Un estanque fant¨¢stico
El lago natural de Montcort¨¦s, en el Prepirineo de Lleida, es un lugar lleno de encanto
Ba?arse en estanques ubicados en medio de la naturaleza siempre es toda una aventura. Suelen estar rodeados de una densa vegetaci¨®n plagada de todo tipo de insectos, aves y animales que se oyen pero, t¨ªmidos ellos, apenas se ven; no hay escaleras ni playas de fina arena que te conduzcan suavemente al agua, sino lodazales resbaladizos rodeando el lago; y el chapuz¨®n suele producir un constante escalofr¨ªo, debido a que sus aguas tienen una temperatura habitualmente m¨¢s baja que las de una piscina o playa, pero tambi¨¦n por la sensaci¨®n de miedo que produce el hecho de no saber qu¨¦ hay bajo nuestros pies.
Estas sensaciones, y muchas otras, se experimentan todas en el estanque natural de Montcort¨¦s, una laguna natural ubicada en el Prepirineo de Lleida, a m¨¢s de 1.000 metros de altura, cuya palabra que mejor la describe es fant¨¢stica. Es un estanque fant¨¢stico porque remojarse en sus aguas, en pleno agosto, despu¨¦s de haber recorrido con preceptiva paciencia y alg¨²n que otro mareo los caminos llenos de curvas que conducen al escondido lago es todo un alivio. Fant¨¢stico por el espl¨¦ndido paisaje que rodea el ba?o, ubicado entre monta?as inmersas en el m¨¢s absoluto silencio, solo roto por el ruido de los chapuzones y de los ba?istas que no resisten el primer contacto con la fr¨ªa agua sin soltar un peque?o grito. Tambi¨¦n es fant¨¢stico porque ¨²nicamente la gente de la zona conoce su existencia y, adem¨¢s, son pocos los que se animan a realizar el trayecto lleno de eses que conduce hasta Montcort¨¦s, ubicado entre la Vall Fosca y el Pallars Sobir¨¤, pese al indiscutible encanto que tienen los peque?os pueblos construidos sobre la roca que se encuentran por el camino, como Peramea, Cortscastell y Bretui. Valles verdes, barrancos de roca naranja, pastos con vacas, acantilados, mas¨ªas... el camino desde Gerri de la Sal al estanque es tan impactante como poco frecuentado, por lo que apenas se ven veh¨ªculos circulando por ¨¦l que no sean de los vecinos de los municipios cercanos. De esta manera, en el estanque hay pocos ba?istas, apenas medio centenar, que disfrutan de un refrescante ba?o o que descansan a la sombra de los pocos ¨¢rboles que rodean el agua o tumbados junto a los juncos ribere?os, plagados de lib¨¦lulas de colores y sapos verrugosos.
Pero, adem¨¢s de estos animales de cuento, el estanque de Montcort¨¦s tiene mucho m¨¢s de fant¨¢stico. Y es que existen varias leyendas que hacen referencia al lago. La m¨¢s antigua, que pasa de padres a hijos, es la que explica su origen. Cuentan que en el fondo del estanque hay una ciudad, que en su d¨ªa se llamaba Pallars, por la que pas¨® Jesucristo vestido de mendigo. Nadie le ofreci¨® comida, por lo que la ciudad fue tragada por las aguas. En la noche de Sant Joan, explican, a¨²n se pueden o¨ªr las voces de los pallareses ahogados en el fondo del estanque. La leyenda m¨¢s conocida es, sin embargo, la que hace referencia al conde de Pallars. "El noble estaba cazando cuando, persiguiendo a una presa, entr¨® al lago helado. El hielo se rompi¨® y cuando estaba a punto de ahogarse invoc¨® a la Mare de D¨¦u de Gerri, prometi¨¦ndole unas tierras si le salvaba. Se salv¨® pero una vez estuvo fuera del agua se desdijo de su promesa. Inmediatamente, se qued¨® ciego y no recuper¨® la vista hasta que no don¨® sus mejores tierras a la virgen", explica una ba?ista de Gerri que conoce la historia desde que era ni?a y que asegura que siempre le ha dado un poco de miedo entrar al agua.
Pero, en agosto, el calor gana al miedo f¨¢cilmente y los vecinos acuden a remojarse al estanque, intentando evitar pensar si en el fondo de la negra laguna solo hay truchas o algo m¨¢s. En cualquier caso, los que conocen el lugar se sienten afortunados y no quieren compartir el lugar. "?Esto va a salir en el diario? Es que si lo public¨¢is se llenar¨¢ de gente", se?alan los ba?istas. El recelo lo acaba de dejar claro: el estanque de Montcort¨¦s es un sitio fant¨¢stico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.