Canales y ?zil no dan la luz
Los dos debutantes apenas dejan huella ante un Mallorca con siete canteranos
En el primer partido de la Liga, en su estreno como entrenador del Madrid en competici¨®n oficial, Jos¨¦ Mourinho le dio el mando a Canales, un chaval de 19 a?os que hace pocos meses estuvo a un tris de marcharse cedido. ?zil y Khedira, dos de los fichajes de relumbr¨® de esta temporada, se quedaron en el banquillo, mientras que en el c¨¢ntabro recay¨® la misi¨®n de dar ligereza a la l¨ªnea de tres cuartos. Un cometido que emprendi¨® pr¨¢cticamente en solitario, porque, tras ¨¦l, Xabi Alonso y Lass se entregaron en exclusiva a la tarea de desplegar su carrocer¨ªa pesada.
Canales fue el ¨²nico madridista que salt¨® al campo con el primer toque entre ceja y ceja, y con esa intenci¨®n se ofreci¨® hasta el desmayo. Pero el bal¨®n circulaba a c¨¢mara lenta hasta llegar a sus botas. Demasiadas veces recibi¨® de espaldas a la porter¨ªa contraria. Por momentos le pudo la ansiedad y pec¨® de imprecisi¨®n. Su ¨²nico aporte serio durante el primer tiempo fue un pase en profundidad para la carrera de Higua¨ªn, que acab¨® con el delantero colisionando estrepitosamente contra Aouate.
Mientras los m¨¦dicos vendaban la cabeza del portero del Mallorca tras un choque con Higua¨ªn, Canales convers¨® con Cristiano, quien le se?al¨® con gestos evidentes hacia la zona interior del campo. En ese momento, Mourinho se las ten¨ªa con el cuarto ¨¢rbitro —en lo que fue una constante durante todo el encuentro—, pero al cabo de unos minutos, el propio t¨¦cnico portugu¨¦s ratific¨® a CR, pidi¨¦ndole a gritos que se dejara caer por el centro. Canales no haba dado con la clavija, el Madrid estaba atascado. ?zil ocup¨® su lugar en el arranque de la segunda mitad. Pero el plan B tampoco result¨®: el alem¨¢n, con poco f¨ªsico, no aport¨® mayor claridad y el equipo blanco acab¨® por partirse.
Con menos recorrido que Canales, tambi¨¦n se fue a la caseta prematuramente Di Mar¨ªa. El argentino intercambi¨® las bandas un par de veces con Cristiano, pero no pudo con el marcaje de Ayoze. El Madrid, adem¨¢s, hab¨ªa renunciado a explotar los extremos y se dedicaba a enredar en el embudo en que se convirti¨® la frontal del ¨¢rea del Mallorca. Tras el partido ante el Pe?arol, en que el Di Mar¨ªa marc¨® el gol de la victoria, Mourinho le se?al¨® por primera vez: sin espacios, le cuesta. Ayer no los tuvo.
Por su parte, Carvalho, el otro fichaje en el once titular, resolvi¨® sin mayores problemas las incursiones de los delanteros baleares.
Desde la grada, y con aire despreocupado, sigui¨® el partido Van der Vaart, que se qued¨® fuera de la lista de convocados y podr¨ªa comprar un billete a M¨²nich antes de que se cierre el mercado de fichajes, el pr¨®ximo d¨ªa 31. El entrenador del Bayern, Louis Van Gaal, quiere a su compatriota para suplir el vac¨ªo que previsiblemente dejar¨¢ por lesi¨®n otro ex madridista, Robben, apartado de los terrenos de juego de forma indefinida.
La afici¨®n del Mallorca, que a diferencia de los a?os anteriores ayer s¨ª llen¨® el campo, celebr¨® con euforia el punto. M¨¢xime cuando Michael Laudrup, con el club en un proceso de concurso de acreedores, aline¨® a siete canteranos.
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