El sue?o americano de una futbolista
Ver¨®nica Boquete, la mejor jugadora gallega del momento, deslumbra en la mayor liga femenina del mundo, la Women's Professional Soccer de EE UU
Con seis a?os, un entrenador en casa y un hermano que le daba bien al f¨²tbol no era complicado que Ver¨®nica Boquete se decantara por pegarle patadas al bal¨®n, pecado para algunos que no terminan de ver a una ni?a en esa faena. Por ejemplo algunos federativos, que entonces, hace 15 a?os, no contemplaban la opci¨®n de que una chica jugara en equipos de f¨²tbol base. En Santiago no era posible, pero con Boquete y gracias a la insistencia de su padre se cambi¨® la norma. De aquel grupo de peque?os con el que comenz¨® la que lleg¨® m¨¢s lejos con la pelota fue justo ella, la que no dejaban competir, la que ha llegado a vestir la roja, jugar en la m¨¢xima categor¨ªa nacional y deslumbrar en la meca del f¨²tbol femenino, la Women's Professional Soccer norteamericana.
Aunque su equipo es el Espanyol, tambi¨¦n ha jugado en Estados Unidos
Desde peque?a luch¨® con los ni?os. Y es la que m¨¢s lejos ha llegado
En cuanto le dejaron saltar al campo, Ver¨®nica mostr¨® su talento, el de una delantera menuda, h¨¢bil en el regate y con olfato goleador, cualidades con las que creci¨® tanto en el f¨²tbol once como en sala, con chicos o con chicas. Hasta los 15 jug¨® rodeada de hombres. Cumpli¨® su ¨²ltimo a?o en categor¨ªa cadete incluso cuando las diferencias f¨ªsicas entre g¨¦neros empiezan a ser sustanciales, no las futbol¨ªsticas. "Si no diera la talla, no me habr¨ªan dejado estar con ellos tantos a?os", matiza.
La Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol impide que mujeres y hombres puedan compartir camiseta a partir de juveniles, prohibici¨®n que nadie se ha atrevido a desafiar, pero que tiene m¨¢s sentido por los condicionantes f¨ªsicos que por los sociales. Con todo, las mujeres futboleras cada vez tienen m¨¢s alternativas. Cuando el padre de Ver¨®nica Boquete luchaba por que su hija pudiera federarse, tan s¨®lo hab¨ªa seis equipos femeninos en Galicia, hoy hay m¨¢s de 40. Seis de ellos, Pontevedra, Erizana, Friol, Orz¨¢n, Barbad¨¢s y El Olivo, propician que las cuatro provincias est¨¦n representadas en categor¨ªa nacional, 16 m¨¢s compiten en Primera Auton¨®mica y el aluvi¨®n ha obligado a poner en marcha una segunda categor¨ªa regional. No hay, sin embargo, representaci¨®n en la Superliga. Ah¨ª es donde est¨¢ Ver¨®nica Boquete, referencia en el Espanyol, donde reengancha tras un verano diferente, porque para ella no ha habido vacaciones. Despu¨¦s de acabar la competici¨®n en primavera recibi¨® una oferta desde Estados Unidos. Buffalo Flash, un equipo que luchaba por ascender a la m¨¢xima categor¨ªa, le propuso acabar el campeonato con ellas. Iba para jugar un mes, para vivir una experiencia y se encontr¨® con un nuevo futuro. "Dos compa?eras del Espanyol ya hab¨ªan estado all¨ª y les hablaron de m¨ª. Al final llegamos a la final de la competici¨®n y justo cuando iba a regresar a Espa?a, a primeros de agosto, me lleg¨® una oferta de Chicago Red Stars para jugar con ellas en la m¨¢xima categor¨ªa", recuerda Boquete.
La propuesta de Chicago obedec¨ªa a la l¨®gica. En nueve partidos con Buffalo, la delantera compostelana hab¨ªa marcado nueve goles, con ellos abri¨® una puerta hasta ahora casi inaccesible para las futbolistas espa?olas. Un problema con el visado le permiti¨® disputar tan s¨®lo dos partidos en su nuevo destino, al final de Liga. En el primero marc¨® un gol a los cuatro minutos; en el segundo dio dos asistencias y fue nombrada mejor jugadora, justo en un duelo retransmitido por televisi¨®n para todo el pa¨ªs. "La dimensi¨®n que tiene all¨ª el f¨²tbol femenino es diferente a la de Espa?a. All¨ª la competici¨®n es profesional, se juega en estadios y acuden entre ocho y diez mil personas a los partidos. Una mujer futbolista tiene reconocimiento", detalla.
Son alicientes que rodean a una disciplina en crecimiento en un entorno en el que el f¨²tbol, all¨ª soccer, no es el primer deporte, pero tampoco tiene el tamiz masculino de otras latitudes. "En general hombre y mujer son iguales, en la teor¨ªa y en la pr¨¢ctica. Nosotras tenemos las mismas posibilidades que un hombre en la sociedad estadounidense", pondera Boquete, de regreso a Barcelona, al Espanyol, donde comienza su tercera temporada y donde ya hace planes para la pr¨®xima primavera. "Volver¨¦ a Chicago. Todo el mundo me pregunta si tendr¨¦ fuerzas para encadenar tantos meses seguidos de competici¨®n, pero si me cuido s¨¦ que lo puedo hacer", asegura. Llegar¨¢, con todo, un d¨ªa en el que tendr¨¢ que elegir. Y ah¨ª no tiene dudas: quiere competir con las mejores, las que est¨¢n al otro lado del oc¨¦ano.
Siempre con un ojo puesto en casa. "Es complicado tener un equipo gallego en Superliga, pero ahora somos cuatro jugadoras de la comunidad en esa competici¨®n y seguir¨¢n saliendo", augura. "Habr¨ªa que intentarlo, pero con profesionalidad". Aunque al final no sean profesionales.
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