El '¨²ltimo' S¨¢nchez Cot¨¢n
Identificado el ¨®leo 'Bodeg¨®n con flores, hortalizas y un cesto de cerezas', s¨¦ptima naturaleza muerta conocida de las nueve que pint¨® el gran maestro toledano del XVI
El paradero de la obra del maestro Juan S¨¢nchez Cot¨¢n (Orgaz, 1560 - Granada, 1627) ha perdido un eslab¨®n en su halo de misterio. El pintor toledano que convirti¨® el bodeg¨®n en todo un g¨¦nero ejecut¨® un total de nueve naturalezas muertas. De ellas, solo seis estaban localizadas y catalogadas. La s¨¦ptima, Bodeg¨®n con flores, hortalizas y un cesto de cerezas, acaba de ser identificada; pertenece a los David-Weill, una acaudalada familia de banqueros franceses cuya matriarca, Eliane David-Weill, leg¨® la pintura a sus hijos hace dos a?os. El cuadro se encuentra ahora mismo en las dependencias de una galer¨ªa de arte madrile?a, Caylus.
S¨¢nchez Cot¨¢n fue el primero en otorgar a sus bodegones la categor¨ªa de g¨¦nero pict¨®rico. Sus frutas y verduras impregnadas de metaf¨ªsica le consagraron en vida y le convirtieron despu¨¦s en verdadero artista de culto. Gracias al testamento que realiz¨® al abandonar Toledo e ingresar como cartujo en Granada, se sabe que pint¨® nueve bodegones. Ahora solo quedan dos de ellos en paradero desconocido.
El bodeg¨®n se halla ahora mismo en una galer¨ªa de arte de Madrid
Los otros 'cotanes' conocidos est¨¢n en El Prado, en Granada y en EE UU La pintura es una rareza en la obra del artista: la ¨²nica que incluye flores
La obra es propiedad de una acaudalada familia de banqueros franceses
La pintura es una rareza en la obra del artista: la ¨²nica que incluye flores
Lleg¨® a exhibirse en una exposici¨®n de 1936, pero bajo la autor¨ªa de Zurbar¨¢n
Un sello certifica que el cuadro sali¨® de Espa?a durante la Guerra Civil
Sometido a una sencilla operaci¨®n de limpieza, el ¨²ltimo S¨¢nchez Cot¨¢n se expuso el pasado mes de abril en la Fundaci¨®n Gulbekian de Lisboa. Por el momento, se desconoce si sus propietarios franceses tienen la intenci¨®n de ponerlo a la venta, aunque la noticia de su localizaci¨®n ha levantado ya grandes expectativas entre coleccionistas p¨²blicos y privados.
Bodeg¨®n con flores... es un ¨®leo de 89 - 109 cent¨ªmetros, con una composici¨®n algo diferente a la de los restantes trabajos del artista. De los que se le conocen, es el ¨²nico en el que el pintor incluy¨® flores: en concreto, azucenas blancas y rosadas, similares a las utilizadas por El Greco en algunas de sus composiciones. El elemento central del cuadro es un cesto de mimbre cargado de cerezas y rematado con claveles. Dos manojos de esp¨¢rragos, un plato de jud¨ªas verdes, alhel¨ªes, rosas y azucenas ocupan la base de la alacena. La negritud del fondo del lienzo recrea sus cl¨¢sicos vac¨ªos profundos poblados de sombras y misterios de forma que lo natural vuelve a unirse con lo sobrenatural. Como en el resto de su obra, la colocaci¨®n de los objetos, siempre escasos, parecen organizados en funci¨®n de alguna regla matem¨¢tica o procedente de mundos esot¨¦ricos.
El historiador y comisario Peter Cherry explica, en el n¨²mero de octubre de la revista Ars Magazine, que se trata de un lienzo en el que se muestran los cuatro lados de su habitual escena a trav¨¦s del marco de una ventana proyectada en perspectiva desde un punto de vista bajo. Dentro del marco est¨¢n todas sus naturalezas muertas, de forma que convierte la superficie del cuadro en una abertura ficticia, una estructura donde localizar objetos de tama?o natural.
La obra fue realizada para decorar la parte alta de un interior y debe contemplarse de abajo hacia arriba, ¨²nica manera de apreciar la perspectiva del bodeg¨®n. Hasta su retirada del mundo civil, a los 43 a?os, S¨¢nchez Cot¨¢n era ya un artista cotizado. Los encargos le llov¨ªan. El bodeg¨®n localizado habr¨ªa sido pintado por deseo de una rica familia toledana. En su estudio, Peter Cherry argumenta con detalle c¨®mo esta obra figura entre las primeras naturalezas muertas espa?olas con flores.
Aunque el paradero del bodeg¨®n fue un misterio durante mucho tiempo, su trayectoria est¨¢ documentada. Actualmente es propiedad de los David-Weill, una familia de banqueros franceses con propiedades en Catalu?a. La madre, Eliane, cre¨® una importante colecci¨®n de arte y en la d¨¦cada de los 60 compr¨® el bodeg¨®n de S¨¢nchez Cot¨¢n en la sala Par¨¦s de Barcelona. D¨¦cadas antes, en 1936, la obra form¨® parte de una exposici¨®n de bodegones de la colecci¨®n de Juan Mart¨ªnez de la Vega, aunque en esa muestra se exhibi¨® bajo la autor¨ªa de Zurbar¨¢n con una interrogaci¨®n a?adida.
Enrique Lafuente Ferrari fue el primer especialista que public¨® una investigaci¨®n detallada sobre el bodeg¨®n y demostr¨® la autor¨ªa de S¨¢nchez Cot¨¢n, desmontando de golpe todas las dudas que pudieran plantearse. Es un trabajo que ahora se ve complementado con la tesis de Peter Cherry. Un sello estampado en el bastidor prueba que el cuadro estuvo en Suiza, lo que parece indicar que durante la Guerra Civil, sus propietarios lo entregaron a la junta de salvaci¨®n de obras de arte creada por la Rep¨²blica, encargada de proteger piezas de arte de propiedad p¨²blica o privada.
La media docena de bodegones de S¨¢nchez Cot¨¢n ya conocida es dif¨ªcil de contemplar: parte de ella se encuentra en colecciones privadas. Parcialmente se han podido ver algunos de los bodegones en exposiciones monotem¨¢ticas, como la celebrada en el Museo de Bellas Artes de Bilbao en 1990.
El Museo del Prado posee uno de los primeros trabajos que se conservan de S¨¢nchez Cot¨¢n: Bodeg¨®n con caza, hortalizas y frutas, un ¨®leo de 68 - 89 cent¨ªmetros adquirido con el famoso legado de Villaescusa. Se pagaron 435 millones de pesetas en 1990. En ¨¦l, un cardo absorbe la luz y rompe con sus curvas la disposici¨®n geom¨¦trica de los otros elementos. La adquisici¨®n fue todo un acontecimiento porque se cubr¨ªa, al menos parcialmente, el agujero creado en las colecciones reales, donde la suntuosidad de las naturalezas muertas de los Pa¨ªses Bajos hab¨ªan desplazado al bodeg¨®n espa?ol. El resto de su obra se encuentra repartida en museos de San Diego, Chicago y en diferentes colecciones particulares.
Bodeg¨®n con cardo y zanahorias es su ¨²ltima pintura de este g¨¦nero. Se encontr¨® en Granada, en 1835, durante la supresi¨®n de los conventos. Aqu¨ª ya no hay ni flores ni frutos. Los alimentos se reducen a la m¨ªnima expresi¨®n. Todo el protagonismo es para el vac¨ªo de sus fondos negros. Despu¨¦s, Juan S¨¢nchez Cot¨¢n se entreg¨® a la pintura religiosa... pero eso es ya otra historia.
Babelia
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