ETA tiene quien le escriba
La declaraci¨®n dada a conocer por ETA el domingo a mediod¨ªa ha suscitado reacciones inmediatas en los ¨¢mbitos pol¨ªticos y period¨ªsticos, que han inundado los espacios informativos de la radio y televisi¨®n, de las publicaciones online y, a partir de ayer, de las p¨¢ginas de la prensa sobre soporte papel. Pero, adem¨¢s de esas respuestas casi autom¨¢ticas cabr¨ªa intentar otras aproximaciones. La primera, tratar¨ªa de explicar por qu¨¦ ETA ha recurrido a la BBC cuando hubiera tenido disponibles otras cadenas fuera y dentro de Espa?a. La credibilidad period¨ªstica de la televisi¨®n p¨²blica brit¨¢nica habr¨¢ sido sin duda un factor decisivo para su elecci¨®n. Habr¨¢ pesado tambi¨¦n la experiencia positiva con ocasi¨®n de comunicados anteriores, que fueron emitidos a plena satisfacci¨®n de sus promotores, sin que fuera posible a los servicios de inteligencia espa?oles rastrear los enlaces escalonados entre ETA y los periodistas de la emisora.
La credibilidad de la BBC habr¨¢ sido sin duda un factor decisivo para su elecci¨®n
Adem¨¢s, si la declaraci¨®n fuera sometida a un an¨¢lisis ling¨¹¨ªstico en sus propios t¨¦rminos, podr¨ªa ofrecer algunos esclarecimientos relevantes, capaces de remitirnos a la necro-l¨®gica de que proceden. Para empezar, ser¨ªa interesante establecer la genealog¨ªa del texto. Los medios afines simulan que la declaraci¨®n de ETA habr¨ªa sido redactada en vascuence y traducida al ingl¨¦s para que fuera posible superponer el sonido en esa lengua durante la emisi¨®n por la BBC del v¨ªdeo portador de la noticia . De ah¨ª que a los lectores se nos haya presentado el comunicado como "traducci¨®n al castellano realizada en la redacci¨®n de Gara", el diario de obediencia abertzale. Pero cualquier lectura, incluso r¨¢pida, de la declaraci¨®n deja a la vista una decidida voluntad de estilo que hace cundir las dudas sobre cu¨¢l fuera el idioma original y en qu¨¦ orden se habr¨ªan sucedido las tres versiones escuchadas o le¨ªdas.
En efecto, el uso del subjuntivo, el recurso cambiante por parte del escribidor del impersonal, en tercera persona del singular, al plural en primera persona, el empleo reiterado del gerundio y la inclusi¨®n de expresiones contaminadas por el antagonista, fortalecen la hip¨®tesis de que la declaraci¨®n originaria hubiera sido escrita en castellano. Por el contrario, si el texto genuino hubiera sido ingl¨¦s, su traductor al castellano habr¨ªa sido tan admirable como para eliminar cualquier vestigio de las construcciones gramaticales de esa procedencia que se han ido adhiriendo de manera tan insidiosa a los hispanohablantes. Subrayemos c¨®mo el hecho de determinar en qu¨¦ lengua haya sido escrita la primera versi¨®n nos llevar¨ªa por contig¨¹idad l¨¦xica a qui¨¦n haya podido ser el escribidor al que hayan confiado la pluma los de las pistolas. Porque, seg¨²n que el elegido haya sido de expresi¨®n vasca, castellana o inglesa, podr¨ªamos deducir si la declaraci¨®n es de ra¨ªz euskald¨²n, es decir si procede de los nativos; si ha sido confiada a los biling¨¹es en castellano y vasco, o si procede de esos personajes especializados en mediaciones internacionales, que se expresan en el ingl¨¦s propio de su particular negocio. En este ¨²ltimo caso, se traslucir¨ªa que los de ETA habr¨ªan aceptado el tutelaje de los Mitchels para su nuevo caminar.
Por otra parte, a falta de ¨²ltimas comprobaciones, nos atrevemos a sostener que es la primera vez que se utiliza el subjuntivo en un comunicado de la banda. Sorprende adem¨¢s que sea usado en el primer p¨¢rrafo, donde se busca hacer historia del cincuentenario, ambientarla con un perfume de despedida y embellecer la funci¨®n de matarifes cumplida por quienes se alistaron en plena juventud, carentes de formaci¨®n y de autonom¨ªa de juicio. Observamos tambi¨¦n que toda la ret¨®rica desplegada es duplicativa (decisi¨®n y reflexi¨®n/ negaci¨®n y aniquilaci¨®n/ ilusi¨®n y pasi¨®n/ humildad y determinaci¨®n/ divisi¨®n y desmembraci¨®n/ responsabilidad y apremio/ negaci¨®n y cerraz¨®n/ di¨¢logo y negociaci¨®n). De los tiempos verbales resulta preocupante el desparrame de gerundios, que por lo general remite a mentalidades totalitarias. En cuanto a la inclusi¨®n de t¨¦rminos como yermo, quehaceres o apremio, parece consecuencia de lecturas cultas, mientras que expresiones como la de "no hay atajos" procede del primer ?nsar (febrero de 1996) y muestra la perversi¨®n del lenguaje adversario.
Del escribidor, cabe subrayar sus dudas entre distanciarse con el uso de la tercera persona del singular o implicarse con la primera persona del plural (seguimos manteniendo/ hemos demostrado/ hemos superado/ entendemos/ debemos responder/ hemos hecho saber/ queremos hacer un llamamiento). Continuar¨¢, porque, como nos ense?¨® Wagensber: "A m¨¢s c¨®mo, menos por qu¨¦".
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