'Victorinada' sin toros

El cierre de la feria donostiarra ten¨ªa el sello de corrida torista, porque en el cartel se anunciaron toros de Victorino Mart¨ªn. Y con esa expectaci¨®n acudi¨® la gente a Illumbe, con la ilusi¨®n de ver unos morlacos poderosos, que ofrecieran una tarde vibrante, como la del a?o pasado sin ir m¨¢s lejos. Pero lo que falt¨® precisamente fueron los toros. En ning¨²n momento fueron los victorinos que le han llevado a ser la m¨¢s importante ganader¨ªa del ¨²ltimo medio siglo. El pasado mi¨¦rcoles, la vacada del criador de Galapagar cumpli¨® 50 a?os desde su adquisici¨®n a Escudero Calvo y la de ayer no fue una celebraci¨®n de cumplea?os, pues los toros decepcionaron por falta de fuerzas y carencia de casta, lo suficiente para eliminar toda emoci¨®n del ruedo.

El encierro fue malo, pero Padilla y Ferrera tampoco estuvieron a la altura

Con todo, hubo dos toros para que los espadas hubieran realizado algo importante, pero ni Padilla ni Ferrera supieron sacarles juego. El jerezano abri¨® el cartel y pareci¨® limitado f¨ªsicamente; incluso visit¨® la enfermer¨ªa entre sus dos actuaciones. Es cierto que nada pudo hacer en su parado primero, pero debi¨® estar mejor ante el cuarto, un astado con muy poca fuerza que, sin embargo, aguant¨® en la muleta.

Fue muy protestado y pareci¨® que iba a ser devuelto. Padilla no le oblig¨® con la muleta y, cuando se dio cuenta de que ten¨ªa un buen pit¨®n izquierdo, decidi¨® ponerse a dar mantazos por alto sin ton ni son. Al final, anduvo a merced del toro, con un desplante en el que cruz¨® la plaza hasta que el astado quiso detenerse.

Tampoco apareci¨® Antonio Ferrera ante el quinto de la tarde, un astado que descubri¨® un buen pit¨®n izquierdo. Los naturales apuntaron a faena, pero el extreme?o neg¨® los deseos y opt¨® por las cercan¨ªas y un trasteo basado en no parar los pies. El toro, que de lejos tomaba la muleta, protest¨® en la proximidad.

A Urdiales le toc¨® en suerte el peor lote. Dos victorinos muy parados, con muy poca clase y que apenas permitieron estirarse al riojano. En el sexto debi¨® pedir explicaciones a su picador por recetar dos puyazos traseros, que en nada ayudaron a corregir los cabezazos del burel. Otro encuentro con el caballo m¨¢s delantero le habr¨ªa dejado en mejores condiciones. Urdiales solo le pudo robar unos cuantos pases ante el sopor del p¨²blico antes de dejar claro que tampoco iba a dominar al toro.

No fue el ep¨ªlogo que se merec¨ªa una feria donostiarra de buen nivel. Casi todos los d¨ªas han salido toros para cortarles las orejas. El garcigrande que no aprovech¨® Castella, el triunfo de Manzanares con los de N¨²?ez del Cuvillo, el que no acab¨® de cuajar El Cid en la tarde de Torrestrella y la buena corrida de Joselito. Pero ayer el p¨²blico entr¨® en la plaza para poner la guinda y se estrell¨® con la tarde m¨¢s sosa y con un dur¨ªsimo bochorno, que convirti¨® en una sufrida sauna el coso de Illumbe.