La malograda herencia de los Anll¨®
La Generalitat mantiene tapiados en Sant Feliu de Gu¨ªxols nueve hoteles que recibi¨® en 2002 de dos solitarios empresarios
Cuando los hermanos Anll¨® murieron, sus trabajadores continuaron como si nada. Durante meses, recib¨ªan a los turistas, montaban las mesas, serv¨ªan el caf¨¦ con leche matutino, hac¨ªan las camas... Hasta que un d¨ªa lleg¨® un agente judicial y cerr¨® los hoteles porque ya no ten¨ªan due?o. Los propietarios, Joan y Francisco, no hab¨ªan dejado herederos. Los nueve hoteles y 22 inmuebles amasados con esfuerzo quedaron hu¨¦rfanos.
Esos locales siguen tapiados, con las ventanas y las puertas colmadas de cemento. Llevan ocho a?os as¨ª, en el coraz¨®n de Sant Feliu de Gu¨ªxols (Baix Empord¨¤), uno de los municipios m¨¢s importantes de la Costa Brava, sin hospedar a nadie. El alcalde de la poblaci¨®n, Carlos Motas, anunci¨® ayer que la subasta de las propiedades empezar¨¢ en diciembre. La Generalitat, heredera de los inmuebles, asegura que la tardanza se debe al tama?o y a la complejidad de la fortuna. El patrimonio, seg¨²n la ley, acabar¨¢ beneficiando a las entidades sin ¨¢nimo de lucro del municipio.
Los Anll¨®, ambos solteros, murieron en soledad. El 19 de febrero de 2002 el peque?o, Joan, falleci¨®. Ten¨ªa 74 a?os. Le encontraron muerto en uno de sus hoteles, el Panorama, v¨ªctima de una embolia. Poco despu¨¦s, a Francisco le diagnosticaron un c¨¢ncer de pulm¨®n. Fue fulminante. En menos de un a?o muri¨®.
Sin embargo, ninguno demostr¨® inter¨¦s por el futuro de los hoteles. Francisco sab¨ªa de su delicado estado de salud, pero ni as¨ª dej¨® negro sobre blanco sus ¨²ltimas voluntades. O al menos nunca se ha encontrado un testamento. "Eran un enigma", explica el ex alcalde Josep Vicente Rom¨¤. Todo el mundo conoc¨ªa a los Anll¨®, dice, "pero en realidad no eran muy amigos de nadie". Rom¨¤ vive al lado del Rex I, uno de los nueve hoteles, junto con el Avenida, el Panorama, Les Noies, el Rex II, la Regina, la Regenta, el Mediterr¨¤ y un anexo.Un imperio que los Anll¨® levantaron poco a poco. "Sus padres ten¨ªan una peque?a tienda de comestibles. Cuando murieron, los hijos se dedicaron a la hosteler¨ªa", cuenta Francesc Vilardeb¨®, el barbero de la rambla del Portalet, un local que ten¨ªa alquilado a los Anll¨® y ahora a la Generalitat. Empezaron por el hotel Regina y de ah¨ª fueron comprando y construyendo el resto.
Joan regentaba el Panorama, la joya de la corona, con casi 100 habitaciones. Su hermano Francisco cuidaba de los otros hoteles. "Eran muy distintos entre s¨ª. A Joan lo ve¨ªas m¨¢s morenito, con su corbatita, su americana, m¨¢s abierto", cuenta Vilardeb¨®. "Francisco era m¨¢s cerrado. Ten¨ªa un piso en Barcelona y cuando viajaba all¨ª parec¨ªa que iba a pedir caridad. Llevaba una bolsa, unos pantalones de la guerra y cog¨ªa la Sarfa [el autob¨²s de l¨ªnea]. Costaba creer que ten¨ªa todo lo que ten¨ªa".
Ambos viv¨ªan en sus hoteles. Joan en el Panorama. Francisco, en Les Noies. Este ¨²ltimo pose¨ªa tambi¨¦n un piso en una de las ramblas del pueblo, pero no lo usaba. "En invierno le ve¨ªas pasar con su albornoz y un fog¨®n de butano y cocinaba all¨ª. Su habitaci¨®n era el despacho", cuenta el barbero, que alaba su bondad. "Era muy buena persona. Estamos en una casa que ¨¦l compr¨® y jam¨¢s puso ning¨²n problema. Nunca. De ning¨²n tipo", recalca. Y a?ade: "Para ¨¦l la hosteler¨ªa era un arte".
Ni uno ni otro eran dados a las relaciones sociales, pero Joan era m¨¢s abierto. Aunque no se le conoci¨® nunca novia, se sab¨ªa de su afici¨®n por echar "una canita al aire" de vez en cuando. A Francisco nunca se le vio acompa?ado.
De lo que no cabe duda es de su avaricia. Si se ca¨ªa un azucarillo al suelo, los hermanos Anll¨® rega?aban al personal. No hab¨ªa que desperdiciar. Hab¨ªa que trabajar para seguir ganando dinero, comprar m¨¢s hoteles y acumular fortuna, aunque no hiciesen luego ostentaci¨®n, uso o disfrute. "Ya de jovencitos eran dos ni?os diferentes", recuerda Merc¨¨, esposa del ex alcalde. Iban con ella a la escuela. "Eran un poco mayores y les llam¨¢bamos para jugar, pero no hac¨ªan demasiado caso". Tras su muerte todo el imperio se cerr¨®. Desde entonces no ha cejado el debate sobre si vender los inmuebles, cederlos o reabrirlos. La intenci¨®n del Ayuntamiento es subastar las propiedades. S¨®lo tres establecimientos seguir¨¢n siendo hoteles: Les Noies, el Rex II y el Panorama. Juntos sumar¨¢n m¨¢s de 350 plazas.
El debate se centra en este ¨²ltimo, que pivota entre la cesi¨®n o la subasta. El Ayuntamiento deber¨¢ decidirlo en un pleno. Ubicado en un peque?o mont¨ªculo, tiene una vista privilegiada de la bah¨ªa de Sant Feliu de Gu¨ªxols. Pero su estado es lamentable. La verja de entrada est¨¢ rota, los conglomerados de madera que tapian las paredes, derribados. Dentro, los falsos techos cuelgan, destrozados. El suelo est¨¢ lleno de cristales y de facturas, donde se pueden leer los datos de los propietarios de tarjetas de cr¨¦dito y lo que pagaron por una habitaci¨®n. El local ha sufrido varios expolios.
El Departamento de Econom¨ªa y Finanzas, responsable de la gesti¨®n del patrimonio, asegura que encarg¨® este a?o un estudio a Adigsa para mantener los edificios en el mejor estado posible. "Hemos tapiado los hoteles varias veces", defiende un portavoz. Y a?ade que tienen un convenio con el Ayuntamiento por el que se puede gastar hasta 6.000 euros sin necesidad de autorizaci¨®n.
La realidad es que ninguna de esas medidas ha surtido efecto. La que en su d¨ªa fuese la ni?a mimada de Joan hoy luce desali?ada, sucia, rota y abandonada. Pero no por mucho tiempo. Un gran grupo hotelero barcelon¨¦s ha puesto sus ojos en ella. El alcalde, por ahora, guarda el secreto.
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