Feria de Bilbao Buen debut ganadero

Los enamorados de las figuras no suelen acudir a las corridas de los toreros modestos, como los de ayer. Ellos se lo perdieron. Hubieran visto el debut muy estimable de un ganadero que se precia. Cinco de los toros corridos ayer fueron aplaudidos en el arrastre, lo cual es cosa muy poco com¨²n. Los dos mejores salieron en primer y segundo lugar. El tercero era noble, aunque quedado. El Fundi no nos dej¨® ver como quisi¨¦ramos al cuarto, segundo suyo. El quinto era un toro algo m¨¢s basto que sus hermanos; sin embargo, Rafaelillo le ech¨® valor y entrega de modo que el toro se luci¨® dejando su aparente bastedad en un segundo plano. El sexto fue el manch¨®n de la corrida, no por falta de nobleza sino por falta de fuerzas, al punto de doblar las manos repetidamente y en una de ellas por poco se tumba para siempre. Se le pit¨® en el arrastre.

La corrida fue muy pareja tanto en peso como en trap¨ªo, sin olvidarnos de las cabezas que mostraban cada uno de ellos aut¨¦nticas lanzas afiladas. Nadie de los que estuvieron presentes en Vista Alegre se aburri¨®. Todo lo contrario. Cuanto pasaba en el ruedo ten¨ªa inter¨¦s porque los toros ofrec¨ªan peligro y, por tanto, su correspondiente emoci¨®n.

A los toreros hay que juzgarlos por el grado de peligro que deben soportar. No son lo mismo los toros suavones, carentes de fuerza, raza y movilidad, adem¨¢s de bobalicones, que lidian las figuras, en comparaci¨®n con los de Jos¨¦ Escolar -los de ayer-, cuya movilidad y fijeza daba gusto contemplar.

Ya s¨®lo por anunciarse con esta corrida merecen un respeto los tres toreros: El Fundi, Rafaelillo y Morenito de Aranda.

El Fundi, bien en su primero y desconfiado en el otro. Rafaelillo, voluntarioso en el segundo (primero suyo), y hecho un torerazo en el quinto. A ese toro lo tore¨® con entrega, exponiendo y cruz¨¢ndose. La faena cal¨® con fuerza en el p¨²blico. Reconocieron el esfuerzo que hizo. Morenito de Aranda estuvo por encima de sus dos toros. Apunt¨® maneras de torero de sentimiento. Mejor en su primero. En el sexto trat¨® de cuidarlo toreando con la muleta a media altura porque si le bajaba la mano el toro se ca¨ªa. Cumpli¨® con creces con su labor toreril.

Enhorabuena al ganadero Jos¨¦ Escolar.