"Ahora estoy estudiando para ser vieja", confiesa Concha Velasco
La actriz echa marcha atr¨¢s en su retirada y estrena 'La vida por delante'
Menos mal que hace m¨¢s de un a?o Concha Velasco (Valladolid, 1939) anunci¨® su retirada con La vida por delante, el montaje con el que llega hoy al Teatro de La Latina de Madrid. De lo contrario, a saber qu¨¦ hubiera hecho. Pone cara de traviesa y dice: "Cuando lo dije estaba triste y desorientada, pero no tengo m¨¢s remedio que retractarme porque me acabo de enterar de que Jos¨¦ Mar¨ªa Pou tiene en mente hacer un musical", dice la actriz. Con ella inaugura la nueva etapa del popular teatro madrile?o que acaban de comprar a Lina Morgan las productoras Pentaci¨®n y Focus, de Madrid y Barcelona, respectivamente.
Desde que se despidi¨® de la profesi¨®n, adem¨¢s de este montaje estrenado en 2009 en el Goya de Barcelona (tambi¨¦n dirigido por Pou) que le han deparado premios e inmejorables cr¨ªticas, ha realizado una gira de un a?o; ha estrenado la pel¨ªcula Rabia, de Sebasti¨¢n Cordero; est¨¢ grabando la serie Las chicas de Oro, que estrena TVE el lunes e incluso se queja de que Mario Gas la dej¨® colgada con unos mon¨®logos de Cocteau.
La obra levanta el tel¨®n en la nueva era del madrile?o teatro de La Latina
Ha aterrizado en el camerino de Lina Morgan y, como tantas actrices, personaliza ese espacio en el que pasar¨¢ muchas horas los pr¨®ximos meses. No ha terminado de poner todas las fotos, la mayor¨ªa de su nieto y nunca de ella misma: "Y menos de cuando era joven y tan mona, adem¨¢s ahora he sabido adaptarme a mi edad como actriz y como mujer".
En el camerino, un coj¨ªn en el que est¨¢ estampado el cartel de La vida por delante, con una impactante foto de la Velasco convertida en Rose, una vieja ex prostituta jud¨ªa de gran belleza, exhibiendo escotes y , sobre todo, con un rostro maquillado en demas¨ªa: "Es que Rose se pinta y se perfuma para Momo", dice de ese ni?o al que su personaje ha recogido y educa en la fe musulmana, que interpreta Rub¨¦n de Eguia. Velasco se deshace en elogios hacia Rub¨¦n, al igual que le ocurre con sus otros compa?eros de reparto, Carles Canut y Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez. Pero los piropos m¨¢s contundentes son para Pou, al que Concha Velasco llama "maestro de reclinatorio, que dir¨ªa Sacrist¨¢n".
Tiene claro que interpretar a Rose ha sido mucho m¨¢s que abordar un personaje: "Ha sido una declaraci¨®n de principios". Afirma tener una cosa en com¨²n con esa mujer a la que se le apaga la vida: "Como a ella, me gustar¨ªa que la gente se comprendiera, que se respetaran las costumbres, las razas, las religiones...". Su convivencia con Rose la ha cambiado: "Me ha vuelto m¨¢s reivindicativa y me reafirma en que para hacer feliz a los dem¨¢s, hay que ser feliz uno mismo, de lo contrario no puedes". Y a?ade: "Llevo mucho educ¨¢ndome para ser mejor persona, y ahora estoy estudiando para ser vieja, preparando mi entierro, aunque me da m¨¢s miedo la enfermedad que la muerte".
Mientras su personaje defiende y pide para s¨ª misma la eutanasia, Velasco pone de escudo sus contradicciones para decir que en eso no coinciden: "Seguramente por mi catolicismo, pero no tengo por qu¨¦ ser perfecta", dice esta mujer que toda su vida ha tenido terror a la muerte, hasta el punto de sufrir crisis de ansiedad y no soportar la oscuridad. "Me educo para estar sola y una vez haces eso te educas para morir". Son reflexiones que la acompa?an desde hace a?os, y esta obra las ha tra¨ªdo a un primer plano. "Todos buscamos el alma y yo creo que es la conciencia..., no quiero dar lecciones de fe, pero me aterroriza mi propia conciencia, cuando me hace ver los errores personales cometidos, sobre todo si se ha hecho da?o...., no he elegido esta obra as¨ª como as¨ª, es la que quer¨ªa hacer, pero con Pou, que es el que pod¨ªa sacarle gracia e iron¨ªa, a pesar de que habla del deterioro de la vida. Admiro a los que saben m¨¢s que yo". Y la Velasco sabe mucho, porque desde muy joven la han obligado y se ha obligado a prepararse los papeles con enciclopedias, mapas, diccionarios, legajos...
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