trabajo y ayer, de vacaciones, respond¨ªa abrumada a la llamada de este peri¨®dico: "Estoy muy contenta, no porque la elegida haya sido yo, sino porque las mujeres estamos luchando por participar en la vida p¨²blica".
Navarro destac¨® de sor Marina que es una persona a la que admira "y de la que se puede tomar ejemplo". "Ha atendido a enfermos, drogadictos, emigrantes y a todos los que lo necesitaban sin preguntarles si rezaban de una u otra manera". Adem¨¢s, el Mayordomo recalc¨® que es "el homenaje m¨¢s merecido que ha hecho nunca esta Cofrad¨ªa".
"Aunque se haya roto una barrera, a¨²n no s¨¦ si ha merecido la pena: el tiempo lo dir¨¢", apostill¨® Navarro, en referencia al levantamiento del veto a la mujer en el tradicional almuerzo. A ello a?adi¨® que "s¨ª se ha evidenciado la falta de demanda social para la participaci¨®n de las mujeres cofrades en la comida. S¨®lo una lo ha pedido: Est¨ªbaliz Gorostiaga, que es cofrade nueva y desea representar la voluntad de su padre [Pablo Gorostiaga, alcalde de Llodio por HB durante 12 a?os en tres mandatos separados en el tiempo] ocupando su lugar en la mesa. De esto s¨®lo me atrevo a hablar por m¨ª mismo, aunque s¨¦ que una importante mayor¨ªa me respalda. Agradezco su decisi¨®n, la recibo con todo cari?o y le aseguro que cuenta con mi afecto y apoyo m¨¢s sincero".
Gorostiaga ocupar¨¢ este a?o la silla de su padre, quien cumple desde 2007 una condena de 14 a?os de c¨¢rcel por el caso Ekin, el macrosumario contra el entorno etarra. A principios de agosto, ella misma explic¨® que tom¨® la decisi¨®n por expreso deseo de su progenitor, aunque lo hubiese podido hacer alguno de sus hermanos. Otras 14 muejres forman parte de la Cofrad¨ªa, entre m¨¢s de 400 miembros, y ninguna de ellas hasta la fecha ha solicitado participar en la comida del pr¨®ximo d¨ªa 29.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.