M¨¦xico detiene a uno de los narcos m¨¢s sanguinarios

Hay golpes providenciales. Cuando uno est¨¢ a 48 horas de rendir su cuarto informe anual de Gobierno, y tan solo en el mes que corre han asesinado a dos alcaldes, estallado tres coches bomba, secuestrado tres periodistas, acribillado a 72 migrantes y se han rebelado polic¨ªas de ¨¦lite en Ciudad Ju¨¢rez, informar de la detenci¨®n del narcotraficante m¨¢s medi¨¢tico en el pen¨²ltimo d¨ªa de ese fat¨ªdico agosto es un alivio si usted se llama Felipe Calder¨®n y es presidente de M¨¦xico.

La noche del lunes, apenas pasadas las 19:00 horas, los culebrones se interrumpieron con una alerta informativa de tres palabras que todos entendieron: "Cay¨® La Barbie". Fue detenido por la polic¨ªa a unos kil¨®metros de la capital. Dicen que su apodo viene de cuando jugaba f¨²tbol americano, gringo al fin y al cabo. Otros creen que se debe a sus ojos azules y piel clara. Contrario a lo que pasa con otros fugitivos, de ¨¦l se conoc¨ªan fotos muy descriptivas. En una de ellas, Edgar Valdez Villarreal mira a la c¨¢mara. En una mano, un cubata y reloj dorado. En la otra, la cadera de una rubia. En la imagen que circul¨® ayer, La Barbie aparece sometido, pelo al rape y mirada torcida.

Pero es el mismo que naci¨® en Laredo (Tejas, EE UU) en 1973. El que se gan¨® la confianza de Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera, El Chapo, m¨¢ximo capo del cartel de Sinaloa. El que enfrent¨® al cartel del Golfo y Los Zetas en Tamaulipas y que inaugur¨® una modalidad: grab¨® el interrogatorio y asesinato de cuatro Zetas. El que se gan¨® la confianza de Arturo Beltr¨¢n Leyva, El Jefe de jefes, quien lo hizo su l¨ªder de sicarios. El mismo que no pudo rescatar a su patr¨®n en diciembre pasado, cuando los militares lo acorralaron y mataron en su lujosa residencia, en el centro del pa¨ªs. Seg¨²n asegur¨® ayer la polic¨ªa, La Barbie le hab¨ªa sugerido a Beltr¨¢n Leyva que no se resistiera y se entregara. Acusado de traici¨®n por los hermanos de su jefe, protagonizaba un cruento combate con H¨¦ctor Beltr¨¢n Leyva, alias El H, por el control de lo que quedaba de ese cartel, convirtiendo el Estado de Guerrero en un campo de batalla donde cada mes se hallaba una veintena de cuerpos con narcomensajes jurando exterminio mutuo.

El Gobierno mexicano lo acusa de tr¨¢fico de drogas (introduc¨ªa hasta una tonelada de coca¨ªna al mes en EE UU), lavado de dinero, extorsi¨®n, robo de veh¨ªculos... Hab¨ªa recompensas en suelo mexicano y estadounidense. Las tareas de inteligencia para capturarle, que duraban m¨¢s de un a?o, dieron ayer su fruto, cuando fue detenido en Lerma, Estado de M¨¦xico, junto a otras seis personas y sin un solo disparo, a pesar de que los narcos contaban, entre otras armas, con un lanzagranadas.

Cada vez que se detiene a un capo del narcotr¨¢fico, revienta una pugna criminal entre quienes se disputan el asiento vac¨ªo. Ayer mismo hubo una matanza en un bar topless de Canc¨²n, donde murieron ocho personas. Los investigadores no dudan en atribuir el ataque con c¨®cteles molotov a una primer¨ªsima reacci¨®n -ocurri¨® a escasas seis horas- de la ca¨ªda de La Barbie.