Jugador de viento
Federer recurre a su t¨¦cnica en el saque, el movimiento y los efectos para domar a Soderling y a rachas de hasta 48 kil¨®metros por hora
"Para competir con este viento, mejor que la gente se quede en casa y los tenistas se jueguen la victoria lanzando una moneda". Soplan rachas de aire a 48 kil¨®metros por hora, ululan silbidos por la pista central del Abierto de Estados Unidos y, mientras vuelan toallas y servilletas, mientras se bambolea la red como si tuviera un ataque, el suizo Roger Federer gana (6-4, 6-4 y 7-5) al sueco Robin Soderling en los cuartos de final. ?Por qu¨¦? ?Por qu¨¦ el n¨²mero dos mundial suma 18 tantos de saque directo (aces) por dos el n¨²mero cinco? ?Por qu¨¦ consigue 20 golpes ganadores m¨¢s que su rival? ?Por qu¨¦ doma al viento? Todo empez¨® un d¨ªa de perros como el del viernes, igualito al de ayer en Nueva York, el fr¨ªo calando los huesos de los tenistas, el viento bebi¨¦ndose su confianza a sorbos, all¨¢ en 2004: Andre Agassi, profesor del juego entre ciclones, perdi¨® contra Federer. "Para esto, mejor una moneda", dijo. Hab¨ªa nacido un mejor jugador de viento y hab¨ªa derrotado al maestro.
"P¨®nganme lo que sea. Puedo jugar con todo. Menos si nieva, puedo hacerlo"
Por una noche, jornada que vio 42 roturas de servicio en los cuartos femeninos (melenas revoloteando, gritos y quejas, ?c¨®mo soplaba el viento!), Federer fue Roscoe Tanner. El tenista de Chattanooga se tiraba la pelota tan baja en el saque que sus servicios parec¨ªan un molinillo, tan r¨¢pido ten¨ªa que armar el brazo. Como todas las noches, Soderling fue como Ivan Lendl, que se tiraba la bola tan alta, a tan poco resguardo del viento, que se le mov¨ªa una y otra vez, tanto como para negarse a jugar en Miami, donde las grandes rachas de aire. A eso se sum¨® otra circunstancia. Ya lo avis¨® Rafael Nadal, que pertenece a otra raza de jugadores de viento, a un g¨¦nero distinto al de Federer, porque el suizo lo domina desde los golpes y el espa?ol, enfrentado en la madrugada pasada a Fernando Verdasco, desde la cabeza: la Arthur Ashe, templo del cemento, es la pista central m¨¢s abierta, la menos resguardada del aire, llena de remolinos, hirientes susurros del viento, incluso en un d¨ªa de verano, y m¨¢s en 2010, arrullada a¨²n por el soplo tropical de lo que un d¨ªa fue el hurac¨¢n Earl.
?C¨®mo consigui¨® sacar bien con el viento?, le preguntaron a Federer. "Oiga", contest¨® el suizo, que se jugar¨¢ el n¨²mero dos en las semifinales contra el serbio Novak Djokovic tras apearse en los cuartos en los dos ¨²ltimos grandes; "yo me he entrenado mucho durante mi vida. Si no s¨¦ sacar con viento... A m¨ª pueden levantarme a las dos o las cuatro de la ma?ana y ponerme a sacar". "Tengo un buen movimiento de saque para jugar con viento. No afecta a mi concentraci¨®n. Soy muy bueno en golpear un buen servicio incluso si la bola no est¨¢ en el sitio correcto tras lanzarla", continu¨®; "puedo sacar a cualquier esquina con efecto cortado, con bote (kick) o plano. Como puedo fiarme de mi segundo saque, no siento p¨¢nico ni cometo muchas dobles faltas [dos por cuatro de Soderling]. En condiciones como estas, es un gran arma". ?Algo m¨¢s para jugar en un hurac¨¢n? ?Algo que a?adir a sus tiros con ligero efecto curvado, un seguro frente a los planos del sueco, impulsados maliciosamente por el aire? "Hay que ser consistente, no buscar las l¨ªneas tanto como otros d¨ªas. Hay que hacer peque?os ajustes. Moverse". Coincidi¨® Soderling: "Roger es un buen jugador de viento. Se mueve bien. Siempre est¨¢ en el sitio correcto".
Federer, normalmente al¨¦rgico a lo incontrolable, entiende que jugar con viento es "un reto, una oportunidad de hacerlo diferente". Es el tenista de m¨¢s talento. Quiso dejarlo claro: "P¨®nganme lo que sea. Puedo jugar con todo. Menos si nieva, puedo hacerlo".
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