173 d¨ªas preso por un error judicial

Flavio Emilit¨ªn Silva Moreira se desga?it¨® diciendo a la polic¨ªa, al juez y a quien quiso o¨ªrle que ¨¦l no hab¨ªa hecho nada malo. De nada sirvieron sus s¨²plicas para que se cotejasen sus huellas dactilares con la del aut¨¦ntico delincuente. Le subieron a un furg¨®n policial, esposado, y acab¨® en la c¨¢rcel de Basauri (Vizcaya). Hasta que se deshizo el entuerto pasaron 173 d¨ªas. Y es que su nombre, Flavio Emilit¨ªn Silva, y nacionalidad, Guinea-Bissau, coincid¨ªa con la de un individuo que estaba preso en Almer¨ªa por receptaci¨®n y que hab¨ªa huido durante un permiso penitenciario.

Silva Moreira paseaba tranquilo por las calles de Bilbao, el 3 de agosto de 2007, cuando una dotaci¨®n policial le pidi¨® que se identificase. Los polic¨ªas introdujeron sus datos en el ordenador central y all¨ª figuraba una orden de b¨²squeda, captura e ingreso en prisi¨®n contra alguien que se llamaba pr¨¢cticamente igual que ¨¦l. La orden proced¨ªa de un tribunal situado a unos 1.000 kil¨®metros de Bilbao, la Audiencia Provincial de Almer¨ªa. El Juzgado de Instrucci¨®n 9 de Bilbao no crey¨® sus lamentos de inocencia y orden¨® encarcelarle a disposici¨®n del tribunal andaluz. Fueron 173 d¨ªas de impotencia y rabia. Un cautiverio alimentado adem¨¢s por la burocracia judicial. Hubiese bastado con cotejar sus huellas con las que figuraban en el sumario de Almer¨ªa para aclararlo todo al instante. Pero acababa de comenzar agosto. Y tuvo que esperar hasta febrero de 2008 para abandonar las rejas, cuando el juez de Bilbao se cercior¨® de que todo era un error y archiv¨® la causa. La polic¨ªa le entreg¨® un informe que acreditaba "sin g¨¦nero de dudas" (las huellas eran diferentes) que el Flavio Emilit¨ªn Silva encarcelado no era el Flavio Emilit¨ªn Silva buscado en Almer¨ªa por quebrantamiento de condena.

La v¨ªctima pidi¨® hasta la saciedad que analizasen sus huellas dactilares

Un grav¨ªsimo error que ha tra¨ªdo graves consecuencias personales a Flavio Emilit¨ªn. Seg¨²n consta en un informe del Consejo General del Poder Judicial, su estancia carcelaria le ha generado "graves trastornos psicol¨®gicos y ha cercenado su vida laboral". El Poder Judicial, a petici¨®n del Ministerio de Justicia, ha analizado este caso y entiende que se ha producido un error en la identificaci¨®n del verdadero reo atribuible "a la Administraci¨®n de Justicia". Flavio Emilit¨ªn reclama ahora al Estado 175.000 euros por los 173 d¨ªas de lamentos que nadie quiso escuchar.