'Caso De Miguel': Agarrados al carn¨¦ medio a?o

La flamante sede territorial del PNV en ?lava, adquirida para su partido por Alfredo De Miguel por, m¨¢s o menos, la mitad de su precio de mercado, y a trav¨¦s de una sociedad que ocult¨® en su declaraci¨®n de intereses al ser nombrado diputado foral, sigue sin ser inaugurada seis meses despu¨¦s de saltar el esc¨¢ndalo sobre una supuesta trama de corrupci¨®n que implica a diversos afiliados jeltzales. El traslado a la nueva sede se realiz¨® con discreci¨®n, al poco tiempo, pero el presidente del PNV, I?igo Urkullu, se mantiene a distancia de un acto semejante, que deber¨ªa protagonizar junto al presidente del ABB, I?aki Gerenabarrena.

El pr¨®ximo viernes se cumplir¨¢ medio a?o del sobresalto que levant¨® en vilo al PNV cuando un juez de Vitoria orden¨® detener, entre otros afiliados, a cuatro relevantes cargos p¨²blicos e internos del partido. Se inici¨® una cascada de imputaciones que, por ahora, sit¨²a a 14 personas, incluidos altos cargos de gobiernos anteriores, bajo las feas sospechas de cohecho, blanqueo de capitales, tr¨¢fico de influencias, malversaci¨®n de fondos p¨²blicos, prevaricaci¨®n, falsedad documental y alteraci¨®n de precios en concursos y subastas p¨²blicas y, en una segunda causa, revelaci¨®n de secretos y espionaje. Esos dos sumarios y una comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n en puertas, que puede hacer pasar por la C¨¢mara a tres consejeros del ¨²ltimo gobierno Ibarretxe, son el balance a los seis meses del estallido de los casos De Miguel y Telleria -entendido ¨¦ste como la pieza separada que orden¨® el juez Roberto Ramos por el supuesto espionaje a personalidades pol¨ªticas y del mundo empresarial- y a ocho de las elecciones municipales. Ese balance incluye ahora la denuncia de tres imputados contra ocho periodistas por informar sobre la investigaci¨®n bajo secreto judicial, recurrida por la Fiscal¨ªa de ?lava. La preocupaci¨®n que se palpa en el PNV parece justificada, m¨¢xime cuando todos los imputados siguen en el partido. Y tambi¨¦n hay una dosis de recelo interno en el sector que encabeza Joseba Egibar, al que pertenece la mayor¨ªa de ellos.

Urkullu sigue sin inaugurar la sede territorial adquirida por De Miguel

El PNV, emplazado a respaldar con su firma la comisi¨®n de investigaci¨®n

Pol¨ªticamente, lo m¨¢s llamativo es el caso omiso que los concernidos con carn¨¦ del PNV han hecho a la petici¨®n de su presidente, I?igo Urkullu, para que lo entreguen. Urkullu ha reiterado varias veces esa llamada sin ¨¦xito y sin actuaciones alternativas. Por ahora, ninguno de los imputados le ha atendido y nadie sabe si cambiar¨¢n de actitud, admiten en el partido. El PNV, por los motivos que sea, tampoco ha querido activar la v¨ªa que podr¨ªa abrir un procedimiento que alcance el objetivo de Urkullu: que cualquier afiliado presente denuncia interna.

As¨ª las cosas, la ejecutiva del PNV tiene ma?ana sobre la mesa la propuesta de creaci¨®n de una comisi¨®n especial de investigaci¨®n en el Parlamento a la que el PSE y el PP quieren sumar su respaldo expreso. Cargos relevantes consultados en ese partido coinciden, sin embargo, en que resultar¨¢ muy dif¨ªcil que el portavoz de su grupo, Joseba Egibar, estampe su firma al pie de la solicitud que abrir¨¢ la tramitaci¨®n. Consideran la redacci¨®n "excesivamente dura" y las acusaciones que se expresan en la justificaci¨®n de la iniciativa "de enorme gravedad". Creen que va mucho m¨¢s all¨¢ de lo que merecer¨ªan las presuntas irregularidades, que algunos minimizan como de "cuant¨ªa menor".

Otro tanto han hecho distintos dirigentes con el supuesto espionaje, al minimizar, por ser meros "chismorreos", los informes en poder de Teller¨ªa, obviando la gravedad pol¨ªtica de una actuaci¨®n de ese tipo, sea cual sea el contenido.

La actitud recuerda la mantenida en los a?os 80 al descubrirse las escuchas ilegales al lehendakari Carlos Garaikoetxea: quien no tiene nada que ocultar no tiene por qu¨¦ preocuparse, vino a decir el entonces portavoz de la ejecutiva del PNV y hoy diputado general de ?lava, Xabier Agirre.

El PNV tiene ma?ana ocasi¨®n de plantear modificaciones al escrito de socialistas y populares, pero m¨¢s bien parece que se limitar¨¢ a no oponerse a la comisi¨®n -habr¨ªa sido est¨¦ril, puesto que PSE y PP tiene mayor¨ªa suficiente- pero tampoco respaldarla con su firma.

En este proceso, el PNV perdi¨® el PNV perdi¨® a dos hombres de futuro y se vio ante un problema interno a?adido: De Miguel estaba llamado a suceder a Gerenabarrena, mientras otro de los imputados, Alfonso Arriola, era su candidato in p¨¦ctore a la alcald¨ªa de Vitoria. Este rebote abri¨® la pugna interna por el puesto, zanjada con la retirada de los dos candidatos en liza en las primarias de julio, el del ABB, Ramiro o Gonz¨¢lez y la actual portavoz municipal, Malentxo Arruabarrena. En paralelo, Aitor Teller¨ªa, mano derecha de Gerenabarrena en la ejecutiva alavesa, fue de nuevo imputado a finales de julio, en la pieza que el juez Ramos orden¨® separar para investigar un presunto caso de espionaje pol¨ªtico, con la implicaci¨®n de dos veteranos ertzainas.

Entre las ¨²ltimas diligencias impulsadas por el juez despu¨¦s de las vacaciones de agosto est¨¢ justamente, seg¨²n ha podido saber EL PA?S, una nueva b¨²squeda entre los correos electr¨®nicos del ex dirigente del PNV.

Al caso De Miguel, se sum¨® as¨ª el caso Teller¨ªa, despu¨¦s de que poco antes hubiera surgido el caso Zubiaurre, sin relaci¨®n con esta trama, y todos se a?adieran al caso Marg¨¹ello, tambi¨¦n en los tribunales y ya bajo investigaci¨®n en el Parlamento vasco. Todos son peligrosos para el PNV, m¨¢xime a ocho meses vista de las elecciones locales y forales, y cuando una segunda comisi¨®n especial de investigaci¨®n est¨¢ a punto de constituirse en la C¨¢mara. Haya o no pronunciamientos judiciales, el veredicto pol¨ªtico del Parlamento s¨ª puede llegar antes de esos comicios, como en el mandato pasado lo hicieron los casos Guggenheim o Balenciaga.

El inmueble de la plaza de la Virgen Blanca, las cuatro plantas del emblem¨¢tico edificio que ocup¨® Casa Hueto, concita miradas y comentarios, y su situaci¨®n vergonzante de sede no bendecida, contra lo que acostumbra el PNV con cualquier reforma del m¨¢s humilde de los batzokis, expresa bien la aprensi¨®n y los pies de plomo con que se mueve ese partido ante la resbaladiza trama bajo investigaci¨®n judicial y, en breve, pol¨ªtica.