VEINTICINCO
Todo el puto d¨ªa gira alrededor de las clases del taller literario, donde, milagrosamente, logro establecer contacto con la piba que apareci¨® el primer d¨ªa de clase con un ejemplar de Me cago en mis viejos. Es una t¨ªa fea de la que un d¨ªa, cr¨¦etelo, comienza a salir una t¨ªa ca?¨®n. Como pertenezco a la clase de gilipollas que en el primer encuentro se abren en canal, le cuento que tengo la facultad de volverme invisible. A lo que ella responde que posee la de volverse visible. Deducimos que yo, desde la condici¨®n fundamental de masa, puedo ocasionalmente volverme energ¨ªa, mientras que ella, desde la condici¨®n fundamental de energ¨ªa, puede ocasionalmente volverse masa. La t¨ªa es enrollada. Dice que nos hemos encontrado en la frontera entre esos dos mundos (el de la energ¨ªa y la materia), justo en el instante en el que yo estaba ya medio invisible y ella medio visible. Dos mitades.
Con Elsa pierdo la virginidad, ya era hora, aunque de un modo confuso, borroso, embarullado
Elsa, as¨ª se llama, es tambi¨¦n de Madrid, pero se ha ido de casa de sus viejos y comparte piso, en Usera, con dos pibas que estudian Ayudante de Enfermer¨ªa, lo que seg¨²n deduzco es menos que Enfermer¨ªa. Al preguntarles por qu¨¦ no estudian directamente Enfermer¨ªa, una de ellas dice que por qu¨¦ no estudio yo directamente para Miguel Delibes, que acaba de palmar y todo el mundo, en la tele, dice que es cojonudo. Con Elsa pierdo la virginidad, ya era hora, aunque de un modo confuso, borroso, embarullado. Ella dice luego que yo he estado "gracioso". S¨¦ racionalmente que esa opini¨®n deber¨ªa hacerme da?o, pero irracionalmente me importa una higa. Lejos de lo que hab¨ªa cre¨ªdo, sigo haci¨¦ndome pajas con la misma desesperaci¨®n que cuando no follaba. ?Contra qui¨¦n co?o me masturbo? N. P. I.
Resulta que Elsa, a pesar del incidente del primer d¨ªa de clase, ha le¨ªdo Me cago en mis viejos I y Me cago en mis viejos II, es decir, mi obra completa. Y le ha gustado, as¨ª que echa pestes de nuestro profe, que a m¨ª, en cambio, comienza a molarme. Lo mismo que de la fea de Elsa ha salido una t¨ªa buen¨ªsima, del imb¨¦cil del profe ha nacido un t¨ªo legal, un sabio. Como pertenezco a esa clase de gilipollas, un d¨ªa, despu¨¦s de follar, revelo a Elsa que Carlos Cay soy yo y la cago, como se ver¨¢ enseguida.

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