"No le pid¨¢is dinero a un banquero"

Se hizo el sorprendido cuando, doblando la esquina de la Travesa do Franco, a la altura de la sombrerer¨ªa Iglesias, se top¨® con un ej¨¦rcito de reporteros esperando arrancarle sus primeras palabras de hombre jubilado. En vez de irse a supervisar unas obras tras la valla, Jos¨¦ Luis M¨¦ndez, que el domingo cumpli¨® 65 y el jueves formaliz¨® su retirada como director general de Caixa Galicia, emple¨® su primer d¨ªa de pensionista en hacerse visible en su nuevo cargo, como presidente de la obra social de la caja. Como era de aguardar, la prensa acudi¨® a la convocatoria, a pesar de que el acto, en Compostela, tampoco era para tirar cohetes: una entrega de libros sobre la exposici¨®n Santiago, punto de encuentro, a la visitante n¨²mero 100.000 de la muestra.

"Estoy ilusionado por ir a participar de forma muy activa en la nueva caja"

Era un acto menor, pero all¨ª estaba hasta el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, que, casualmente, se encontr¨® con que la afortunada visitante se le hac¨ªa una cara conocida. "Nos hemos visto antes, ?no?", le pregunt¨® en plena ceremonia de entrega. "En Ginebra, el otro d¨ªa", le respondi¨® Rosita de la Barra Abascal, una se?ora chilena aficionada a las exposiciones. En Suiza coincidieron durante la inauguraci¨®n de la muestra de Dar¨ªo Basso, y en aquel acto el titular de Cultura le recomend¨® que, si visitaba Santiago, fuese a ver el montaje que la Fundaci¨®n Caixa Galicia exhibe en la R¨²a do Vilar.

Dicho y hecho. La mujer se present¨®, justo detr¨¢s de otras 99.999 que han pasado a lo largo de este a?o Xacobeo, y la entidad lo organiz¨® todo de tal manera que M¨¦ndez, ya libre desde el d¨ªa anterior de otras obligaciones, pudiese trasladarse desde A Coru?a para lucir su jubilaci¨®n ufana. "Estoy feliz, porque he cumplido 65 a?os con una salud mental y f¨ªsica extraordinarias y con una familia encantadora", declar¨® a los periodistas con una sonrisa, "me voy tremendamente satisfecho de la labor desarrollada", "orgulloso de haber dirigido uno de los mejores equipos de profesionales" e "ilusionado por ir a poder tener, a trav¨¦s de la fundaci¨®n, una participaci¨®n muy activa en esta gran caja gallega". "?Y qu¨¦ le augura a la nueva entidad fusionada?", le pregunt¨® un informador. "Pues un futuro magn¨ªfico", respondi¨® el financiero, que se marcha dejando al cuidado de la reci¨¦n parida entidad de ahorro a su eterno rival, Julio Gayoso, d¨¦cada y media mayor que ¨¦l.

Y como parec¨ªa que ya se met¨ªa en harina, entonces otro periodista le pregunt¨® qu¨¦ le parec¨ªa la modificaci¨®n urgente, por parte del Parlamento gallego, de la Lei de Caixas. Pero ¨¦l, que ven¨ªa decidido a no mojarse en su primera puesta en escena, dijo que eso hab¨ªa que pregunt¨¢rselo a los parlamentarios, que lo que ¨¦l quer¨ªa era estar jubiloso: "Hoy quiero disfrutar de uno de los d¨ªas m¨¢s importantes de mi vida".

As¨ª que puestos a disfrutar de su nuevo papel amable en la caja, termin¨® cant¨¢ndole a la visitante 100.000 la tonada de Las dos puntas ("Cuando pa Chile me voy, cruzando la cordillera") y, a la salida, compr¨® una ristra de cupones. "Lo que toque es para todos", les prometi¨® a los reporteros. Aunque, luego, pareci¨® pens¨¢rselo mejor: "Nunca le pid¨¢is dinero a un banquero".