"Espa?a es un pa¨ªs partido en dos: si uno r¨ªe, el otro llora"
Alex de la Iglesia (Bilbao, 1965) ha hecho una pel¨ªcula que solo podr¨ªa haber hecho Alex de la Iglesia. En su pu?etazo a la mesa ha dado al cine espa?ol un motivo para mirarse las ver-g¨¹enzas, un filme tan inequ¨ªvocamente personal que cuesta imaginarse al director de El d¨ªa de la bestia, Acci¨®n mutante o La comunidad tir¨¢ndose por el acantilado. Como si ¨¦l, un tipo con nombre y rango al que no le hac¨ªa falta perder la chaveta, tuviera necesidad de ir por ah¨ª pisando minas.
Sin embargo, ser¨¢ porque es de Bilbao, De la Iglesia se agarra a Carlos Areces y Antonio de la Torre, actores de rompe y rasga, para contar la historia de dos payasos y una femme fatale (pero menos) en lo que acaba siendo Balada triste de trompeta, una pel¨ªcula que sobrevuela la piel de toro sin miedo, a ras de suelo.
"Me veo como un tipo que se exhibe de manera rid¨ªcula ante los dem¨¢s"
"Los payasos me dan miedo y no creo que esta sea una pel¨ªcula de circo"
El director viste de negro riguroso y tiene pinta de haber pasado el ¨²ltimo mes concediendo entrevistas. "Tengo miedo", dice para dejar claro en qu¨¦ territorios se mueve. "Todos tenemos miedo y el que no lo admita es un est¨²pido". La Mostra puede ser un monstruo, y De la Iglesia lo sabe.
Pregunta. ?Es esta su pel¨ªcula m¨¢s espa?ola?
Respuesta. Totalmente, sin ninguna duda y con todo lo que eso supone.
P. ?Y qu¨¦ supone?
R. Un gran esfuerzo y un gran sufrimiento, pero al mismo tiempo un gran disfrute.
P. ?Cu¨¢ntas veces le han mencionado las dos Espa?as durante el d¨ªa de hoy?
R. Much¨ªsimas veces, pero creo que es inevitable. Espa?a es un pa¨ªs partido en dos, cuando uno r¨ªe el otro llora y viceversa. Y los dos bandos quieren a la misma y con el mismo cari?o expresado de formas distintas... hasta que al final se la acaban cargando [risas].
P. Entonces, ?no tenemos remedio?
R. Eso dice un personaje: "Este pa¨ªs no tiene remedio". Yo creo que tiene remedio pero deber¨ªamos dejar de ser nosotros mismos, pero va a ser dif¨ªcil...
P. ?Aspira con su pel¨ªcula a que lo de "eres un payaso" adquiera ahora un significado distinto?
R. No [risas], a m¨ª los payasos me dan miedo y adem¨¢s creo que esta no es una pel¨ªcula de circo, no quer¨ªa que se viera el circo. El payaso es en realidad un t¨ªo disfrazado para hacer re¨ªr y eso es lo que me interesa, los payasos son gente que est¨¢ intentando desesperadamente hacer felices a los dem¨¢s con un disfraz rid¨ªculo. ?Qu¨¦ pretenden? ?Por qu¨¦ creen que con ese disfraz me van a hacer re¨ªr? Por eso primero hay un odio hacia ese ser extra?o y repulsivo y por otro lado hay un cari?o enorme, porque hay una inocencia tan brutal en eso de creer que con esta tonter¨ªa me van a hacer re¨ªr a m¨ª que de repente yo mismo me siento un payaso. ?C¨®mo voy a pretender yo que se r¨ªan con mis pel¨ªculas? Yo me veo como un tipo que se exhibe de una manera rid¨ªcula ante los dem¨¢s ense?ando lo que piensa y lo que siente, y a qui¨¦n quiere y a qui¨¦n no, y c¨®mo ve el mundo. Eso me resulta tremendamente humillante.
P. Tendr¨¢ usted alma de payaso...
R. Por supuesto que la tengo.
P. ?De ah¨ª sale su pel¨ªcula Balada triste de trompeta?
R. Bueno, en realidad yo creo que sale de una frase de Luis Bu?uel que, evidentemente, no habla muy bien de m¨ª, ni de Bu?uel [risas]. Este dec¨ªa: "El m¨¢ximo acto surrealista es salir con una ametralladora a la calle". Y me imagin¨¦ a un payaso con una ametralladora y me pregunt¨¦ por qu¨¦ iba el payaso con la ametralladora. Pues por su pasado, un pasado que le condiciona, como a m¨ª, como a tanta otra gente, un pasado del que no es culpable. Esa guerra entre hermanos que vivieron nuestros padres y abuelos de la que no somos responsables. Recuerdo el a?o 1973 como un a?o terriblemente violento que me parec¨ªa natural hasta que un d¨ªa descubr¨ª que aquello no era normal. De ah¨ª surge la necesidad de venganza. Y lo que yo quiero contar es que el ansia de venganza conduce a la destrucci¨®n.
P. ?Y eso c¨®mo lo arreglamos?
R. Somos payasos, reconozc¨¢moslo. Empecemos por ah¨ª.
P. Si esta no es su pel¨ªcula m¨¢s personal se le parece mucho...
R. Es mi pel¨ªcula m¨¢s personal y voy a decirte algo: eso me asustaba. Pensaba que c¨®mo iba a contar de una forma tan directa lo que siento y lo que pienso. Al final llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que, simplemente, eso es lo que hab¨ªa que hacer.
P. Balada triste de trompeta suena a exorcismo personal...
R. ?Sabes? Siempre he cre¨ªdo que el rid¨ªculo redime y que la ¨²nica manera de expurgar mis penas es mostrarme como soy. Y por eso me pagan, como al payaso.
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