El honor de Purito y las copas de Andy

El d¨ªa del Rat Penat, una urbanizaci¨®n escarpada entre los pe?ascos del parque natural del Garraf, a pico sobre el Mediterr¨¢neo enfurecido, una carretera infame pegada a porcentajes imposibles, pi?ones de 27 en todas las bicis, un camino trazado m¨¢s por la naturaleza que por un ingeniero, aquello de que la Vuelta es otra historia y de que cada persona es un mundo, y si es ciclista mucho m¨¢s, pasaron del nivel de frase hecha a la categor¨ªa de verdades como pu?os. Tres ejemplos.

A Federico Mart¨ªn Bahamontes le basta con un apret¨®n de manos para saber si un corredor tiene algo que decir o no. "Para ser buen ciclista", dice El ?guila de Toledo, "hay que tener manos grandes". Imanol Erviti, entonces, manos gigantescas, manos de le?ador al menos, deber¨ªa ser de lo mejorcito, y as¨ª es. Dicen, selectos, los de su equipo, el Caisse d'?pargne, el que mejor calidad media posee, que solo entran en una fuga el d¨ªa que saben que va a llegar, que ellos no se gastan en las in¨²tiles, y lo prueban, pues el domingo gan¨® otro de los suyos, David L¨®pez, un gregario que se gui¨® por un momento de inspiraci¨®n.

De la misma casta, la de los trabajadores que aprovechan sus momentos, enorme coraz¨®n y fiereza en un tremendo armaz¨®n calmo, Erviti culmin¨® ayer en solitario su escapada, lanzada a 20 kil¨®metros de la meta en el peligroso descenso del Rat Penat, cuando aprovech¨® las cautelas de sus nueve compa?eros de escapada. Erviti, de 26 a?os, forma parte de la l¨ªnea de Txente, de Arrieta, de Lastras, los due?os del c¨®digo gen¨¦tico del equipo navarro de Unzue, que el a?o pr¨®ximo se llamar¨¢ Movistar y que seguir¨¢ contando, un a?o m¨¢s, con el padre ciclista de Erviti, Txente, que cumplir¨¢ 39 a?os y ya formaba parte del equipo el siglo pasado, cuando se llamaba Banesto y tambi¨¦n Illes Balears y tambi¨¦n Caisse d'?pargne.

L¨ªder de un equipo en descomposici¨®n, Andy Schleck dej¨® ayer la Vuelta de una manera ignominiosa, expulsado junto a su compa?ero Stuart O'Grady por orden directa de su jefe, Bjarne Riis, quien, en su primer d¨ªa de visita a la carrera, se los encontr¨® a ambos a altas horas de la madrugada de ayer traseg¨¢ndose unas guinnes en una cervecer¨ªa irlandesa pegada al hotel. Final brusco de las vacaciones espa?olas (marchaba 77? en la general, a m¨¢s de media hora de Anton) para el rival de Contador en los dos ¨²ltimos Tours, quien en su ¨²ltimo Twitter, escrito el 2 de septiembre, reci¨¦n llegado a Murcia, comunic¨® al mundo, en caja alta, I LOVE LA VUELTA: "Etapas cortas y hoteles estupendos". Esa noche, poco despu¨¦s, tambi¨¦n descubri¨®, en compa?¨ªa de su fiel O'Grady y de Cancellara, otra de las maravillas de la Vuelta, las fiestas y las azafatas, como comprobaron varios periodistas en una discoteca a las seis de la ma?ana. "Las reglas son las reglas", dijo Riis, quien, con su decisi¨®n, dej¨® en segundo plano las posibilidades de victoria del hermano mayor, Fr?nk, m¨¢s centrado en la carrera espa?ola (13?, a 1m 49s del l¨ªder): "Me importa poco si fue una copa o fueron 10. Somos profesionales y cada uno debe asumir las consecuencias de sus actos". Tanto Andy como Fr?nk como O'Grady preparan un nuevo equipo para el pr¨®ximo a?o y no estar¨¢n a las ¨®rdenes de Riis, quien se prepara para recibir a Contador como l¨ªder de su proyecto. Cancellara a¨²n duda: si se fuese, deber¨ªa pagar una indemnizaci¨®n de tres millones de euros.

La Vuelta llega hoy a la alta monta?a, a la fr¨ªa y aburrida Andorra (pocas copas, pocas discotecas), y Purito Rodr¨ªguez lo har¨¢ feliz, ocurra lo que ocurra, pues lo har¨¢ tras salvar su honor. Lo que no logr¨® en Gibralfaro, Xorret, Valdepe?as o Alcoy, un maillot rojo con el que entrar triunfal en su Catalu?a, lo consigui¨® en una meta volante: 2s de bonificaci¨®n y un jersey colorado con el que saldr¨¢ hoy, l¨ªder, de sus tierras, escoltado por los terribles rusos, Ivanes todos, de su Katusha.