Merkel marca el camino para prorrogar y gravar las nucleares
La canciller rompe la tradici¨®n antinuclear alemana - El plan prev¨¦ recaudar 30.000 millones para renovables y bajar el d¨¦ficit
El Gobierno de coalici¨®n de Angela Merkel acord¨® ayer, tras 12 horas de negociaci¨®n con las grandes el¨¦ctricas, alargar la vida de las centrales nucleares alemanas una media de 12 a?os respecto a la legislaci¨®n actual, un paso que encuentra una fuerte resistencia en un pa¨ªs con una opini¨®n p¨²blica marcadamente antinuclear. Mediante una reforma de la ley de Schroeder que preve¨ªa el apag¨®n nuclear para 2022, el Gobierno aprob¨® que la ¨²ltima de las 17 centrales at¨®micas alemanas funcione m¨¢s all¨¢ de 2040. Estamos ante "nada m¨¢s y nada menos que una revoluci¨®n", dijo la jefa del Gobierno. A las puertas de la Canciller¨ªa Federal, unos mil manifestantes contestaban en vano la decisi¨®n con pitidos y viejos lemas del hist¨®ricamente poderoso movimiento antinuclear alem¨¢n.
Las centrales at¨®micas conectadas antes de 1980 podr¨¢n funcionar ocho a?os m¨¢s y las m¨¢s recientes obtienen 14 a?os m¨¢s de pr¨®rroga. En lugar de los 32 a?os que dicta actualmente la ley, las centrales funcionar¨¢n 40 o 46 a?os, dependiendo de la fecha de su puesta en marcha. Los l¨ªderes de los tres partidos de la oposici¨®n prometieron dar un "oto?o caliente" al centro-derecha de Merkel.
De momento, el Gobierno celebra los 30.000 millones de euros que le reportar¨¢n nuevos impuestos y tasas sobre las centrales nucleares en tiempos de elevado d¨¦ficit p¨²blico. Parte de estos ingresos se destinar¨¢n al desarrollo de fuentes de energ¨ªa renovable. Todo indica que el largo debate anterior a la reforma anunciada ayer no fue m¨¢s que el proleg¨®meno de las querellas que se avecinan. Ya es seguro que habr¨¢ demandas judiciales. Socialdem¨®cratas y Verdes detectan un punto d¨¦bil en la dudosa constitucionalidad de aprobar una reforma de este calado sin que pase por la C¨¢mara alta legislativa (Bundesrat), donde el Gobierno democristiano-liberal de Merkel carece de mayor¨ªa.
El l¨ªder socialdem¨®crata, Sigmar Gabriel, anunci¨® el mismo domingo que recurrir¨¢ ante el Tribunal Constitucional para obligar al Gobierno a llevar la reforma nuclear al Bundesrat, donde podr¨ªa haber quedado congelada.
La decisi¨®n de Alemania ya la tomaron antes pa¨ªses como EE UU o Reino Unido, que han alargado la vida de sus nucleares hasta los 60 a?os, 20 m¨¢s que la vida de dise?o de las centrales. Mientras la construcci¨®n de plantas es un negocio boyante en Rusia, China o India, en los pa¨ªses desarrollados hay m¨¢s palabras que ladrillos. Una cosa es alargar la vida de una central existente y amortizada (lo que permite cobrarle impuestos) y otra mucho m¨¢s dudosa construir una nueva, cuyos costes y tiempo de construcci¨®n se han disparado en Finlandia, los pioneros en el renacer nuclear en Occidente.
Alemania era el ejemplo y el modelo de todos los ecologistas europeos, que destacaban c¨®mo la primera econom¨ªa europea prescind¨ªa de la energ¨ªa nuclear. En 2002, la coalici¨®n de socialdem¨®cratas (SPD) y Verdes que presid¨ªa Gerhard Schr?der (SPD) aprob¨® una ley que desconectar¨ªa todas las centrales at¨®micas antes de 2022. Fue el resultado de varios a?os de regateos y disputas con el poderoso lobby nuclear. Los Verdes lo celebraron como un gran triunfo de su a¨²n joven movimiento, que hab¨ªa pasado de las barricadas contestatarias de los setenta a culminar como partido gobernante uno de sus proyectos fundacionales.
Desde que la nube radiactiva de Chernobil ech¨® sombra sobre Alemania en 1986, la conciencia antinuclear se ha extendido por todas las capas sociales. Tanto el socialdem¨®crata SPD como en el partido La Izquierda (Die Linke) la han convertido en un principio fundamental, con el que simpatizan no pocos conservadores.
Seg¨²n una reciente encuesta, el 77% de los alemanes est¨¢ en contra de prolongar la vida de las nucleares por m¨¢s de 10 a?os. La mitad de los encuestados es contraria a cualquier prorroga sobre los plazos que dio la ley de 2002.
Por eso, la reforma anunciada ayer era uno de los puntos m¨¢s delicados del programa electoral de Merkel. La doctora en f¨ªsicas siempre habla de la nuclear como "fuente de energ¨ªa de transici¨®n". Ha tardado casi un a?o alcanzar un acuerdo con las cuatro grandes el¨¦ctricas y con sus socios liberales. Tras su anuncio del lunes, le quedan por superar las pruebas del Constitucional y, tal vez, la del Bundesrat. El asunto puede atizar el descontento ciudadano. La primera "gran manifestaci¨®n" ser¨¢ el s¨¢bado 18. Los socialistas ya han anunciado que si ganan las elecciones dar¨¢ marcha atr¨¢s a la reforma.
Un parque envejecido
- El grueso del parque nuclear mundial tiene 25 a?os, ya que la mayor¨ªa de las centrales se construyeron a mitad de los ochenta. Ante el envejecimiento del parque, muchos pa¨ªses han optado por alargar la vida de sus centrales.
- EE UU ha dado permiso para funcionar hasta los 60 a?os a nueve de sus nucleares. Adem¨¢s, Barack Obama ha dado avales p¨²blicos para la construcci¨®n de dos nuevos reactores, paralizados desde un incidente nuclear en 1979.
- Finlandia construye una nueva nuclear, que va con retrasos y sobrecostes, y Suecia acaba de poner fin a la moratoria nuclear que aprob¨® en 1980 y prev¨¦ remplazar dos centrales.
- La Agencia Internacional de la Energ¨ªa afirma que construir nucleares puede ser una opci¨®n competitiva si los precios del CO2 suben y siempre que haya bajos tipos de inter¨¦s, pero avisa de las incertidumbres del tratamiento de los residuos, activos durante miles de a?os.
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