Farruquito se regala un musical
Nadie se imaginar¨ªa a Farruquito fuera del flamenco y de su ortodoxia, pero la huella de unas vivencias cubanas le han dado aires para atreverse casi a una primera transgresi¨®n. Por supuesto que, en el intento, su baile no iba a contravenir las normas, pero s¨ª que se ha planteado un espect¨¢culo en el que, adem¨¢s de bailar (poquito) ha podido dar cabida a otras vertientes de su arte: el artista toca la guitarra -y no en clave flamenca-, el caj¨®n, y hasta se echa un cantecito en el fin de fiesta. Pero sobre todo, ha debido de ser la ocasi¨®n para airear sus canciones, el producto de sus composiciones, que son poco conocidas y que regala con cuentagotas.
En escena, la obra, adem¨¢s de corta (apenas una hora), se percibe como muy entretenida. Dif¨ªcil ser¨ªa no disfrutar en alg¨²n que otro momento si se tienen en cuenta los muchos elementos que se aglutinan en ella. Los sorpresivos boleros (no estaban anunciados) del hist¨®rico cantante Moncho suenan como un regalo, al igual que la banda cubana con el bravo Jumitus al piano. Caramelo. Pero, de un espect¨¢culo con Farruquito en el cartel, se supone que no era eso lo que el respetable ven¨ªa a ver. Menos mal que el artista hizo un primer acercamiento cultural por medio de la "madre sole¨¢". Y lleg¨® su baile: fino, elegante, estilizado y con br¨ªo. El teatro se ca¨ªa en cada desplante. Era Farruquito en su mejor versi¨®n que, desgraciadamente, casi desaparecer¨ªa para el resto de una obra que, en s¨ª misma, fue cayendo en una suerte de desorden, ya sea debido a falta de ensayo, definici¨®n o a la ausencia de una adecuada direcci¨®n.
SONER?AS
Baile, M¨²sica, Letras, Coreograf¨ªa y Direcci¨®n: Farruquito. Cuerpo de baile: Irene Bazzini La Sent¨ªo, Salome Ram¨ªrez, Gema Moneo y Saray Cort¨¦s. Cante: Pedro Heredia el Grana¨ªno, Antonio Z¨²?iga, ?ngela Bautista y Mara Rey. Guitarras: Rom¨¢n Vicenti y Antonio Rey. Piano: Jaime Calabuig Jumitus. Bajo: Alain P¨¦rez. Percusi¨®n: Isidro Su¨¢rez y Antonio Moreno Polito. Artista invitado: Moncho.
Teatro de la Maestranza, 21 de septiembre de 2010. Aforo completo.
La obra fue cayendo en una suerte de desorden por la falta de direcci¨®n
Pero, volviendo al baile, el del protagonista principal escase¨®, y nunca volvi¨® a ser el del principio cuando le toc¨® cruzarse con el elenco femenino, que no estuvo a la altura de las circunstancias. Fue primero con las guajiras y, casi al final, al compartir con cada una de las cuatro mujeres el baile por sevillanas. En medio, apenas unos apuntes en el taranto. Ni siquiera se dej¨® ver en las buler¨ªas, que quedaron un poco hu¨¦rfanas tras un falso final con saludo de toda la compa?¨ªa. En ellas s¨ª brill¨® el hasta entonces an¨®nimo (tampoco estaba en el programa) camarero figurante, quien se marc¨® unas pataitas llenas de gracia y sabor.
Con todo, la obra logr¨® transmitir algo de lo que se supone que pretend¨ªa: el aspecto l¨²dico de un encuentro que, posiblemente, en la realidad fuera as¨ª de divertido. Y tambi¨¦n espont¨¢neo o desordenado, y abierto a la inspiraci¨®n de cada cual. Pero, en escena, las cosas no pueden ser as¨ª. Por m¨¢s que en momentos aislados y puntuales haya muchas razones para el disfrute, faltaba el ensamblaje exigible a una obra de estas caracter¨ªsticas. Digamos que Farruquito se quiso regalar un musical, y ese es un g¨¦nero no precisamente f¨¢cil.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.