"?No podemos ni ayudar cuando los pacientes gritan de dolor!"
M¨¦dicos africanos se quejan de que no tienen ni morfina
?frica afronta el c¨¢ncer en precario. Su prevenci¨®n, tratamiento y cuidado paliativo ha resultado el gran marginado. La quimioterapia es hasta tres veces m¨¢s cara que en Occidente, menos de la mitad de los 53 pa¨ªses del continente tienes unidades de radioterapia y el acceso a morfina est¨¢ restringido. Se condena a los pacientes a agonizar con dolor y al personal sanitario a la impotencia.
"Esperemos que no haya que esperar a que ?frica sea l¨ªder en c¨¢ncer, como pas¨® con el sida, para que se pongan recursos", dice Paul Ndom, jefe del servicio de Oncolog¨ªa en el Hospital General de Yaound¨¦ y anterior presidente de la asociaci¨®n AORTIC (Organizaci¨®n Africana para la Investigaci¨®n y Educaci¨®n del C¨¢ncer), que atribuye el aumento del c¨¢ncer en el continente "al VIH, que facilita la extensi¨®n de c¨¢nceres infecciosos, a que la poblaci¨®n envejece o a que cuando Occidente proh¨ªbe el fumar, las tabacaleras buscan mercados en ?frica". Ndom ha creado en Camer¨²n la ONG Sochimio (Solidarit¨¦ Chimioth¨¦rapie) para abogar por el acceso al tratamiento porque "si en Europa, donde se hacen, ya son caros, aqu¨ª el precio se duplica o triplica. La mayor¨ªa de las familias no pueden permit¨ªrselo".
"No se ha prestado atenci¨®n al c¨¢ncer porque no se contaba entre las 10 causas m¨¢s elevadas de mortalidad en el continente", argumenta Anne Merriman, m¨¦dico brit¨¢nica con 30 a?os en ?frica, 17 de ellos en Uganda, "y ahora solo llegamos al 5% de los pacientes". Merriman, de 75 a?os, a?ade que la atenci¨®n sanitaria corre en muchos casos a cargo del enfermo, que retrasa la visita y llega cuando ya es tarde. "Y si no llega tarde, ?qu¨¦ m¨¢s da que te hagan una mamograf¨ªa si luego no te puedes operar o radiar?".
En Camer¨²n, con 20 millones de habitantes, "solo hay dos unidades de radioterapia, dos m¨¦dicos onc¨®logos y tres radioterapeutas. Y m¨¢s de la mitad de los pa¨ªses no tienen ni una m¨¢quina", recuerda Ndom, que incide en la necesidad de evitar la fuga de m¨¦dicos y enfermeras a pa¨ªses occidentales.
Lo que m¨¢s solivianta a los m¨¦dicos es no poder evitar el dolor a sus pacientes por las trabas legales para obtener morfina. "Los Gobiernos temen adicciones, pero hay que recordar que el c¨¢ncer es peor que el sida, el dolor no se va, crece. La gente muere en terribles agon¨ªas, cuando la morfina no es cara y morir sin dolor es un derecho", lamenta Merriman. Ndom la secunda: "?No podemos ni ayudar cuando los pacientes gritan de dolor! Es una situaci¨®n terrible para enfermos y m¨¦dicos que alguien deber¨ªa de explicar".
La brit¨¢nica, pionera en introducir servicios paliativos en Uganda y Kenia a trav¨¦s de la organizaci¨®n Hospice Africa explica las dificultades para los pacientes con dolor, pero tambi¨¦n para sus familias. "El olor de un c¨¢ncer de mama es de descomposici¨®n, no se aguanta en las casas, adem¨¢s de padecer por el sufrimiento de un ser querido, los tienen que apartar... No hay estigma por c¨¢ncer en ?frica, pero s¨ª miedo: a sufrir una muerte terrible".
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