45 minutos de v¨ªdeo y de esperanza
Los 33 mineros atrapados conmueven al mundo al ense?ar im¨¢genes de sus penosas condiciones de vida - La grabaci¨®n, hecha por ellos mismos, los muestra animados
Aparecen entre el barro y el agua con el torso desnudo, con barba de varias semanas, demacrados, ojerosos, desnutridos. Un minero que estuvo "un poco complicado de salud" yace "en una plataforma de madera", a resguardo de la humedad; otro pide que lo saquen ya de ah¨ª; uno se queja de que la mina no cumpl¨ªa con todas las medidas de seguridad, algunos contienen a duras penas las ganas de llorar. Y, a pesar de todo, bromean y terminan dando ¨¢nimo a sus familiares y cantando el himno de Chile. Los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto en la mina San Jos¨¦, en el norte de Chile, grabaron durante 45 minutos sus condiciones de vida. Y sus familias, al verlos el jueves por la noche (madrugada en Espa?a), 700 metros m¨¢s arriba de donde se encuentran ellos, estallaron en l¨¢grimas, risas y aplausos.
"Este es el lugar donde nosotros nos entretenemos, jugamos cartitas [naipes]. Ac¨¢ nos reunimos todos los d¨ªas, ac¨¢ planificamos, ac¨¢ oramos y hacemos asambleas para tomar decisiones", relata el minero Mario Sep¨²lveda, quien va mostrando todas las zonas de la estancia mientras presenta a sus compa?eros. "Este es el famoso refugio. Ac¨¢ se supone que hab¨ªa condiciones para estar nosotros, cosa que en el momento que pas¨® esto se nos cort¨® la energ¨ªa, se nos cort¨® la l¨ªnea de luz y que hoy d¨ªa se est¨¢ ocupando para dormir", relata.
La grabaci¨®n ha servido al equipo m¨¦dico y psicol¨®gico, dirigido por el ministro de Salud, Jaime Ma?alich, para detectar algo que ya tem¨ªan: hay cinco mineros en estado de depresi¨®n. "Uno de ellos se ha negado a salir ante las c¨¢maras y otros se muestran muy ap¨¢ticos. Por eso los estamos organizando en grupos de tres, para que se ayuden unos a otros", se?al¨® Ma?alich. Los ingenieros siguen trabajando con la opci¨®n de un plan b a trav¨¦s de un pozo que les permitir¨ªa llegar a ellos en un plazo m¨¢s corto y de forma m¨¢s segura. "Hay un plan b, un plan c y un plan d", se?al¨® el coordinador de los t¨¦cnicos, Andr¨¦s Sougarret. Pero, de momento, el plan prioritario se prolongar¨¢ entre dos y tres meses. El principal objetivo, por ahora, es detener las infecciones pulmonares y de piel. Adem¨¢s, se pretende potenciar el aspecto psicol¨®gico con el env¨ªo de luces ambientales que les hagan distinguir el d¨ªa de la noche.
Varios presentaban diarreas por beber el agua de la que dispon¨ªan. A algunos les hace da?o en los ojos la luz de la c¨¢mara que los graba, otros presentan costras de tierra y grasa. Uno pidi¨® revistas y ya les lleg¨® una colecci¨®n del c¨®mic humor¨ªstico chileno de Condorito. Casi todos hab¨ªan solicitado tabaco desde el primer d¨ªa de contacto, pero solo se les mandaron chicles de nicotina, porque los parches podr¨ªan afectarles a la piel. Ya se les ha enviado ropa. Y se les mandar¨¢n m¨²sica y mensajes grabados de sus familiares.
Desde el primer momento se aprecia que tienen perfectamente organizado el trabajo y los lugares de estancia. Los ten¨ªan ya antes de que se entrase en contacto con ellos y con el equipo de rescate, lo han ido perfeccionando. Tienen asignado qui¨¦n es el enfermero, el escritor que va narrando todo desde el primer d¨ªa, el delineante que levanta un mapa del refugio, el gu¨ªa espiritual, el gracioso que levanta el ¨¢nimo. Y, por ahora, parece que todo funciona.
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