Pap¨¢ Andy, guerrillero Garc¨ªa
Pocas estrellas de Hollywood est¨¢n tan presentes en la vida cotidiana de Los ?ngeles como Andy Garc¨ªa. El actor es conocido por llevar durante a?os a sus hijas al colegio Campbell Hall Studio City, o a su hijo a sus pr¨¢cticas deportivas. Tambi¨¦n por aguardar paciente en las interminables colas de la pasteler¨ªa cubana de su barrio. "Es que Portos me pilla cerca de casa y el caf¨¦ es espectacular", argumenta. Eso y los deliciosos pastelitos de queso y carne que sirven: "No ser¨¢n lo m¨¢s sano, pero me doy el gusto", a?ade con una mano en una barriga bien lisa de 54 a?os.
Garc¨ªa, una estrella accesible de barrio, ha vuelto a hacer de productor y protagonista en Asuntos de familia, filme de Raymond de Felitta sobre una familia disfuncional, donde todo son secretos y malentendidos, y que se estrenar¨¢ en Espa?a antes del final de a?o. Fuera de Hollywood, Garc¨ªa acaba de rodar Cristiada, la mayor producci¨®n mexicana sobre el revolucionario Enrique Gorostieta, en la que trabaja junto a Eva Longoria y Rub¨¦n Blades, y que ha pintado en su rostro ese bigote de general que ahora luce.
"Cu¨¢ntas veces habr¨¦ o¨ªdo de los productores eso de '?Andy, el sexo vende!'. No lo dudo, pero v¨¦ndelo con otro"
"Para m¨ª el matrimonio es como una religi¨®n, y como tal tienes que practicarla y ser fiel si quieres que sobreviva"
La cercan¨ªa de Garc¨ªa quiz¨¢ haya contribuido poco a su carrera. Cuando uno piensa en Ocean's Eleven, el brillo que eclipsa es el de George Clooney o el de Brad Pitt. En el dram¨®n Cuando un hombre ama a una mujer, Garc¨ªa era la r¨¦plica a la entonces famosa Meg Ryan. Y cuando se habla de El Padrino, primero se piensa en Marlon Brando, Al Pacino o Robert DeNiro, antes de llegar a esa tercera entrega que convirti¨® a Andy Garc¨ªa en estrella. Nadie niega que lo sea, s¨ª, pero quiz¨¢ demasiado terrenal para serlo con may¨²sculas. De ah¨ª su reciente giro al campo de la producci¨®n, a verse convertido en el "guerrillero Garc¨ªa", ese que trabaja fuera del sistema con tal de ver hechas las pel¨ªculas que quiere hacer: "Soy productor porque no me queda otro remedio". As¨ª acab¨® dirigiendo La ciudad perdida tras 16 a?os de espera, una oda hacia el pa¨ªs que dej¨® a los 5 a?os, basada en un gui¨®n de Guillermo Cabrera Infante.
En cada una de sus elecciones -incluidos los manjares de Portos o los puros habanos que tanto le gustan, ilegales por cierto en EE?UU- tiene claras sus motivaciones: La nostalgia del cubano exiliado en La ciudad perdida; su deseo de plasmar la lucha por la libertad de la guerra cristera, esa que tuvo lugar entre 1926 y 1929 en M¨¦xico, en Cristiada; o la pasi¨®n oculta por ser actor del agente de prisiones y padre de familia Vince Rizzo, su papel en Asuntos de familia. En esta ¨²ltima, a Garc¨ªa tambi¨¦n le conmovi¨® el tono humano, fresco y complejo "a lo Alberto Sordi" de la cinta. "Cuando me dijeron que no hab¨ªa financiaci¨®n, pod¨ªa haber dicho eso tan habitual de 'me encantar¨ªa hacer la pel¨ªcula, av¨ªsame cuando la encuentres', pero realmente quer¨ªa hacerla, as¨ª que el grado de compromiso fue mayor, y el viaje, m¨¢s largo", suspira. Fueron cuatro a?os de producci¨®n para 27 d¨ªas de rodaje, donde entre sus "deberes como productor" estuvieron las llamadas a amigos como Julianna Margulies, Emily Mortimer y Alan Arkin para que rodaran con ¨¦l. Los tres dijeron que s¨ª.
Con cualquiera de estos ¨²ltimos proyectos, Garc¨ªa busca alejarse de ofertas que siempre le rondan: papeles de latin lover, de mafioso o de polic¨ªa. Y si para ello hay que salir de la industria, que as¨ª sea. "Huyo tanto de la violencia como del sexo, y en los guiones malos hay exceso de ambos. Es obligatorio que para la p¨¢gina 69 acabemos en la cama. Cu¨¢ntas veces habr¨¦ o¨ªdo de los productores eso de '?Andy, el sexo vende!'. No lo dudo, pero v¨¦ndelo con otro", ataja.
Andy Garc¨ªa nunca se ha desnudado en c¨¢mara ni tampoco se ha casado con nadie. Al margen de su esposa, claro est¨¢. A Mar¨ªa Victoria Lorido la conoci¨® una noche de 1975 en Miami, y en esa misma cita le pidi¨® la mano. Se casaron en 1982 y as¨ª siguen, casados, a estas alturas padres de cuatro hijos: Dominik, de 27 a?os; Daniella, 23; Alessandra, 19, y el escopetazo de Andr¨¦s, el ¨²nico var¨®n y nacido con 11 a?os de diferencia de la peque?a. Todos siguen viviendo en casa, esa mansi¨®n que tiene al otro lado de Beverly Hills. Hasta en su residencia es cercano al pueblo llano, fuera del ¨¢mbito de las estrellas. "Para m¨ª el matrimonio es como una religi¨®n, y como tal tienes que practicarla y ser fiel si quieres que sobreviva", dice este cat¨®lico confeso. Tambi¨¦n est¨¢ casado con su trabajo, que le sigue a casa porque sus dos hijas mayores ya se han sumado a la interpretaci¨®n. ?El mayor problema? Escenas como las que Dominik interpret¨® en Asuntos de familia como bailarina er¨®tica. "Mi bautismo de fuego fue ir a la playa con mis hijas en biquini. Despu¨¦s no hay diferencias", comenta en plan padre.
De joven, Garc¨ªa iba para baloncestista y bongosero. Pero ni el deporte ni la m¨²sica eran lo suyo, as¨ª que su carrera se enfil¨® hacia algo que ni ¨¦l ni su familia hubieran pensado nunca: actor. De sus primeros castings recuerda que le quer¨ªan para series de televisi¨®n. Y dijo que no. Todo lo posible al menos. Cuando fue cobrando fama y despu¨¦s de Ocho millones de maneras de morir, Brian de Palma quiso que repitiera como mafioso. "Le respond¨ª que quer¨ªa hacer de polic¨ªa. Me mir¨® como si fuera un marciano", recuerda entre risotadas. Se volvi¨® a salir con la suya y con una carrera s¨®lida tras Los intocables de Eliot Ness. Aun as¨ª, la historia se repiti¨® en El Padrino III. Francis Ford Coppola no ten¨ªa el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s en ¨¦l. Pero la insistencia de Garc¨ªa (y el apoyo incondicional de Paramount) le ganaron el papel m¨¢s conocido de su carrera.
Como actor, Garc¨ªa nunca ha querido explotar su apellido hispano para conseguir trabajo, con tantos papeles de origen italiano como "latinos" en su carrera. No se considera un "actor latino", marchamo del que siempre huye, aunque lo hispano est¨¦ de moda. Garc¨ªa recuerda que promocionar La ciudad perdida como una pel¨ªcula cubana siempre le pareci¨® un error, algo tan absurdo como pensar que tienes que pertenecer a la Mafia para que te interese El Padrino. "Lo importante es que la pel¨ªcula existe y que la historia se cont¨®. Pel¨ªculas as¨ª necesitan todo nuestro apoyo", explica sobre una batalla que ya pas¨® y como disculp¨¢ndose de las que vendr¨¢n con la l¨ªnea de cine guerrillero que est¨¢ tomando su carrera.
Su forma de pensar tambi¨¦n es una rareza en la industria, porque movi¨¦ndose en las aguas de un Hollywood liberal, Andy Garc¨ªa es conservador. Lo es hasta en su apariencia, ahora puntuada con ese bigote militar de general Gorostieta. Un estilo que acompa?a con un traje de corte italiano y una bufanda Burberry que lleva por elegancia, porque el sol brilla, como siempre, en el sur de California. La principal raz¨®n de su conservadurismo es su Cuba natal, esa isla perdida en su memoria a la que le gustar¨ªa volver y sobre la que no duda nunca en hablar si se le pregunta. "No hablo de pol¨ªtica. Es un tema de derechos humanos. Se trata de hablar de lo que es justo", punt¨²a. Habla del embargo, pero no del estadounidense, sino del que en su opini¨®n impone el Gobierno cubano sobre su pueblo: "Espa?a, Italia, Francia? dicen mantener un comercio abierto con Cuba. Pero, por ley, ninguno de estos pa¨ªses puede mantener relaciones comerciales con los cubanos directamente. Lo hacen mediante el Gobierno cubano".
Garc¨ªa tampoco quiere meterse en las aguas pantanosas en las que entr¨® recientemente Longoria, su compa?era en Cristiada, a prop¨®sito de la pol¨¦mica ley antiinmigrante aprobada en Arizona, la SB1070. Garc¨ªa prefiere no entrar en la refriega. "No tengo m¨¢s que alabanzas hacia este pa¨ªs y las oportunidades que me ha dado". Recuerda su llegada a una industria donde nombres como Ra¨²l Julia, Jos¨¦ Ferrer, Anthony Quinn o Edward James Olmos luchaban contra el estereotipo. "Fue dif¨ªcil arrancar, pero ¨¦ramos una comunidad y nos apoyamos", a?ade nost¨¢lgico y orgulloso.
Tras Asuntos de familia y Cristiada, y con el filme Georgia en producci¨®n (donde interpreta al presidente de esa rep¨²blica), la nueva meta de Garc¨ªa se llama Hemingway & Fuentes, pel¨ªcula que quiere dirigir y protagonizar, donde ya cuenta con Anthony Hopkins para el papel del escritor rebelde y suicida, pero que sigue en fase de financiaci¨®n. "Los estudios ya no te firman un cheque en blanco", se disculpa. ?Ni con su nombre o con el de Hopkins? "No importa qui¨¦n ponga el nombre. Pero ya me s¨¦ el camino, y lo ¨²nico que espero es que no me lleve 16 a?os. O cuatro. Con que s¨®lo me lleve un par me conformo. Tengo paciencia".
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