Un certificado de honradez para las cajas

El Gobierno catal¨¢n ha subido el list¨®n del honor para sentarse en un consejo de administraci¨®n de una caja de ahorros, aprovechando el nuevo marco legal que regir¨¢ la vida de estas entidades en Catalu?a, que se aprobar¨¢ hoy y entrar¨¢ en vigor pasado ma?ana. A los requisitos e incompatibilidades ya previstos, la norma actual a?adir¨¢ ahora la obligaci¨®n de que los consejeros ejerzan sus funciones "en beneficio exclusivo de los intereses de la caja a la que pertenezcan y del cumplimiento de su funci¨®n social". El Departamento de Econom¨ªa neg¨® que este celo se haya introducido por influencia de las irregularidades detectadas en Caixa Girona, que eventualmente pueden dar lugar a sanciones e inhabilitaciones.

Los candidatos a consejeros deber¨¢n, adem¨¢s, reunir "requisitos de honorabilidad comercial y profesional", como contar con una "trayectoria personal de respeto a las leyes mercantiles u otras que regulen la actividad econ¨®mica y la vida de los negocias, y las buenas pr¨¢cticas comerciales y financieras". Fuera del consejo queda todo el que arrastre antecedentes penales por delitos dolosos y los inhabilitados para ejercer cargos p¨²blicos o dirigir entidades financieras.

Otra de las novedades legales que abunda en la profesionalizaci¨®n de los ¨®rganos de gobierno de las cajas es la autorizaci¨®n a aquellas entidades que as¨ª lo decidan a que el cargo de consejero sea remunerado. Hasta ahora, los consejeros solo cobran dietas. Los presidentes de las cajas que lo decidan pueden cobrar desde la ¨²ltima reforma legal, de 2008.

Los cambios legales del sector se introducen en la adaptaci¨®n de la nueva legislaci¨®n estatal que este verano ha abierto la v¨ªa a la mayor transformaci¨®n del modelo de cajas de la historia, y que les posibilita recurrir a los mercados privados de capital para financiarse, hasta el punto de abrir la puerta a su privatizaci¨®n total.

En este nuevo panorama, que acompa?a la reorganizaci¨®n del sector y el vendaval financiero internacional, la Generalitat ha blindado sus competencias en materia de cajas en el Estatuto, que en l¨ªneas generales ha dado por buenas el Tribunal Constitucional. El Ejecutivo catal¨¢n se reserva la ¨²ltima palabra y la potestad de aprobar la participaci¨®n de una caja catalana en una fusi¨®n fr¨ªa, si una caja cede su negocio financiero a un banco conservando m¨¢s de la mitad de su patrimonio, o si decide dejar de serlo y convertirse en una fundaci¨®n tras ceder su negocio a un banco en el que tenga un peso de menos del 50%.

Catalu?a ten¨ªa 10 cajas y, con el actual proceso de concentraci¨®n, en el que han participado todas ellas, quedar¨¢n tres: La Caixa, Unnim y Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, m¨¢s otras dos como participantes en fusiones fr¨ªas (Pened¨¨s y Laietana).