El futuro de la Red, en peligro
UNA DE LAS AMBIG?EDADES de la posici¨®n del director de Wired, Chris Anderson, al anunciar en su art¨ªculo La web ha muerto, ?Larga vida a Internet! es que al pronunciarse a favor de las aplicaciones toma una posici¨®n que pone en peligro lo que pretende celebrar: Internet.
La clave del debate de fondo no est¨¢ en el muy discutible art¨ªculo sino en un libro fascinante de Jonathan Zittrain titulado El futuro de Internet y como evitarlo.
La parte m¨¢s o menos conocida de la tesis se resume de manera sencilla: lo que permiti¨® el ¨¦xito de Internet -su dimensi¨®n ca¨®tica y abierta- puede causar su p¨¦rdida. Los internautas est¨¢n preocupados y muchas empresas les prometen seguridad en espacios que ellas controlan.
Dos grandes peligros amenazan Internet: el servicio por aplicaciones (tipo App Store) y la tentativa de centralizaci¨®n (tipo Facebook). "Esta contrarrevoluci¨®n," precisa Zittrain, "podr¨ªa alejar a los internautas de la Red que fomenta la innovaci¨®n para empujarlos hacia una red de aparatos que incluye algunas de las funcionalidades m¨¢s poderosas del Internet actual, mientras limitan su capacidad de innovaci¨®n".
El concepto clave del libro es generativity. Zittrain lo define como "la capacidad de un sistema para producir cambios no anticipados gracias a contribuciones no filtradas, sociales y t¨¦cnicas, que provienen de amplias y variadas audiencias". Las relaciones resultantes "reflejan cu¨¢nto los usuarios se identifican como contribuidores y participantes m¨¢s que c¨®mo consumidores".
La l¨®gica para llegar a esto se resume en dos "principios": procrastinaci¨®n (aplazamiento) y confianza en el vecino. El primero implica que "la mayor¨ªa de los problemas ser¨¢n resueltos m¨¢s tarde por otros" y el segundo que "estos otros tendr¨¢n inter¨¦s en resolver m¨¢s que en crear problemas". Ambos fueron introducidos por investigadores universitarios hippies con un papel determinante en la primera fase de Internet, y que contribuyeron al ¨¦xito de la red de redes. Ambos est¨¢n en peligro por su evoluci¨®n.
Para evitar cualquier visi¨®n id¨ªlica, Zittrain precisa que "las herramientas generadoras no son mejores que las otras. Suele ser m¨¢s f¨¢cil dominar los aparatos para usos espec¨ªficos, que
pueden ser m¨¢s seguros y efectivos". El vendedor tiene m¨¢s control cuando usamos aparatos cerrados "con correa" (tethered, en ingl¨¦s). Los peligros, sin embargo, no desaparecen: provienen de las empresas que act¨²an por su cuenta (como la censura de Apple sobre los contenidos de iTunes) y "de las previsibles intervenciones por los reguladores " que, a su vez, modifica "la forma c¨®mo la gente los usa".
Al comprar un objeto nos convertimos en su due?o. Nos cuesta entender que no sea as¨ª con los aparatos "con correa". Siguen controlados por el vendedor que "los puede cambiar a distancia". Por ejemplo, la destrucci¨®n de la versi¨®n electr¨®nica de la novela 1984 de George Orwell, eliminada por Amazon de los Kindle de sus clientes sin previo aviso.
Por convencido que est¨¦ de los m¨¦ritos de las tecnolog¨ªas generadoras, Zittrain no cree que siempre produzcan "progreso, si por progreso se entiende alg¨²n incremento en el bienestar social. Lo que producen m¨¢s bien es cambio". Algo claramente parad¨®jico: "apertura y cambios no anticipados pueden traer maldades, como el spam y los virus inform¨¢ticos". As¨ª se explica c¨®mo la fuerza de Internet tambi¨¦n la pone en peligro.
Zittrain precisa que aplicaciones y aparatos controlados por el vendedor no son un peligro en s¨ª. El riesgo se materializa si su efecto combinado "representa un cambio total y un alejamiento de su car¨¢cter innovador por parte de nuestro ecosistema informacional".
Confiar en las virtudes que hicieron fuerte a Internet y creer que el sistema es demasiado bueno para cambiar ser¨ªa un error. Siempre hay que tener en cuenta las falsas ofertas de seguridad y el poder de la constante manipulaci¨®n del miedo.
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