Di Mar¨ªa recompensa a la hinchada

El madridismo estaba aletargado en el bochorno veraniego, mirando la sucesi¨®n de cambios de Mourinho con desinter¨¦s, cuando le lleg¨® el bal¨®n a Di Mar¨ªa en el costado izquierdo. El extremo hizo un control orientado y con un amague se desprendi¨® de Sosa y R¨ªos. Aceler¨® en diagonal y, cuando pis¨® el ¨¢rea, el p¨²blico se emocion¨® ante la inminencia del disparo. Pero el flaco hizo como en el potrero. Esper¨® a Rodr¨ªguez, el central, y cuando intent¨® anticip¨¢rsele enganch¨® con la izquierda y con la derecha. Se fabric¨® un metro y cuando estuvo solo fusil¨® de un zurdazo. El gol compens¨® el precio de las entradas. Quedaba un rato de partido, pero la hinchada lo celebr¨® con el fervor con que se festejan los descubrimientos y los esfuerzos recompensados. Hasta entonces, la velada hab¨ªa ofrecido pocas satisfacciones a los aficionados madridistas, incr¨¦dulos ante el bullicio que provocaba la multitud de uruguayos en la tribuna. Di Mar¨ªa salv¨® la noche. El triunfo fue lo de menos.

Mourinho lamenta la lesi¨®n de Gago, elogia a Lass y Mateos y exige m¨¢s a Di Mar¨ªa

El Madrid repite el ejercicio desde hace a?os. Cada verano emprende una carrera contrarreloj persiguiendo su puesta a punto despu¨¦s de una primavera turbulenta. El entrenador es nuevo, la plantilla se transforma con numerosas altas y bajas, se alteran las jerarqu¨ªas del vestuario e incluso del palco. En pleno proceso de ajuste, la Liga se echa encima sin que el equipo acabe de encontrarse. Es lo que le ocurre a este Madrid. El grupo se ha reunido hace dos semanas y Mourinho no ha tenido tiempo para trabajar conceptos. Es lo que se reflej¨® en todos los partidos amistosos de agosto y ayer contra el Pe?arol, en el ¨²ltimo ensayo antes de la competici¨®n. A ?zil le cost¨® partir desde la izquierda, Khedira se desorient¨® a la hora de coordinarse con Alonso y Cristiano no logr¨® encontrarse con sus pasadores.

"Fue un entrenamiento m¨¢s", dijo Mourinho despu¨¦s; "vi cosas positivas y cosas menos positivas. Pero es as¨ª como se hacen los equipos. Y, como entrenamiento, es muy realista porque seguramente muchos equipos en la Liga jugar¨¢n como el Pe?arol. Todos, detr¨¢s del bal¨®n. Todos, cerrados, esperando salir al contragolpe, con agresividad. Y nosotros, a aprender a jugar de ese modo. Tenemos que tener paciencia y mejor circulaci¨®n del bal¨®n dando mayor amplitud al juego y presionando m¨¢s alto al adversario para darle menos tiempo de tenerlo. El contrario no puede tener cinco o seis segundos para tocar y pensar cada vez que sale jugando. Es bueno que hayamos terminado la pretemporada sin perder ning¨²n partido. Lo m¨¢s negativo ha sido la lesi¨®n de Gago, de rodilla, que parece importante".

Mourinho reiter¨® que no ha tenido tiempo para trabajar. "La pretemporada ha sido muy dif¨ªcil", lament¨®; "no hemos tenido tiempo y el mes que viene tampoco tendremos muchos entrenamientos entre la semana de selecciones y la Liga de Campeones".

El t¨¦cnico destac¨® el valor de Lass como lateral derecho, posici¨®n en la que jug¨® ayer. "Es mediocampista y, como tal, tiene facilidad para construir en la media", dijo. El portugu¨¦s resalt¨® tambi¨¦n la necesidad de defensas con cualidades en la construcci¨®n. En esta l¨ªnea, manifest¨® sus planes sobre el canterano Mateos, central del Castilla, que por tener 23 a?os no puede subir y bajar del filial al primer equipo. "Como no haremos m¨¢s fichajes", dijo, "si salen dos jugadores y nos queda una ficha, me gustar¨ªa hacer un hueco a Mateos porque es un central con facilidad para construir el juego. El Madrid necesita este tipo de jugador".

Para terminar, Mourinho critic¨® a la figura de la noche. Si las gradas elogiaban al argentino, ¨¦l le lanz¨® un dardo: "Pens¨¦ que Di Mar¨ªa estaba en una edad t¨¢ctica diferente. Cuando tiene espacios es muy desequilibrante. Pero sin espacios le cuesta. Todav¨ªa tiene mucho que aprender".