Una joya del romanticismo

"A oscuras escucho. Y en m¨¢s de una ocasi¨®n / he amado el alivio que depara la muerte / invoc¨¢ndola con ternura en versos meditados / para que disipara en el aire mi aliento. / Ahora m¨¢s que nunca morir parece dulce [...]". La poes¨ªa del brit¨¢nico John Keats apela directamente a los sentidos. Se huele, se saborea, quema, hiela, duele. Como Bright star, la sensacional biograf¨ªa cinematogr¨¢fica que ha compuesto la australiana Jane Campion sobre la personalidad y el ambiente en el que (sobre)vivi¨® el poeta (1795-1821). Una obra mayor que, ya desde su punto de vista, se conforma como un prodigio de agudeza, de despliegue de recursos cinematogr¨¢ficos de todo tipo, con una admirable coherencia entre fondo y forma.

Para empezar, Campion ha preferido centrar la historia en Fanny Brawn, la que fuera objeto del amor (correspondido) de Keats, una mujer con la modernidad por bandera que parece reci¨¦n salida de una novela de Jane Austen, contempor¨¢nea del poeta, un terremoto de personalidad a contracorriente a la que pone rostro la seren¨ªsima belleza natural de la actriz Abbie Cornish. Ya desde el cartel, que parece un cuadro prerrafaelista, Bright star est¨¢ cuidada hasta el ¨²ltimo detalle, aunque con una pulcritud alejada del academicismo, cargada de singularidad.

Cada soplo de viento, cada portazo, cada suspiro, cada mirada, tienen un por qu¨¦ y, sobre todo, un c¨®mo. La puesta en escena de Campion, m¨¢s cercana a la trascendente levedad del Dublineses de John Huston que a la espectacular grandilocuencia de El piano, su obra m¨¢s famosa, provoca que, como la poes¨ªa de Keats, la historia se pueda oler y tocar tanto como verse y o¨ªrse.

Olv¨ªdense del presuntuoso lujo habitual de este tipo de productos. Bright star, presentada entre elogios en el Festival de Cannes del a?o 2009, es una joya del romanticismo, una joya del cine.