Europa pierde visibilidad internacional

A muy pocos meses de que se cumpla el primer aniversario de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, la Uni¨®n Europea sigue perdiendo visibilidad internacional. Uno de los principales objetivos del nuevo Tratado era lograr una voz ¨²nica en la escena mundial. La realidad es que no se ha avanzado en la voz ¨²nica mientras que la lista de escenarios o encuentros en los que no participan ninguno de los nuevos mandatarios de la UE, establecidos por el Tratado, empieza a ser inquietante. En el ¨²nico campo en el que Europa est¨¢ haciendo en parte sus deberes es en la reforma financiera y en la coordinaci¨®n de medidas adoptadas para afrontar la crisis econ¨®mica, donde la discreta labor del presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, ha sido determinante para encontrar "soluciones europeas".

La imagen exterior se desvanece mientras avanzan las nuevas potencias emergentes

Pero la imagen exterior de la UE sigue desvaneci¨¦ndose en un periodo en que nuevas potencias emergentes como China, ya segunda potencia mundial, India y Brasil, principalmente, pugnan por hacer valer su peso econ¨®mico real en los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI). La realidad es que ninguno de los nuevos dirigentes de la UE participa en las conversaciones de paz sobre Oriente Pr¨®ximo abiertas en Washington. La Alta Representante, Catherine Ashton, confi¨® la representaci¨®n europea al ex primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, representante del Cuarteto (EE UU, ONU, Rusia y UE) para Oriente Pr¨®ximo. La UE es, sin embargo, el principal contribuyente de la ayuda a los palestinos.

Ashton tampoco particip¨® en la reuni¨®n de Naciones Unidas donde se decidi¨® la estrategia de ayuda a Pakist¨¢n por las inundaciones, al no haber logrado la autorizaci¨®n previa de la Asamblea. Para esta representaci¨®n se design¨® a Steven Vanackere, ministro de Asuntos Exteriores en funciones de B¨¦lgica, que ocupa la presidencia de turno de la UE aunque a¨²n no tenga nuevo Gobierno. La Uni¨®n ha perdido tambi¨¦n peso pol¨ªtico en las negociaciones con Ir¨¢n con el relevo de Javier Solana. El pol¨ªtico espa?ol ostentaba la representaci¨®n internacional del Grupo de los Seis (EE UU, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) en las relaciones con Teher¨¢n. En teor¨ªa, Ashton cuenta con la misma confianza, pero en la pr¨¢ctica no parece muy probable que EE UU vaya a encomendarle la misi¨®n si el clima pol¨ªtico mejorara.

A estos antecedentes se suman ahora las inc¨®gnitas sobre la representaci¨®n de la UE en la pr¨®xima Asamblea General de Naciones Unidas, del 20 al 23 de septiembre. La decisi¨®n est¨¢ pendiente de una resoluci¨®n de la ONU, que debe permitir la intervenci¨®n de Van Rompuy en una sesi¨®n en la que s¨®lo participan jefes de Estado. A Nueva York tambi¨¦n podr¨ªa asistir el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso.

Consciente del desaf¨ªo creciente que supone el mayor peso econ¨®mico y pol¨ªtico de los pa¨ªses emergentes, Van Rompuy ha convocado un Consejo Europeo especial para el pr¨®ximo d¨ªa 16 en el que los jefes de Estado o de Gobierno de los Veintisiete debatir¨¢n qu¨¦ estrategia debe tener la Uni¨®n con China, India, Corea del Sur y Brasil. Con varios de estos pa¨ªses est¨¢n previstas cumbres bilaterales en los pr¨®ximos meses.

En el curso que empieza, la UE seguir¨¢ inmersa en su mundo de centenares de reuniones, pero seguir¨¢ sin resolver la falta de liderazgo y la ausencia de un gran objetivo para seguir avanzando en la construcci¨®n europea como ocurri¨® con el mercado interior, el euro, la ampliaci¨®n o el propio Tratado de Lisboa. La defensa del modelo social europeo, que inspira al presidente Barack Obama, podr¨ªa haber sido una bandera pero en una UE dominada por la derecha nadie se atreve a enarbolar.

Marco Incerti, investigador del Centre for European Policy Studies (CEPS), se?ala que "el problema es que los avances que se han logrado en materia institucional con el Tratado de Lisboa no han resuelto el problema de fondo de Europa que es la falta de voluntad de los Estados miembros para adoptar posiciones comunes". Incerti considera que "el Tratado es un peque?o avance que requiere sobre todo tiempo para su aplicaci¨®n". En su opini¨®n, "lo m¨¢s importante ahora es un papel no escrito en el que se definan claramente las funciones y competencias de cada uno de los cuatro principales mandatarios: los presidentes de la Comisi¨®n Europea, el Consejo Europeo y Parlamento Europeo y la Alta Representante". "La cuesti¨®n est¨¢", a?ade, "en qui¨¦n redactar¨¢ este texto".

La resistencia de los Estados miembros a ceder poder pol¨ªtico y representaci¨®n a las instituciones comunitarias es patente en sus relaciones con el FMI. Los pa¨ªses europeos est¨¢n frustrando la iniciativa de EE UU que persigue conceder a las potencias emergentes el peso que les corresponde en el Consejo del FMI. El pasado mes Washington bloque¨® los planes para que los europeos mantengan su representaci¨®n. Alemania, Francia y Reino Unido tienen sus propios sitios en el Consejo, pero otros pa¨ªses como B¨¦lgica, Holanda, Espa?a, Italia y Dinamarca lo comparten con otros. La incapacidad de las autoridades europeas para hacer entrar en raz¨®n a los Estados ante unos hechos tan evidentes como que B¨¦lgica no puede seguir haciendo sombra a China, revelan la debilidad del proyecto europeo.