Woody Allen 'loves' Oviedo

Si durante el siglo XX Nueva York se ha beneficiado de la promoci¨®n tur¨ªstica de las pel¨ªculas de Woody Allen, el presente milenio ha visto c¨®mo el cineasta diversificaba escenarios y crec¨ªa el n¨²mero de ciudades agradecidas al ojo del creador de Manhattan o Hannah y sus hermanas: Londres, Oviedo, Avil¨¦s, Par¨ªs, Venecia, Barcelona... Allen (Nueva York, 1935) reconoce que si por ¨¦l fuera, no saldr¨ªa del pu?ado de manzanas que rodea su casa. Pero as¨ª se hubiera perdido al mejor promotor tur¨ªstico del cine reciente. "He hecho solo una pel¨ªcula en Manhattan en los ¨²ltimos seis a?os porque se ha vuelto muy caro rodar all¨ª", explica. Y eso ha llevado a que los fans de Allen hayan frecuentado casi tantos mundos distintos como los de Avatar. Por ejemplo, el Londres de Conocer¨¢s al hombre de tus sue?os, la nueva comedia de Allen, que se estrena en Espa?a este viernes y se antoj¨® ayer el pretexto ideal para el renovado canto de amor del cineasta por Oviedo. Y por los actores espa?oles. "Son muy buenos -he trabajado con Javier Bardem, Pen¨¦lope Cruz y Antonio Banderas [el malague?o participa en la ¨²ltima cinta]-, y han ganado popularidad en los ¨²ltimos a?os, son de los mejores del mundo. Hubo un momento en que los actores internacionales eran italianos, como Sofia Loren o Marcelo Mastroianni), luego franceses y suecos y ahora son espa?oles".

"Los int¨¦rpretes espa?oles est¨¢n entre los mejores del mundo"

"Si hay un buen papel en el que yo encaje, volver¨¦ a actuar"

El lunes por la noche, una docena de estudiantes extranjeros bailaba en uno de los pubs del centro hist¨®rico de la ciudad. Franceses, estadounidenses, rusas y alemanas, estudiantes de espa?ol avanzado en la capital asturiana. En medio de ellos, una chica indonesia: "Vi Oviedo en Vicky Cristina Barcelona y decid¨ª estudiar aqu¨ª". Nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar antes de Asturias. "?Que Allen est¨¢ hoy?", remataba ojipl¨¢tica.

M¨¢s a¨²n, esa tarde de lunes las dos hijas de Allen y Soon Yi se fotografiaron agarradas a la estatua del cineasta, ante la mirada divertida de su padre y el objetivo de su madre: un ejemplo de retru¨¦cano tur¨ªstico. El cineasta tiene una visi¨®n de sus superpoderes de convocatoria: "Cuando rod¨¦ en Barcelona, lo hice con ojos de turista, y vi la ciudad igual que cuando visito Par¨ªs, de manera rom¨¢ntica, como alguien que no la conoce profundamente. Puedo entender que esa visi¨®n provoque a otros turistas a acercarse a esa ciudad de la misma forma optimista".

Por ahora, Allen no volver¨¢ a Espa?a: "Me gusta la idea de trabajar en Europa. A mi familia tambi¨¦n le gusta. No s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢ con la siguiente: primero montar¨¦ Medianoche en Par¨ªs [cuyo rodaje acab¨® el s¨¢bado], y luego pensar¨¦ en la siguiente. Siempre que encaje con la historia podr¨ªa ser Nueva York, San Francisco o Europa. ?Espa?a? Madrid, San Sebasti¨¢n, Pamplona o Santander son muy pintorescas. S¨ª es cierto que mi carrera podr¨ªa dividirse en cine americano y un cine europeo. En EE UU no me tengo que limitar con lo que escribo. Si ruedo en Europa debo ser l¨®gico con la localizaci¨®n, en EE UU puedo hacer lo que quiero". Directivos de Mediapro, productora espa?ola que est¨¢ detr¨¢s de los ¨²ltimos t¨ªtulos del director, aseguran que ya est¨¢n negociando la pr¨®rroga del contrato que les une con Allen, aunque a¨²n les queda un t¨ªtulo m¨¢s por producir. Hay Woody europeo para rato.

El gui¨®n de Conocer¨¢s al hombre de tus sue?os -que cuenta con la participaci¨®n, adem¨¢s de Banderas, de Naomi Watts y Anthony Hopkins- recuerda a los momentos m¨¢s delirantes de la serie televisiva Enredo. Maduritos que se niegan a envejecer, esposas despechadas que creen en pitonisas, galeristas de buen ver, y mujeres de vida alegre. "?ltimamente me salen comedias: por nada en especial. A veces me salen m¨¢s divertidas, otras m¨¢s serias. S¨¦ que no soy muy original en lo que voy a decir, pero la gente tiene necesidad de evadirse de sus problemas diarios para seguir viviendo". En el libro Conversaciones con Eric Lax, Allen asegura que los guiones se le ocurren y los madura mientras se ducha por la ma?ana y que siempre tiene ideas: "No es duro rodar un filme al a?o. El problema es el dinero, y yo tengo suerte. Si tienes el presupuesto, no es un gran esfuerzo. Bergman y Bu?uel llegaron a rodar m¨¢s de una por a?o".

Y por supuesto, siempre habr¨¢ gente loca por trabajar con ¨¦l. "Cuando ofreces un personaje interesante, los actores no vienen por el dinero, sino porque les gusta interpretar y hacer personajes diferentes. No es dif¨ªcil juntar a un pu?ado de buenos en un casting, escoger a una persona adecuada a cada papel y luego rodar la pel¨ªcula. Tengo suerte de haber trabajo con los mejores. Nuestra colaboraci¨®n ha sido muy f¨¢cil y una gran experiencia. Si la historia lo pide, ser¨ªa un gran placer repetir con ellos". Otra cosa es que Allen, muy reticente a ponerse delante de las c¨¢maras en la ¨²ltima d¨¦cada, les acompa?e. "No crea, si hay un buen papel para m¨ª, en el que yo encaje, lo har¨¦".

A Allen pocos le llevan la contraria... pocos, pero alguien queda. Justo cuando se anunciaba la ¨²ltima pregunta, Allen responde al m¨®vil. Es la una de la tarde y Soon Yi Previn, su mujer, quiere saber d¨®nde esta: la conferencia de prensa ha empezado tarde por culpa de una de las actrices, Lucy Punch, y a esa hora deber¨ªa de haber terminado. Por megafon¨ªa se oye gritar a Soon Yi inquiriendo sobre el paradero de su esposo, mientras este, a duras penas, dice: "Te llamo, ahora te llamo".

Woody Allen, el asturiano