Medv¨¦dev descarta una democracia parlamentaria

El presidente ruso, Dmitri Medv¨¦dev, cree que el sistema parlamentario ser¨ªa "una cat¨¢strofe" para Rusia, sostiene que en el pa¨ªs "hay democracia" y est¨¢ "categ¨®ricamente en desacuerdo" con los que piensan que aqu¨ª "dominan las tendencias autoritarias". Estas ideas las expres¨® Medv¨¦dev en el Foro Pol¨ªtico Mundial celebrado en Yaroslavl y en el que se esperaba que el presidente ruso abogara por la modernizaci¨®n pol¨ªtica. Pero Medv¨¦dev perdi¨® la oportunidad de exponer un claro programa de reformas pol¨ªticas y desilusion¨® a quienes todav¨ªa confiaban en que ¨¦l podr¨ªa encabezar la v¨ªa hacia una sociedad aut¨¦nticamente democr¨¢tica.

"No hay que cambiar nada radicalmente, no porque no se pueda, sino porque no es necesario", sostuvo Medv¨¦dev en la ciudad de Yaroslavl, situada a 240 kil¨®metros de Mosc¨². "La democracia parlamentaria para Rusia ser¨ªa una cat¨¢strofe", se?al¨®.

Putin ha insinuado que puede volver al Kremlin por un largo periodo

El sistema ruso es muy presidencialista: el jefe de Estado tiene poderes sumamente amplios, que algunos comparan con los de un monarca absoluto. Verdad es que no fue Medv¨¦dev ni su antecesor, el hoy primer ministro Vlad¨ªmir Putin, los que elaboraron la Constituci¨®n rusa, sino Bor¨ªs Yeltsin y su equipo en 1993, despu¨¦s de ca?onear al parlamento opositor.

"Estoy en desacuerdo con quienes sostienen que en Rusia no hay democracia y que en ella dominan las tendencias autoritarias. Hay democracia, aunque sea joven, inmadura e inexperta. Nosotros somos libres", subray¨® el presidente ruso. Medv¨¦dev a?adi¨® que hay que tener en cuenta que "casi nunca ha habido democracia en Rusia". "No la hubo cuando el pa¨ªs estuvo dirigido por zares y emperadores, ni durante la etapa sovi¨¦tica", record¨®.

La realidad es que, en la actualidad, en Rusia no existe pr¨¢cticamente una divisi¨®n de poderes como se conoce en las democracias occidentales; los tent¨¢culos del fort¨ªsimo Ejecutivo se extienden a las ramas legislativa y judicial. Si bien esta situaci¨®n estaba presente en la ¨¦poca de Yeltsin, las cosas han empeorado: ya no se elige en votaci¨®n directa los miembros de la C¨¢mara Alta, y no son electos ni los gobernadores, ni los presidentes de las rep¨²blicas que forman la Federaci¨®n Rusa, ni los alcaldes de las dos principales ciudades, Mosc¨² y San Petersburgo, que nombra el presidente. Tampoco existen partidos pol¨ªticos normales.

Como dice el ex diputado liberal Vlad¨ªmir Rizhkov, "si se estudian por separado los discursos de Medv¨¦dev y la realidad rusa, uno tendr¨¢ la impresi¨®n de que se trata de dos pa¨ªses distintos. Medv¨¦dev aparecer¨¢ como un liberal y reformista, mientras que en la realidad la pol¨ªtica contin¨²a siendo la misma: no desaparecen ni el proteccionismo, ni el autoritarismo, ni la corrupci¨®n".

Para Medv¨¦dev, la reforma del pa¨ªs pasa, ante todo, por la econom¨ªa. "Debemos cambiar urgentemente la estructura econ¨®mica; de lo contrario, no tendremos futuro", dijo refiri¨¦ndose a la dependencia rusa de las materias primas. Y para ello es necesaria la modernizaci¨®n tecnol¨®gica que ¨¦l propugna y que considera una de las prioridades pol¨ªticas. En cuanto a los cambios en el actual modelo pol¨ªtico, ¨¦stos deben ser "cautelosos"; deben darse "paso a paso, para no destruir la estabilidad" actual de la sociedad. "Creo que tenemos un ritmo normal de desarrollo social", dijo.

Los que justifican la pol¨ªtica cautelosa de Medv¨¦dev, como el jefe del Centro de Tecnolog¨ªas Pol¨ªticas, ?gor Bunin, hacen notar que el presidente "es un estratega", que ha comprendido la necesidad de concentrarse "en varias direcciones importantes", entre ellas la modernizaci¨®n del pa¨ªs, la revisi¨®n de las relaciones con EE UU y la reforma de la polic¨ªa.

Medv¨¦dev, seg¨²n sus partidarios, est¨¢ creando la base jur¨ªdica para el futuro desarrollo democr¨¢tico del pa¨ªs. Como ejemplo ponen el proyecto de ley de reforma de la polic¨ªa, que est¨¢ en Internet para que todo el que quiera pueda dar su opini¨®n y proponer modificaciones. Nadie, ni siquiera Yeltsin, hab¨ªa intentado antes reformar esta instituci¨®n monstruosa que sigue pr¨¢cticamente intacta desde la ¨¦poca sovi¨¦tica.

Los analistas rusos interpretan las ¨²ltimas actuaciones de Medv¨¦dev y Putin como el comienzo de la campa?a electoral que deber¨¢ decidir qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo presidente: si regresar¨¢ este ¨²ltimo o si el actual gobernar¨¢ por un segundo mandato. El lunes pasado, Putin insinu¨® que puede volver al Kremlin por un largo per¨ªodo y se comport¨® como lo que nadie duda que es: el hombre fuerte de Rusia.