La 'materia oscura'
Desde la publicaci¨®n de sus primeras novelas en castellano hasta hoy, Patrick Modiano ha venido haciendo un camino lento de reconocimiento en nuestro pa¨ªs hasta llegar a ser considerado por un p¨²blico lector selecto como uno de los pocos grandes narradores que a¨²n quedan en el pa¨ªs vecino. Sus textos, casi siempre novelas cortas, el aire un tanto evanescente de sus historias, el aparente tono menor de sus personajes, parec¨ªan contrastar con las poderosas creaciones de un Claude Simon, un Julien Gracq o un Michel Tournier. El paso del tiempo y el conjunto de su extensa obra, sin embargo, lo han revelado como un autor con un mundo y una escritura tan personales como corresponde a un verdadero escritor. En estos ¨²ltimos a?os, la edici¨®n de varias de sus obras por Anagrama ha venido a apoyar esta realidad. El horizonte, su ¨²ltima novela, publicada en Par¨ªs en este mismo a?o, que nos llega impecablemente traducida por Mar¨ªa Teresa Gallego, no hace sino cerrar -por ahora- una admirable trayectoria con broche de oro.
El horizonte
Patrick Modiano
Traducci¨®n de Mar¨ªa Teresa Gallego Urrutia
Anagrama. Barcelona, 2010
160 p¨¢ginas. 15 euros
El esquema, como en ¨¦l resulta habitual, es muy sencillo: un escritor, Bosmans, recuerda a una mujer, Margaret, treinta a?os despu¨¦s de haberla conocido. En su vida actual, numerosos momentos, fragmentos de vida, incluso simples nombres o im¨¢genes, lo perturban hasta el extremo de adquirir una agenda Moleskine para tomar nota de ellos con la esperanza de hilarlos, de hallar su sentido porque "tras los acontecimientos concretos y los rostros familiares, era muy consciente de todo cuanto se hab¨ªa convertido en materia oscura: breves encuentros, citas fallidas, cartas perdidas, nombres y n¨²meros de tel¨¦fono que aparecen en una agenda antigua y hemos olvidado, e incluso personas con quienes nos cruzamos sin darnos cuenta siquiera". As¨ª es como vuelve a ¨¦l la imagen de Margaret Le Coz. Con ella como vago y exigente hilo conductor, Bosmans recuerda. Era un proyecto de escritor cuando la conoci¨®. Su vida y los retazos de la misma vividos cerca, junto o a prop¨®sito de la mujer, van dibujando un camino para su propia memoria. Todo esto constituye la primera mitad de la novela. La segunda es la propia memoria de Margaret: su procedencia y su trayecto vital desde que aparece en Par¨ªs procedente de Suiza y de una turbia historia que la amedrenta todav¨ªa. El ¨²ltimo tramo del esquema es la relaci¨®n de ambos con la extra?a pareja que forman Yvonne Gaucher y Andr¨¦ Poutrel. Tras ello, la p¨¦rdida, la ruptura de la memoria, el deseo de saber.
En ambos hay una coincidencia: huyen de algo, esconden sus nombres, han cambiado de direcci¨®n para no ser encontrados. La obsesi¨®n de Bosmans, ya escritor cumplido, es pensar que los encuentros habidos, los momentos vividos y las palabras cruzadas "se hayan desvanecido en la nada como si nunca las hubiera pronunciado nadie". Y se pregunta, angustiado: "?Y si esas palabras se quedasen colgadas en el aire hasta el final de los tiempos y bastase con algo de silencio y con fijarse un poco para captar sus ecos?". Esa es la raz¨®n de su mirada al pasado y de su libreta Moleskine. Un pasado que, al recordar las entregas de su manuscrito primero a la mecan¨®grafa, cuando se llevaba los textos ya pasados a m¨¢quina para revisarlos, "le parec¨ªa que estaba llegando a una encrucijada en la vida, o m¨¢s bien a una linde desde la que iba a poder lanzarse hacia el futuro. Por primera vez ten¨ªa en la cabeza la palabra porvenir; y otra palabra: horizonte". Curiosamente, el recuerdo de aquella experiencia ser¨¢ su asidero para volverse hacia el pasado con una conciencia progresivamente abierta al entendimiento de su propia vida.
La vulnerabilidad de Margaret (su amiga le dice del hombre que la persigue: "Te persigue porque no tienes defensas inmunitarias") es lo que la convierte en una mujer tan temerosa como inasible y en un personaje femenino caracter¨ªstico de Modiano. Esa persecuci¨®n de lo intangible, de lo inapresable que, sin embargo, pertenece a tu vida, es una de las verdades literarias de esta novela. Y entre la realidad y el sue?o la novela se cierra con un final soberbio, perfecto.
Bosmans es un producto presente de aquel "desierto del hombre" del que habl¨® Baudelaire. La atm¨®sfera de la novela procede en cierto modo del famoso poema ? une Passante en el que la instantaneidad se constituy¨® en la eternidad para el hombre moderno. Jean Bosmans es, tambi¨¦n en cierto modo, un fl?neur de s¨ª mismo o, mejor dicho, aquello en que se ha convertido la figura del fl?neur en el tiempo presente. La ansiedad, la p¨¦rdida, el desconcierto, la angustia... son distintos, pero reconocemos la figura. Modiano ha logrado un relato magistral del encuentro entre pasado y presente, y de la b¨²squeda del sentido de la vida como exigencia impl¨ªcita de la conciencia atomizada del hombre moderno.
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