Camps intenta aplacar el malestar patronal por las deudas del Consell

Francisco Camps se quit¨® ayer la corbata y sali¨® a torear en tono informal con una cuarentena de responsables patronales y grandes empresarios valencianos para intentar aplacar sus crecientes quejas ante los impagos de la Generalitat. El presidente del Consell sent¨® a los grandes patronos en la biblioteca del Palau para vestir de solemnidad un discurso que sus colaboradores calificaron de "pragm¨¢tico" y trufado con unas gotas de "optimismo". Una intervenci¨®n cargada de "austeridad", de la necesidad de "apretarse el cintur¨®n" y de puyas al Estado, es decir, al Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, por la escasez de la financiaci¨®n auton¨®mica.

Los representantes empresariales fueron convocados de urgencia por tel¨¦fono el mi¨¦rcoles por el vicepresidente primero y consejero de Industria, Vicente Rambla, quien subray¨® que acudieran vestidos con atuendo informal. M¨¢s de uno se tuvo que quitar la corbata cuando cruzaba anoche el umbral del Palau.

"No pueden ingresar cuatro y gastar seis, es indignante", dice un empresario

Juan Roig no se sum¨® a quienes se quitaron la corbata como el presidente

Fuentes de la presidencia de la Generalitat explicaron que estaban convocados cuarenta dirigentes empresariales, entre ellos los presidentes de Bancaja y Caja del Mediterr¨¢neo. Ambas entidades est¨¢n envueltas en procesos de fusi¨®n, pero siguen siendo la referencia financiera para los empresarios de la Comunidad Valenciana. Juan Roig, presidente de Mercadona, ocup¨® un lugar preferente. A su lado, Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n, presidente de Iberdrola.

Seg¨²n la Generalitat, el encuentro se prepar¨® hace una semana para trasladar a los dirigentes empresariales "ideas de futuro". Fuentes empresariales, sin embargo, sugieren que el malestar entre los dirigentes patronales es tal que el presidente de la Generalitat no tuvo m¨¢s remedio que congregarles para intentar aplacar su descontento.

La crisis econ¨®mica no es nueva, se arrastra desde 2007, pero desde la vuelta del verano ha crecido el clamor entre la clase empresarial de resultas de los impagos de la Generalitat. Los retrasos en los pagos no son nuevos. Pero la par¨¢lisis del Consell, s¨ª. "Son incapaces de firmar un papel para comprometer a lo largo de 2011 pagos pendientes desde hace dos a?os", coment¨® un miembro de la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios, "con esa carta, cualquier banco te refinancia, pero Hacienda, ni paga ni se compromete a pagar".

"No pueden ingresar cuatro y gastar seis, es indignante", sigui¨® el mismo empresario, haci¨¦ndose eco del ¨²ltimo documento p¨²blico de la Confederaci¨®n Empresarial Valenciana (CEV). "Todos los empresarios hemos hecho lo posible por capear este hurac¨¢n que azota a todo el mundo y la Generalitat no ha hecho nada", sintetiz¨®.Juan Roig, presidente de Mercadona e impulsor de la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios (AVE), entidad que agrupa a un centenar de los m¨¢s poderosos empresarios de la Comunidad Valenciana, no se quit¨® la corbata. Al cierre de esta edici¨®n, todav¨ªa se prolongaba la reuni¨®n de trabajo en el Palau.

Formalmente, Camps pretend¨ªa convencer a los empresarios del esfuerzo que ha asumido para recortar gastos, desde la reducci¨®n de liberados sindicales hasta la bajada de los sueldos a los consejeros y altos cargos de la Generalitat. A continuaci¨®n, ten¨ªa previsto atender "las reflexiones y propuestas" que han formulado los patronos en las ¨²ltimas semanas.

La CEV, la patronal provincial de Valencia, denunci¨® hace una semana la incapacidad de la Generalitat para recortar sus gastos y para hacer frente a sus compromisos de pago en los plazos que marca la ley. Y se permiti¨® ofrecer "algunos ejemplos" para aliviar las cargas del erario p¨²blico, como el copago sanitario o la revisi¨®n del modelo de televisi¨®n p¨²blica. La CEV denunci¨® el "insostenible" coste de la televisi¨®n auton¨®mica valenciana. El agujero de Canal 9 alcanza ya una profundidad de 1.200 millones de euros, "pero no hacen nada por taparlo, gastan sin medida", ilustr¨® un dirigente de la CEV.

El vicepresidente Vicente Rambla templ¨® gaitas el lunes durante un almuerzo con AVE. Francisco Pons, presidente del grupo empresarial, indic¨® ante los periodistas que "el Consell sabe que tiene que pagar en tiempo y forma". Rambla se vio obligado a asumir ciertos "desajustes" en los pagos de la Generalitat como resultado de la ca¨ªda de ingresos p¨²blicos.

Hasta el discreto Rafael Ferrando, presidente de Cierval, la patronal auton¨®mica, ha exigido a la Generalitat que asuma sus compromisos.

La crisis merma los ingresos de todos, incluso de las administraciones p¨²blicas. Tanto que Gerardo Camps, vicepresidente segundo y consejero de Hacienda, difundi¨® una nota muy ilustrativa el mismo lunes. Por primera vez, el responsable econ¨®mico del Consell asumi¨® que la Generalitat tendr¨¢ que apretarse el cintur¨®n al elaborar los presupuestos para 2011. "Si bajan los ingresos y el gasto social se tiene que mantener o incrementar, es inevitable reducir los gastos que nos quedan, es decir, el gasto corriente", desliz¨® Gerardo Camps.

El propio Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n, presidente de Iberdrola, concedi¨® ayer en Valencia que la compa?¨ªa el¨¦ctrica tambi¨¦n arrastra impagos de la Generalitat. "El asunto no es nuevo", coment¨® a ra¨ªz de un reciente corte de suministro a una estaci¨®n de Ferrocarrils de la Generalitat. "La situaci¨®n de la mayor parte de las administraciones p¨²blicas no es precisamente boyante, pero nuestra pol¨ªtica es siempre la misma, tendemos la mano para estirar los plazos y llegar a compromisos de pago".

Pero el choque m¨¢s sonoro entre patronal y Consell se registr¨® la semana pasada entre Mario Flores, consejero de Infraestructuras, y los m¨¢ximos responsables de Fecoval, la federaci¨®n de contratistas de la Comunidad Valenciana. Flores convoc¨® a finales de agosto a los contratistas de obra p¨²blica para cargar contra los recortes anunciado por el Ministerio de Fomento.

Los contratistas valencianos atendieron a Flores pero, una semana despu¨¦s, descargaron con un detalle desconocido hasta la fecha el calibre de los incumplimientos de la Generalitat y sus empresas p¨²blicas.